Juan Carlos Gómez Aranda*
En medio del trajín de las precampañas políticas y los preparativos para iniciar el período para solicitar el voto y presentar propuestas de gobierno a los electores, los aspirantes a la presidencia y a las nueve gubernaturas en juego conformaron equipos de trabajo con representantes de los más diversos sectores sociales y económicos para reflexionar, actualizar diagnósticos y construir propuestas para que México esté a tiempo con los vertiginosos cambios globales y a su pueblo le vaya mejor.
Esta semana inician los Diálogos por la Transformación en Chiapas, animados por la convicción de que la nueva era de la planeación y el diseño de políticas públicas en el estado debe de ser resultado de la democracia participativa, en la que la identificación de problemas y rezagos, así como las propuestas de solución, reconozcan y aprovechen la experiencia y el genio de los actores de cada sector.
Al arranque están invitados el Senador Eduardo Ramírez Aguilar, Coordinador de la Cuarta Transformación en el estado y el Doctor Juan Ramón de la Fuente, Coordinador Nacional de los Diálogos por la Transformación. Sobre el mecanismo del proceso por iniciar, el Senador Ramírez Aguilar ha dicho que desea firmemente que esta consulta ciudadana sea abierta, plural e incluyente para asegurar la trascendencia de las familias chiapanecas, con bienestar y progreso.
La capacidad de dialogar y construir entre todos una visión de futuro es una fortaleza de los pueblos para procurar su mejor desarrollo y gobernanza y es también una exigencia de las mujeres y los hombres del siglo XXI, que reclaman espacios de participación y consenso.
El Popol Vuh de los mayas nos advierte la tragedia de perder la capacidad de diálogo. Balam Ki’tze’, el jaguar que ríe, se dirigió a su tribu preguntándole: “¿Qué lengua hablan? ¿De dónde sacaron esos ruidos extraños que salen de sus bocas? ¿Acaso ya no saben el idioma que todos hablábamos en la tierra de Tulán? ¿En qué confusión habéis caído?”.
Los Diálogos son una nueva oportunidad para que la sociedad propositiva se reencuentre en el objetivo de evitar hasta el límite posible las improvisaciones, sin estorbar la flexibilidad, buenos reflejos y la atención a las situaciones coyunturales. Cero ocurrencias debe de ser la divisa, la meta, certidumbre y bienestar para las familias.
Por estas razones se ha convocado a especialistas, investigadores, académicos, artistas, emprendedores, organizaciones civiles, empresarios, activistas, deportistas, legisladores, ganaderos, agricultores y población en general con interés de aportar “desde abajo”, desde el territorio, iniciativas y reflexiones en torno a la diversa problemática y proponer soluciones en cada uno de los temas que preocupan a la sociedad. Estas proposiciones y las conclusiones a que se llegue después de las deliberaciones deberán de procesarse con metodología que ayude a construir una propuesta sólida, porque es momento de arrostrar con mayor determinación el atraso secular del estado, no obstante, su extraordinaria riqueza cultural y natural. Como dijera el historiador Thomas Louis Benjamin, la paradoja de una tierra rica y un pueblo pobre.
Estos trabajos deberán de guiarse por el anhelo de que en pleno siglo XXI no deben prevalecer condiciones de desigualdad y falta de oportunidades para amplios sectores de la población, así como priorizar una visión social y de transformación. También, y no podría ser de otra manera en la tierra de la libre expresión, imperará la libertad de propuesta con respeto a la pluralidad de puntos de vista y tolerancia a lo distinto.
También, la agenda –de 20 temas, 28 foros y más de 100 mesas de trabajo– integrará los desafíos y oportunidades que tiene la entidad, pero con particular atención considerará que Chiapas cuenta con 12 pueblos originarios cuyas lenguas están reconocidas por la Constitución local; herederos de grandes civilizaciones, poseen un gran legado que se expresa en sus tradiciones culturales, en su conocimiento y cuidado de la naturaleza, en su indumentaria, su gastronomía y su herbolaria. Ningún modelo de desarrollo puede excluir a estos pueblos ni pasar por encima de sus derechos culturales, políticos y económicos.
Chiapas, que está cumpliendo 200 años de ser mexicano por voluntad propia, no había estado en una coyuntura tan desafiante y con oportunidades tan puntuales que se deben aprovechar cabalmente para insertarse en el desarrollo que impulsarán las grandes obras de infraestructura como el Tren Maya que atraerá miles de turistas. También, el proyecto Interoceánico que ofrece una nueva ruta comercial estratégica entre el Océano Pacífico y el Golfo de México, alterna al Canal de Panamá, irradiará beneficios a los estados vecinos.
Los chiapanecos quieren proyecto y acción y así lo expresan al Senador con licencia Eduardo Ramírez Aguilar, quien alienta esta etapa de reflexión y propuesta pidiendo la visión de todos, para pasar a la edificación de políticas públicas más asertivas, a las acciones y presupuestos que las apuntalen para arribar a los hechos. Este es el reto.
*Coordinador de los Diálogos por la Transformación de Chiapas.
jcgomezaranda@hotmail.com
