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Juan Manuel Asai

Y de pronto, sin decir agua va, el candidato de Morena al gobierno de Coahuila, Armando Guadiana, prometió: “Si el PRI se va, por mi sombrero que el Peso Pluma vendrá”.

¿Un concierto de Peso Pluma valen seis años de gobierno de un sujeto como Guadiana? La respuesta la tendrán los jóvenes de Coahuila en la elección del próximo mes. Desde acá parece una apuesta descabellada.

La oferta de Guadiana tiene dos vertientes, muestra la desesperación de los morenistas en la entidad ante una competencia en la que no repuntan. También evidencia la popularidad del joven Hassan Kabande que tiene la imagen de un chico que canta hip-hop pero que, en realidad, bajo el nombre de Peso Pluma, le entra al corrido tumbado. Es un fenómeno de popularidad entre jóvenes que gustan de este género musical en México, pero también en los Estados Unidos.

Los Chapitos. – Aunque nació en Guadalajara, Peso Pluma es hijo pródigo de Sinaloa, sobre todo de la región del estado que vio nacer a las figuras señeras del narcotráfico en México. Peso Pluma le canta al narco, lo ensalza. En sus videos, para divertirse, se disfraza de sicario.

Y pa’ chambear con don Iván

Soy de la gente del Chapo Guzmán

No me muevan que me puedo enojar

Y me les presento, soy el Gavilán

Y puros corridones bélicos, pariente, fierro

Pura doble P, primo, arriba Culiacán

¿Si el Peso Pluma va a Coahuila a cantarle coplas a los hijos del Chapo Morena ganará la elección? Esa es la propuesta de Guadiana que va abajo en las encuestas y quiere que Hassan le haga el milagro de remontar.

Desconcierta, porque manda un mensaje encriptado, que un cantante que glorifica a uno de los principales introductores de fentanilo a los Estados Unidos haya sido invitado especial en el popular programa de Jimmy Fallon. El gobierno de Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares de recompensa por información para ubicar y capturar a Iván Archivaldo que ya dijo, en una carta que es en sí misma un narcocorrido, que su próspero negocio familiar no incluye el tráfico de fentanilo.

La inclinación de la 4T por el Cartel de Sinaloa es un tema de interés psiquiátrico y político. A partir de aquel saludo fraterno entre López Obrador y la mamá del Chapo y abuelita de los Chapitos, Consuelo Loera, hay señales de que unos y otros se ven con buenos ojos, taquean juntos, son afines.

El gobierno de la CDMX presume la multitud que logró reunir en el zócalo el Grupo Firme que también canta a los hijos del Chapo, aunque optaron por otro hijo, el afamado Ovidio, a quien le dicen El Ratón, que fue capturado, liberado y recapturado por el gobierno mexicano. La pregunta es; ¿En qué apartado de la Cartilla Moral de la 4T vienen las alabanzas a los Chapitos?

Guste o no la narco cultura va ganando la partida. Llama la atención que Morena trate de sacarle raja política a músicos que se han hecho populares reseñando aventuras de matones y envenenadores masivos que andan en convoyes de camionetas blindadas, con sicarios armados hasta los dientes, sembrando terror entre las familias, mientras que los jóvenes en los antros bailan, quitados de la pena, al compás del Belicón

Soy el belicón

El que no se mueve sin traer un convoy

El que de la cabina navega el control

2019, claro les quedó

Que aquí mando yo

Carros deportivos en mi colección

Minimis, Bazucas y Kalashnikov

Todos mis muchachos están al tentón

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