Por la Conciencia
Roger Heli Díaz Guillén.
La reforma educativa de Enrique Peña Nieto y Aurelio Nuño que iniciaron reformando la ley general de educación en el año del 2013 que permaneció por seis años al perder el PRI la continuidad de gobierno, ante un nuevo proyecto de nación donde la educación y “la mal llamada reforma educativa” fue una bandera de lucha que fue atendida con la derogación de la ley de educación que estuvo vigente por veintiséis años y; promulgación de una nueva ley general de educación mediante decreto publicado el 30 de septiembre de 2019; dando un jiro la perspectiva en que se concibe a la educación como motor del pensamiento y desarrollo de México basado en la identidad y vida comunitaria.
El impacto de la promulgación de una nueva ley se diluyó durante los siguientes tres años que se continuó con el derogado proyecto educativo priista, perdiéndose tres años de trabajo en razón que fue hasta el 19 de agosto de 2022 en que la secretaría de educación pública SEP publicó el plan de estudios para la educación preescolar, primaria y secundaria basado en el acuerdo 14/08/22, correspondiente al ciclo escolar 2023-2024, definiendo el articulo segundo del decreto el procedimiento para su instrumentación iniciando con los primeros años de preescolar, primaria y secundaria.
Un giro importante de 360 grados es que la educación hoy parte de lo particular comunitario y sus saberes a lo general de las ciencias; donde la comunidad, su territorio y sus patrimonios culturales y naturales son los ejes conductores de la formación de nuestros niños y jóvenes; donde los programas de estudios de escuelas en cada comunidad, pueblo o colonia responden a su realidad territorial poblacional y biodiversa. Tarea que no ha podido consolidarse desde agosto del 2022 en razón de problemas de dirección del proyecto nacional educativo, cuya actuación motivó hasta mediados del 2023 a diversas críticas; demandas de amparos contra libros de texto y quema de estos en diversos estados.
Decimos problemas de dirección del proyecto nacional de educación que confirmamos con publicación del 15 de agosto de 2023, del acuerdo número 06/08/23 por el que se modifica el diverso número 14/08/22 antes citado, por el que se establece el plan de estudios para la educación preescolar, primaria y secundaria modificando su aplicación de forma general y no en etapas como originalmente se había dispuesto, reformando el artículo segundo. Es decir, el nuevo proyecto educativo se ordena en el 2023 a días de dar inicio al ciclo escolar que este 2024 concluye, que se aplicará en todos los niveles educativos básicos y no como originalmente planeado, de iniciar paulatinamente con los primeros años de preescolar, primaria y secundaria; aunque en la practica al día de hoy las escuelas continúan trabajando con el viejo programa priista al no poder aplicar los lineamientos del nuevo proyecto de educación nacional, mucho menos contar con la aptitud y metodologías para captar los contenidos comunitarios y construir los programas de educación en cada escuela a que se está obligado en el proyecto educativo nacional.
El problema de la educación en México no está en su contenido y objeto social dispuesto, sino en la falta de metodología o metodologías para su instrumentación como lo sostienen los propios docentes y organismos que trabajan con ellos en Chiapas como el Parlamento Nacional Indígena, Consejo Nacional de Organizaciones; el Colectivo para la Salvaguarda de las Expresiones Originarias COPASEO y el Comité Científico del Patrimonio Cultural Inmaterial del Comité Mexicano del ICOMOS; evidenciando lo dispuesto por el articulo diez del decreto de agosto del 2023 antes citado que establece que la publicación de los programas de estudios se realizará previo al inicio del ciclo escolar 2023-2024 para su aplicación; confundiendo los programas de estudios con los libros de texto y el plan sintético que como material de apoyo fue elaborado, pero mal difundido y conceptualizado que justifica el estado actual de la educación en México, donde los docentes todavía discuten y comentan el proyecto de la nueva escuela mexicana pero continúan trabajando en la ortodoxia educativa de un viejo régimen apoyados con libros de nueva generación.
El proyecto educativo en México continua en cinco años su proceso de rompimiento de paradigmas del saber y el quehacer académico, que exige hoy o por lo menos del nuevo gobierno, de acompañamiento metodológico formativo que facilite y armonice el trabajo conjunto de comunidad y escuela para construir los mundos formativos basados en el Lenguaje; Saberes y pensamiento científico; comprensión de lo humano y comunitario y; Ética, naturaleza y sociedad. Hoy son tiempos para la consolidación de la reforma educativa del gobierno de la transformación.
Como un derecho humano y bien de nuestros niños y jóvenes es urgente llamar a la conciencia y responsabilidad política de la sociedad, representantes populares y gobiernos a voltear a ver a la educación que espera en la perspectiva planteada de la intervención conjunta responsable. Que espera para nacer en lo comunitario, territorial, cultural, natural y biocultural en un parto conjunto de escuela-comunidad para luego alimentarse de la ciencia que fortalecerá su misión y visión. Es un proceso socio-educativo que requiere acompañamiento basado en la ciencia y la investigación social del estado y organismos de la sociedad civil. El estado no puedo caminar solo en los laberintos de la educación. De ser así, está destinado a ser una reforma más.
