Letras Desnudas
Mario Caballero
Las elecciones son consustanciales a la democracia. No es posible, en efecto, pensar en una democracia sin la realización de procesos electorales libres, periódicos, participativos, competitivos e imparciales. Sin embargo, la democracia no se agota en ellos: se despliega en otros espacios más allá del sufragio.
Respecto a esta temática charlé ayer por la mañana con el presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana de Chiapas, Oswaldo Chacón Rojas, quien, una a una, respondió a mis preguntas, pues como muchas otras personas me preocupa la situación que se vive en torno a las elecciones extraordinarias que se realizarán en seis municipios del estado el próximo tres de abril.
¿Hay realmente las condiciones para llevarlas a cabo? Dada la situación que se vivió en algunas localidades durante los comicios del año pasado, ¿existe algún acuerdo entre los partidos políticos y las autoridades estatales y electorales de actuar con civilidad y legalidad en todo el proceso? Son algunas de las inquietudes que sobrevuelan sobre este nuevo ejercicio democrático en el estado.
Oswaldo Chacón es un hombre preparado. De experiencia en la cosa pública y con un amplio conocimiento en temas electorales. Tiene un doctorado en Teoría Política por la Universidad Autónoma de Madrid, es maestro en Estudios Amerindios por la Casa de América y tiene especialidades en Derechos Humanos por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de Madrid.
Aparte de su práctica docente, impartiendo cátedras de Derecho Electoral y Teoría Política en la Universidad Autónoma de Chiapas, también ha publicado obras como Teoría de los derechos de los pueblos indígenas, editado en 2005 por el Instituto de Investigaciones Jurídicas.
En su ficha curricular figura el cargo de presidente de la Comisión de Fiscalización Electoral de Chiapas, función que ejerció entre 2005 y 2011. Además, fue coordinador del Estudio diagnóstico sobre fiscalización electoral del proceso electoral 2012 del entonces Instituto Federal Electoral, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo México.
Es miembro del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Derecho Electoral del Instituto de Investigaciones Jurídicas y ha sido ponente en foros nacionales e internacionales relacionados con la materia electoral.
Bajo esa experticia, expone que, debido al apasionamiento de los participantes de la democracia en Chiapas, que muchas veces muestran malas prácticas y malos hábitos en torno al desarrollo de las elecciones, especialmente en las municipales, es lo que ha venido generando problemas y actos de violencia antes, durante y después de las votaciones, asimismo como desconfianza.
Ejemplo de ello –dice-, son los comicios de 2018, en las que a pesar de la alegría que provocó en los chiapanecos la elección presidencial y la de gobernador del estado, y el empeño del IEPC por tener unas elecciones ejemplares, hubo la necesidad de hacer nuevas votaciones el mismo año en diez municipios, en los que se cancelaron por motivo de violencia. Y por ese mismo apasionamiento, malas prácticas y malos hábitos, hubo nuevos conflictos, nuevos enfrentamientos entre candidatos y nuevos pleitos en los tribunales electorales en el proceso de 2021.
¿Cuánta culpa tiene de esto el órgano electoral? Realmente ninguna. La función total del IEPC es organizar las elecciones, vigilar que se desarrollen con arreglo a lo previsto por la ley y contar los votos, con estricto apego a las facultades y los instrumentos que la propia ley otorga a los Organismos Públicos Locales Electorales.
A saber, la organización de las elecciones y el conteo de los votos que ha llevado a cabo el IEPC durante los plebiscitos de 2018 y 2021 fueron impecables. Prueba de ello fue lo ocurrido en el sufragio del seis de junio pasado, donde el margen de error del Programa de Resultados Electorales Preliminares, conocido como PREP, con el reconteo de los votos fue de 0.03 por ciento, es decir, prácticamente nada.
Entonces, ¿cómo revertir esa situación de malas prácticas y de desconfianza en el árbitro electoral? –pregunté al presidente del IEPC.
“Mira, Mario, los chiapanecos pueden confiar plenamente en nosotros. De 2018 a 2021 hemos avanzado mucho, sobre todo en el tema de la transparencia. Entendimos que si no transparentábamos los procesos y la actuación del instituto, nosotros seríamos los causantes de diversas situaciones, como de violencia, por ejemplo. Por eso ahora todos los actos del instituto son muy transparentes, todas las sesiones se transmiten en tiempo real, nada se lleva a cabo en lo oscurito. La publicación de la información, llámese coaliciones, llámese precandidaturas, candidaturas, todo se reporta prácticamente en tiempo real desde los portales de internet. Eso, desde luego, ayuda a revertir tendencias.
“Por lo otro, se requiere de la intervención oportuna del Estado mexicano, porque no es tema de un gobierno específico, y en ello priorizar que nuestras instituciones salgan fortalecidas. Necesitamos que todos los que intervenimos en la elección cumplamos con nuestra responsabilidad, cumplamos con nuestra función. Que las instancias de gobierno asuman sus deberes en el ámbito que les corresponde, sobre todo para propiciar un contexto de seguridad que haga posible las elecciones.
“Me gustaría aclarar que en el proceso de 2021 no hubo un clima de protesta social. Con decir que ninguna de las setenta impugnaciones procedió. Lo más importante es que lo que resolvieron los tribunales confirmó los resultados de la elección, todos. El único resultado que no se confirmó fue el del municipio de Frontera Comalapa y porque el Consejo Municipal, que había validado la elección, lo hizo con actas ya que no había paquetes porque los quemaron los grupos antagónicos, y a juicio del Tribunal Electoral el número de actas con que se validó la elección no era suficiente. Pero esa confirmación nos dice que las elecciones de 2021 fueron limpias y transparentes”.
-Entonces, doctor, ¿podemos confiar en el IEPC?
-Sí, absolutamente.
– ¿Y qué pueden esperar los chiapanecos por parte del IEPC en la elección del tres de abril?
-Que vamos a actuar con mucha transparencia, con mucho profesionalismo. Que vamos a estar muy al pendiente de que la voluntad popular se respete y que sea eso, y únicamente eso, lo que defina quiénes van a ser los próximos presidentes municipales en esos seis municipios. ¿Y cómo vamos a hacer ese trabajo? Siendo muy profesionales. Estamos ensayando, no vamos a llegar a la elección con improvisaciones. El domingo tuvimos el primer simulacro de tres del PREP, para que el sistema esté funcionando muy bien y quiero decirle a la opinión pública que no estamos contratando una empresa, el IEPC va a llevar a cabo esa tarea, tenemos la capacidad para hacerlo. También estamos capacitando a nuestros consejos. Es decir, mucha práctica, mucho ensayo, mucha transparencia y mucho profesionalismo. ¿Y qué esperamos? Que los actores políticos estén a la altura de las circunstancias y el llamado es a ellos. Los chiapanecos se merecen elecciones limpias, con certeza y seguridad.
