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Letras Desnudas

Mario Caballero

Una de dos. O la ambición de poder ha hecho que Aquiles Espinosa perdiera la razón o simplemente quiere vernos la cara de tontos.

Lo he dicho antes: la mentira y el cinismo son parte intrínseca de la política. No hay ningún político que, de alguna forma u otra, trate de ocultarnos la verdad. Lo hacen sabiendo que están falseando la realidad para conseguir un propósito, ya sea escabullirse de un cuestionamiento o para manipular a la gente. En pocas palabras, apelan a la máxima maquiavélica de que “el fin justifica los medios”. Pero también lo hacen creyéndose sus propias mentiras. Esto es peor que lo primero.

Ya he fundamentado que Aquiles es lo peor que podría pasarle a Tuxtla Gutiérrez. Ahora expondré que miente con todos los dientes.

Analicemos el video que subió en TikTok en días recientes, el cual deja ver que se extravió de la realidad, que ve logros donde hay podredumbre y que califica de progreso lo que claramente es un desastre gubernamental.

EL VIDEO

Empieza con la payasada de que “en Tuxtla, Aquiles Espinosa representa la continuidad de la verdadera transformación”.

Al decir “verdadera transformación” se refiere al gobierno de Carlos Morales Vázquez. Pero ¿cuál transformación? ¿Qué fue lo que transformó el alcalde de origen coiteco?

Hasta donde se sabe no hay consenso en que la capital del estado sea mejor que antes. Todo lo contrario, Tuxtla presenta actualmente muchas deficiencias en los servicios públicos, como el agua potable que no llega a innumerables colonias, falta de alumbrado público hasta en el primer cuadro de la ciudad, ya no digamos en los barrios de la periferia; calles destruidas, fugas de aguas negras por doquier, etcétera, etcétera.

En cuanto a la recuperación de espacios públicos, como parques, andadores y corredores, la pavimentación de calles y avenidas principales, la construcción de puentes y pasos a desnivel, entre otras obras de infraestructura, no se le pueden adjudicar a la gestión de Carlos Morales ya que son parte del plan de obra pública del Gobierno del Estado.

Luego dice: “En 2018, junto a todos los tuxtlecos acabamos con la corrupción y las mentiras del pasado. Aquiles estuvo ahí como mano derecha del presidente municipal aportando su trabajo, su método y su experiencia para hacer de Tuxtla un lugar mejor”.

Como dice la chaviza: me tapo un ojo, me tapo el otro y nada que ver.

Tuxtla no es un lugar mejor. Además de la carencia de servicios públicos de calidad, hay más inseguridad. De acuerdo con el Observatorio Ciudadano de Chiapas (Occh), la capital chiapaneca está en el primer lugar por carpetas de investigación en delitos de robo con violencia, robo a negocios, violación, violencia familiar, narcomenudeo y lesiones dolosas.

Para mayor tristeza, distintas encuestas periodísticas revelan que los ciudadanos se sienten acosados por el abuso de autoridad de los agentes municipales, lo que contribuye a la desconfianza y al descrédito de las instituciones encargadas de salvaguardar la seguridad pública del municipio.

Por si fuera poco, la Unidad Especializada para la Atención de la Violencia Intrafamiliar y de Género (Unevig), ha registrado una alarmante tendencia de violencia contra las mujeres en diversas colonias de la ciudad en los últimos años que el gobierno de Carlos Morales no ha atendido o querido atender. Vaya, ni siquiera ha diseñado un plan o implementado estrategias para evitar, concienciar y combatir este terrible fenómeno social.

A la sazón, ¿dónde está el mejor Tuxtla del que tanto presume Aquiles Espinosa?

En otra parte del video, Aquiles dice de viva voz: “La transformación es más que un simple cambio, es un compromiso con valores que representa Morena”. ¡Qué payaso!

Él es el menos indicado para hablar de transformación, compromiso y menos de valores.

Para empezar, debería ser sincero con los tuxtlecos y aclarar que no es de Morena sino del PRI. Por documentos de este partido se sabe que Aquiles jamás renunció a su militancia. Sigue siendo tan priista como cuando siendo líder estatal del PRI lo aprehendieron el 23 de diciembre de 2003 por conducir un vehículo con reporte de robo. Constancia de esto es la averiguación previa 056/UCARV/2003.

Y si no puede hablar de transformación, compromiso y valores es porque como secretario de Movilidad fomentó el nepotismo, colocando a sus familiares en puestos clave. Como su sobrino Alfredo López García, quien fue exhibido mediante una grabación telefónica haciendo negocios con transportistas a los que les ofrecía actas constitutivas y asesoría legal a cambio de importantes sumas de dinero.

También porque toleró el transporte pirata en modalidad de taxi, mototaxi y rutas en tramos federales. De acuerdo con el Organismo en Seguridad Vial en Chiapas, existen alrededor de 17 mil 600 vehículos irregulares en el estado, que la administración de Aquiles consintió y no regularizó, amén de que hay información que cobró cuotas a los choferes y pseudo líderes transportistas para que estas unidades trabajaran sin ningún impedimento por parte de la autoridad.

Inclusive, permitió que vehículos de transporte colectivo operaran con placas sobrepuestas y taxis con números clonados.

Asimismo, porque entregó concesiones de taxi a discreción y en beneficio de amigos, compadres y líderes transportistas a fines. Por ejemplo, la concesión que le otorgó a su secretaria privada, María Guadalupe Galdámez Alegría, quien utilizó a su hija como prestanombres.

Y no podía faltar el despotismo y prepotencia con que trató a los socios del Conejobús, a los que les quitó las concesiones de las rutas uno y dos de Tuxtla Gutiérrez y a los que no les ha pagado la deuda de más de 160 millones de pesos por la renta de sus placas.

Y SIGUE

En el colmo del cinismo, presume que “hoy, Tuxtla es ejemplo con el mejor sistema de recolección de basura del sur del país” (sic). Miente.

Por un lado, no existe ningún reconocimiento por alguna institución u organismo que acredite que el proyecto de contenerización sea el mejor del sur del país y, por otro, omite que este proyecto significó un fraude al erario municipal. Puesto que Carlos Morales realizó la compra de los contenedores para basura con sobreprecio y por adjudicación directa a favor de la empresa Veolia.

Es más, Aquiles no puede alegar progreso cuando tan sólo en el primer trienio de Carlos Morales, Smapa generó una deuda por más de 209 millones de pesos y perdió un juicio por una cantidad de 276 millones con la empresa Fypasa, encargada de la cloración en Ciudad del Agua.

TAL PARA CUAL

En fin, carecen de sentido las afirmaciones de Aquiles Espinosa. En Tuxtla no hay progreso y tampoco se ha transformado. Y un proyecto de continuidad es lo que menos se necesita. Sobre todo, porque el gobierno de Carlos Morales corre entre señalamientos de corrupción, tráfico de influencias y desvío de recursos públicos. Igual que su gestión en la Secretaría de Movilidad y Transporte.

Peor todavía, si tanto machaca la idea de la continuidad es que Carlos Morales requiere un sucesor a modo que lo proteja de los desfalcos al erario y demás arbitrariedades. Aquiles lo es, quien al decir que ha trabajado como mano derecha del presidente municipal desde el 2018 revela que también ha sido su cómplice.

yomariocaballero@gmail.com

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