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Letras Desnudas

Mario Caballero

Lo he dicho y lo sostengo: Paco Rojas es un oportunista.

Es curioso observar a detalle el comportamiento de la psiquis de un político como él cuya trayectoria se ha movido más entre la mediocridad y la incapacidad que en logros tangibles para la población. Pero eso es lo que en realidad más identifica a los oportunistas.

De acuerdo con el Diccionario Electoral del Instituto Nacional de Estudios Políticos, el oportunismo “es la acción de una persona que, desarrollando una actividad política, sacrifica sus principios por conveniencia personal”. Es decir, “lo importante para él o ella, es aprovechar la ocasión para lograr sus propósitos prescindiendo de toda ética, ideología o compromiso contraído con anterioridad”.

A la vista tenemos una enorme lista de esos servidores públicos y representantes populares que se sienten tocados por Dios y, por lo mismo, están convencidos que le hacen un favor a la patria. Ahí la razón que decidan buscar cargos de elección popular, ya sea la gubernatura de sus entidades natales, alguna senaduría, diputación federal o por lo menos una alcaldía. Entre ellos se encuentra, indudablemente, Paco Rojas, que otra vez aspira a ser candidato a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez.

¿QUÉ LO IDENTIFICA?

Francisco Rojas Toledo es un personaje muy conocido entre la población tuxtleca, pero reconocido jamás. No tiene credibilidad como servidor público y su fama está bien representada en sus apelativos. Como “Paco bonos”, “Paco moches” y para el que esto escribe se ganó recientemente el de “Bufón de la Corte”.

El número uno en la lista proviene precisamente de su periodo como alcalde de Tuxtla Gutiérrez.

No puedo negar que en su momento Paco fue muy popular y se metió a la bolsa la confianza de la gente, aunque en parte fue por el simple hecho de ser hijo de uno de los políticos más respetados de la ciudad, como lo es don Valdemar Rojas, quien en los años setenta logró arrebatarle la alcaldía capitalina al otrora poderoso PRI. Pero más tarde que temprano, defraudó a todo mundo.

No sólo fue incompetente para gobernar la capital chiapaneca, sino además estuvo involucrado en presuntos actos de corrupción.

Patético, se autoproclamó como “el impulsor de la modernidad” de Tuxtla Gutiérrez. Sin embargo, las obras que llevó a cabo durante su gestión estuvieron mal planeadas, peor ejecutadas y fueron utilizadas como escaparate para el desvío de recursos públicos. Por si fuera poco, también hubo señalamientos sobre que los contratos de obra pública los asignó por adjudicación directa a empresarios amigos suyos o ligados por parentesco o por compromisos políticos con su familia.

Al cerrar su trienio (1999-2001), tramitó ante el cabildo un bono de productividad para el cuerpo de gobierno que no está contemplado en la ley, o sea, era ilegal. Y nada más él obtuvo un bono por 2.7 millones de pesos. Desde entonces se le conoce como “Paco bonos”.

El mote de “Paco moches” surgió durante el proceso electoral de 2015, en el cual fue candidato por segunda vez a la alcaldía tuxtleca, perdiendo la elección.

En ese entonces, dos medios de comunicación a nivel nacional difundieron videos en los que Paco Rojas se ve recibiendo importantes sumas de dinero. En el primero de ellos, está en un privado de un restaurante, donde una persona desconocida le hace entrega de al menos doce fajos de billetes que son acomodados dentro de una caja de zapatos. De acuerdo con la conversación que quedó grabada, el dinero le había sido entregado como pago por la aparente intervención de Rojas para conseguir una obra y por contratos futuros de obra pública si llegaba a la presidencia municipal.

En el segundo metraje, un empresario poblano que según se dedica a equipar hospitales, le avienta a Paco fajos de billetes sobre la cama de un cuarto del Hotel Hilton Garden, donde se reunieron para la entrega del efectivo, y según se escucha en el video la suma total es de un millón 400 mil pesos.

Al despedirse de su benefactor o financista, Paco le dice: “Todas las obras te las voy a pasar”.

Así nació el apodo de “Paco moches”.

¿Cómo nació el de “Bufón de la Corte”? Simple, siendo el alcahuete, cómplice y defensor de Carlos Morales Vázquez, actual presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, quien al final terminó riéndose de él.

En el primer periodo de Carlos Morales, Paco fungió como regidor. Y en un primer momento, cuestionó y censuró la mayoría de las decisiones de éste, al que incluso casi casi llamó corrupto en algunos de los videos que publicó en sus cuentas de redes sociales.

Pero eso –dijimos- fue al inicio, porque… tres doritos después, Paco pasó de criticar al alcalde a defenderlo a ultranza. Si Carlos Morales era acusado de desvío de recursos públicos, tráfico de influencias, nepotismo o de beneficiar a empresas con contratos multimillonarios por adjudicación directa, como el caso de la compra de los contenedores para basura a sobreprecio con Veolia, salía con la rapidez de una gacela a decir que todo estaba en orden y hasta afirmaba que detrás de dichas acusaciones había una campaña de desprestigio en contra del alcalde.

No obstante, hasta el día de hoy Carlos Morales no ha podido transparentar dicha compra de contenedores y se supo que él lo defendía porque el alcalde le había prometido hacerlo candidato de Morena a la presidencia municipal.

Como todos sabemos, Carlos Morales se reeligió y con ello convirtió a Paco Rojas en su hazmerreír. Le pagó todo su servilismo burlándose en su cara. El bufón de la Corte.

RIDÍCULO

Este 2024, Paco buscará ser nuevamente candidato a la presidencia municipal. Ya lo anunció. ¿Y sabe cuál ha sido uno de sus principales argumentos? Criticar a sus adversarios con el calificativo de “chapulines”, pues según él los políticos que buscan la alcaldía capitalina son los mismos de siempre, que sólo brincan de un partido a otro y que quieren el poder nada más para saciar sus intereses personales.

¿Acaso no se acuerda que él hizo lo mismo?

Hace algunos años, renunció al PAN alegando que era un partido corrupto que había perdido los ideales que lo vieron nacer y que lo llevaron a alcanzar la Presidencia de la República en el 2000 y 2006. Por eso, en 2021, participó por la alcaldía tras las siglas de Movimiento Ciudadano. Pero al parecer el PAN recobró extrañamente este año sus viejos ideales y ahora él está de vuelta y con la camiseta bien puesta. Ridículo.

Peor todavía, con ese discurso deja ver con toda claridad lo oportunista que es. Si por un lado es igual de “chapulín” como los que tanto critica; por el otro, no puede ocultar que está obsesionado con el poder. Si hacemos cuentas, de llegar a ser candidato en el presente proceso electoral, sería la quinta ocasión que buscaría ser presidente de Tuxtla Gutiérrez. La primera en 1999, cuando ganó la elección; la segunda en 2015; la tercera en 2018; la cuarta en 2021 y, la quinta, este 2024.

¿Esa insistencia por repetir en el cargo no es también una terquedad por saciar sus intereses personales, lo cual para él es una abominación?

Bien dice el refrán que “el que al cielo escupe, en la cara le cae”.

Ya basta de políticos como Paco Rojas que, sin ningún valor moral y ético, ven al servicio público no como una oportunidad de servir a sus semejantes, sino como un botín.

yomariocaballero@gmail.com

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