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Hacia una Educación Media Superior sin excluidos

Ulises Lara López

A partir de ayer, 18 de agosto, se dio a conocer los resultados de aplicación de los exámenes de asignación al bachillerato para el Ciclo Escolar 2023-2024, por parte de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (COMIPEMS). Dicha información será publicada en su sitio web y en periódicos.

Cabe señalar que los aspirantes al INP o a la UNAM requieren de un promedio mínimo de 7.0 en el certificado de Secundaria, de no ser así no podrán ingresar, aunque obtengan el puntaje requerido por las instituciones; entre las que solicitan el promedio más alto están las prepas de la UNAM: Prepa 6, con 112; Prepa 9, con 109 aciertos; Prepa 2, con 108; Prepa 5, con 105 y Prepa 3, con 104.

Sin duda, la UNAM y el IPN son las opciones educativas con mayor demanda. En datos oficiales de 2022, el 26.9% de los aspirantes entraron a su primera opción, 63.6% ingresaron a una de sus primeras cinco opciones, mientras que 9.5% obtuvieron un puntaje que no permite asignarlos a alguna de las escuelas elegidas y se les denomina: “Con Derecho a otra Opción (CDO)”, es decir que a los alumnos que no entran en alguna de sus primeras opciones, podrán acceder a otras opciones.

En procesos de años anteriores la UNAM aceptó sólo a dos de cada diez concursantes que solicitaron un lugar dentro de sus aulas para poder estudiar el bachillerato.

Dicho por las autoridades educativas, este examen no es de admisión o de selección, sino que es un concurso de asignación. En ningún caso se debe hacer referencia a los aspirantes como “excluidos” o “rechazados”.

En referencia las evaluaciones es importante aclarar que es incorrecto traducir el resultado de la calificación que se obtenga en una escala de 0 a 100, por lo que tampoco debe referirse a los resultados de las y los aspirantes como reprobado o aprobado.

Los puntajes varían entre 50 hasta 128 aciertos, en ese rango existe la posibilidad de poder ingresar a los colegios de bachilleres públicos de COMIPEMS.

El puntaje mínimo es de 50 aciertos, en caso de tener un resultado menor se debe acudir al módulo de la COMIPEMS para, de esta forma, verificar esta situación y hacer la solicitud del apoyo; para ser asignado en alguna de las opciones que tenga cupos disponibles.

La estructura de la evaluación está dividida en dos áreas: Habilidades Intelectuales Básicas con 32 preguntas (razonamiento verbal y matemático), que evalúa las destrezas de los estudiantes. Y conocimientos disciplinarios con 96 preguntas (español, historia, geografía, formación cívica, ética, matemáticas, biología, química y física) que mide los conocimientos que poseen los estudiantes, a nivel de Educación Secundaria.

COMIPEMS evalúa los conocimientos hasta las habilidades de los estudiantes, todo con la finalidad de conocer lo aprendido en la Secundaria para poder ingresar a bachillerato. Realmente, presentar este examen es la única opción que se tiene para ingresar a preparatorias públicas, ya sea en la Ciudad de México o el Área Metropolitana.

La COMIPEMS fue fundada el 19 de febrero de 1996 mediante un acuerdo para evaluar habilidades y conocimientos a través de pruebas en las que han participado diversos pedagogos y académicos, pues en cada aplicación tiene que modificarse a fin de evitar que sea un material que pueda tenerse previamente para obtener resultados antes de su aplicación.

Con el apoyo de varias instituciones asociadas, se busca imparcialidad en la corrección de exámenes, encomendándose al Centro Nacional de Educación la tarea de evaluar y clasificar los exámenes del concurso.

Por otra parte, existen otras instituciones públicas para continuar el bachillerato, las cuales son la alternativa si por algún motivo los estudiantes no se registraron para el concurso del COMIPEMS o no acudieron a presentar el examen.

Además, la SEP cuenta con una modalidad de Prepa en Línea donde es posible cursar 23 módulos para recibir el certificado de bachillerato.

El Artículo Tercero de la Constitución dicta que todo individuo tiene derecho a recibir educación. “El Estado –Federación, Estados, Distrito Federal y Municipios–, impartirá educación preescolar, primaria, secundaria y media superior”.

Ante las evidencias resulta oportuno reflexionar la utilidad de la COMIMPEMS como mecanismo efectivo de selección y no de exclusión.

Aún persiste un movimiento de estudiantes que reclaman un lugar en la UNAM o en el politécnico y que se hacen llamar movimiento de “rechazados” porque no lograron obtener un espacio en estas instituciones y no consideran una opción distinta para su formación nivel medio superior

Si bien el prestigio de dichas instituciones antecede en su opción también es cierto que las limitaciones para hacer el bachillerato de todos los mexicanos quedaron desechadas desde hace mucho tiempo hubo una tendencia para que aquellos menos favorecidos económica social y educativamente optaron por una formación técnica y abandonaran el sueño de una educación profesional

Es necesario replantear las políticas de educación profesional y antes de las licenciaturas tradicionales para ofrecer nuevas alternativas que combinen la certificación de niveles educativos y permitan la continuidad en diferentes áreas de conocimiento, en específico aquellas que por su innovación y permanente desarrollo demandan flexibilidad en la estructura curricular y un pensamiento crítico en los alumnos que les permita construir con información una estructura curricular acorde con sus necesidades y proyectos de desarrollo

Deberá ser un propósito para el siguiente periodo, no habría una amplia consulta para resolver en definitiva la estructura de educación media superior del país que alguna vez alguien llamó el “archipiélago del bachillerato” para transformarlo en un escalón formativo al que todos tengan acceso sin exclusiones, la cuarta transformación en la educación continua en la media superior.

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