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La educación superior a evaluación

Ulises Lara López

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó, desde el pasado 20 y permanecerán activos hasta el 27 de julio, los resultados del concurso de selección 2023 para estudiar en alguna de las 133 carreras que ofrece de forma presencial.

Más de 22 mil estudiantes esperan ser admitidos en la Máxima Casa de Estudios del país, tras presentar una prueba que constó de 120 preguntas de opción múltiple, aplicada entre mayo y junio, y con la que se define a quién integrará a la nueva generación para el ciclo escolar 2023-2024, clasificadas en cuatro áreas del conocimiento: ciencias físico-matemáticas e ingenierías; ciencias biológicas, químicas y de la salud; ciencias sociales y humanidades y artes.

El examen de admisión supone un gran filtro que evidencia la dificultad de acceder a la educación pública superior en México ante una oferta limitada y una demanda que denota el dinamismo y la participación de los jóvenes en México.

Datos de la UNAM indican que, de los 225 mil 983 aspirantes registrados al concurso de selección del año pasado, solo 25 mil 291 (11,19%) obtuvieron un cupo para estudiar la licenciatura durante el ciclo escolar 2022-2023. Es decir, solo uno de cada 10 aspirantes, ingresaron a una de sus facultades.

Actualmente la UNAM cuenta con más de 373 mil estudiantes entre bachillerato, licenciatura y posgrados, ello representa la mayor matrícula de Latinoamérica y contribuye esta universidad esté rankeada entre las mejores.

Ante la demanda de ingreso a la universidad, diversas facultades realizan una segunda vuelta para quienes no se hayan quedado en el primer intento y existen otras opciones para continuar con los estudios superiores. En la Ciudad de México, por ejemplo, hay instituciones de educación superior que son gratuitas e incluso no hacen examen de admisión.

Dentro de estas opciones está la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), que desde 2001 imparte 19 licenciaturas y siete posgrados en cinco planteles; sus áreas de estudio contemplan ciencias, tecnología, humanidades y ciencias sociales.

Otra opción de reciente creación es la Universidad de la Salud (UNISA) que imparte las carreras de Medicina General y Enfermería Familiar. La convocatoria de ingreso se publica en marzo de cada año. La matrícula disponible es de mil lugares entre ambas licenciaturas. Se debe considerar que la formación es teórico-práctica, por lo que se requiere disponibilidad de tiempo completo. Los planes de estudio de las licenciaturas pueden ser consultados en el portal de internet de la UNISA.

Existe también la Universidad Abierta y a Distancia de México donde las personas interesadas podrán estudiar en línea conforme a sus tiempos y horarios, desde cualquier lugar. Los programas de estudio y gestión están a cargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y en ella se ofrecen 18 carreras para 9 mil personas.

Por su parte, la Universidad Rosario Castellanos cuenta con tres modalidades: presencial, semipresencial y a distancia. Oferta 4 mil lugares para 15 carreras, entre ellas: Derecho, Economía,

Psicología y Administración. En esta institución recientemente se graduaron mil 806 estudiantes en 15 licenciaturas; estos alumnos pertenecen a la generación 2019-2023 y son los primeros de la convocatoria publicada el 7 de Julio de 2019. El evento de graduación tuvo lugar en el Centro Médico Siglo XXI del IMSS, y contó con la presencia del Jefe de Gobierno Martí Batres, quien se pronunció por afianzar a esta institución de Educación universal y afirmó que con ello se dará un paso más para garantizar el acceso a más derechos.

Como las descritas, existen más opciones públicas para que los jóvenes cursen la educación superior. Lamentablemente, en el afán de contar con un título académico muchas personas buscan documentación falsa que acredita títulos de estudios universitarios.

En un artículo de investigación del periódico Milenio se dio a conocer que existen títulos universitarios de las mejores escuelas del país, privadas o públicas, que son vendidos desde 3 mil 500 pesos, a través de perfiles de Facebook; desde luego se trata acreditaciones falsas, a pesar de ello los vendedores prometen que estos «documentos oficiales» son válidos ante la SEP; la demanda es tal que los pueden enviar hasta la comodidad de tu hogar.

Incluso la entrega puede constar de una cédula profesional y de una carta de finalización del servicio social de “todas las universidades de la República Mexicana”, incluyendo escuelas privadas.

En el mismo documento, al reverso, contiene datos de registro, como lo es un folio, número de registro del título libro y hoja, donde supuestamente estaría la información del egresado, así como la fecha de egreso de la carrera y defendiendo su autenticidad en la esquina superior derecha y en la esquina inferior izquierda contiene estampas oficiales. Sin embargo, cuando se revisa minuciosamente, se puede notar que los sellos están impresos en el papel.

La demanda de espacios para cursar estudios superiores y la concentración de la oferta institucional en ciertas licenciaturas y especialidades para atender percepciones del mercado de profesionales confirma porque la educación superior tiene desafíos que empiezan por evitar la defraudación en la oferta de carreras de instituciones educativas de dudoso prestigio hasta la orientación a estudiar áreas de conocimiento científico y tecnológico, social y administrativo, cultural y recreativo para cumplir con el mandato constitucional del derecho a la educación y atender el desarrollo del país con los profesionistas e investigadores con que construyamos el nuevo futuro de un México con soberanía energética, de grandes centros logísticos, con nuevas líneas ferroviarias y amplias zonas metropolitanas.

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