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Juan Sabines Gutiérrez: “El Ciclón del Sureste”

Roque Gil Marín Vassallo
Comitán, Chiapas
Al llegar la fecha en que nuestro inolvidable “Jefe” celebraba en forma pomposa y pueblerina lo que él llamaba “El Día de su Diablo”, aquellos que en un lapso de 18 años lo acompañamos en tres ocasiones a buscar -sin lograrlo- la postulación del Partido Revolucionario Institucional –PRI- a la gubernatura de nuestro amado Chiapas (allá por los años de 1963 y 1964 la primera vez; luego 69 y 70 la segunda; y 75 y 76 la tercera), volvemos a recordar las inolvidables estampas que quedaron impresas en nuestra mente y en el más grato altar de los recuerdos, de El Líder, El Caudillo, El Político, El Funcionario, y El “Jefe”, pero en especial del amigo entrañable como lo es el más grande de todos los Juanes que han nacido en Chiapas: Juan Sabines Gutiérrez, a quien se le identificó con varios nombrecitos, como “El Ciclón del Sureste”, “El Turco Arrecho” y “El Hombre de las dos gardenias”. Veamos porqué, este último.
Nació el 27 de junio de 1920 en Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, siendo sus señores padres el Mayor del Ejército Mexicano don Julio Sabines, de ascendencia arábiga, y doña Luz María Gutiérrez, a quien le decíamos “Tía Lucha”, tuxtleca y descendiente del Héroe Epónimo de Tuxtla, Gral. Joaquín Miguel Gutiérrez Canales, siendo sus hermanos Jaime y Jorge, que de niños estudiaron tanto en su lugar de origen como en Comitán, pero Juan tuvo que suspender su carrera de Abogado para dedicarse al comercio, que era la actividad que heredó de su señora madre. Logró convertirse en un comerciante próspero y por ser muy generoso con los pobres, “Don Juanito” recibió el afecto y el apoyo del pueblo tuxtleco, así como el empuje y la lealtad de sus amigos personales, que le abrieron los ojos para mirar que la política era para él un camino seguro y exitoso.
¿Por qué el Hombre de las dos gardenias”?
El 14 de septiembre de 1974, celebramos en el Club de Periodistas -sito en la calle Filomeno Mata No. 8, en el centro histórico de la Ciudad de México- el 150 aniversario de la Federalización de Chiapas a México, con una comida a la que fuimos invitados los que integrábamos el Comité Directivo de la H. Colonia Chiapaneca en el DF, la cual era presidida por el amigo Mario Ramos Grajales.
Este evento fue amenizado por la grandiosa Marimba Orquesta “Brisas del Grijalva”, cuyo Director es el amigo Humberto Moreno Penagos, y a la que asistieron los más altos funcionarios del Gobierno de Chiapas a cargo del Dr. Manuel Velasco Suárez, el aspirante a Gobernador Lic. Jorge de la Vega Domínguez, al igual que los Senadores y Diputados Federales chiapanecos; que horas antes habíamos depositado una ofrenda floral ante la columna de la independencia y ahí, en medio de tantos personajes importantes sobresalía uno, que era don Juan Sabines Gutiérrez; y cuando ya todos los comensales estábamos “con media estocada adentro”, don Juan se vino a sentar a nuestra mesa a saludarnos, siendo entonces que nos contó sobre su adicción por la flor de las flores, que para él era la gardenia.
Recuerdo muy bien sus palabras, cuando nos dijo: “Yo soy el Hombre de las dos gardenias”, agregando que la primera era la gardenia del amor, del perfume que olía a Chiapas, a la familia y a Tuxtla, sonriendo en forma amplia al decirnos que San Roquito ya le había “hecho el milagro de mandarle un hijo varón”, al que –dijo- “dedicaré lo mejor de mi vida y le puse mi nombre para que siga mis pasos y mi ejemplo”.
Luego, don Juan hizo un breve paréntesis para saborear un tequilita que “se echó de un jalón”, para agregar: “Mi otra gardenia es la que huele a política, al poder, y porque quiero ser Gobernador de Chiapas algún día y espero que se me haga realidad, y tener en mis manos la oportunidad de convertir el poder político en servicio al pueblo de Chiapas, al que transformaré ¡con hechos, no con palabras! Sellando con su coloquial y muy propia forma de hablar, su promesa a los chiapanecos, lo que a juicio de millones de paisanos supo cumplir a cabalidad entre 1979 y 1982; y por su obra inmensa de transformación urbana de todos los núcleos principales de Chiapas, se ganó el nombramiento de “El Ciclón del Sureste”.
“El Turco”, como lo apodaban sus amigos, fue llamado a cuentas ante el Creador del Universo, el 2 de marzo de 1987, en la Ciudad de México; y a partir de esta fecha, don Juan Sabines Gutiérrez alcanzó la Eternidad, viviendo siempre en el corazón del pueblo chiapaneco. Salud.

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