Sabines con Ebrard y Yassir con Adán, en busca de la impunidad total
Algunos de sus allegados, alaban a Juan Sabines Guerrero como un hombre con visión de futuro, por estar apoyando abiertamente a uno de los aspirantes a la presidencia de la República. Aseguran que su gallo ganará la interna para ser el candidato que represente a Morena en las elecciones de 2024.
Si piensan así están rotundamente equivocados, pues lo que busca desde ahora el Cónsul de Orlando Florida, en los Estados Unidos, no es justamente luchar hombro con hombro con Marcelo Ebrard Casaubón para la presidencia de México, sino blindarse del asecho judicial que carga sobre sus espaldas en su paso por la gubernatura de Chiapas de 2006 a 2012 donde está señalado y denunciado por corrupción.
Lo que Sabines Guerrero hace es saber infiltrarse y venderle las perlas de la virgen a una de las corcholatas del presidente AMLO, quien ciego y empeñado por alcanzar la nominación, no ha “tenido tiempo” para echarse un clavado en su gente que lo rodea. Qué al canciller no le importe o no sepa qué patraña se echó a cuestas, pues ya lo sabrá cuando le digan la clase de animal ponzoñoso lo asesora o desempeña supuestamente como coordinador de campaña en el estado chiapaneco; o lo que es peor, cuando sienta la puñalada por la espalda como traición a sus postulados.
Marcelo Ebrard, por si lo desconoce tiene que enterarse que Sabines y su camarilla de rufianes que tomaron por asalto el gobierno de Chiapas de 2006 a 2012, andan en busca de quién puedan colgarse de su espalda para que el manto de la impunidad que lo cobija, prevalezca por muchos años más.
El ex mandatario sabe que una vez que el presidente de México dejé el cargo, su status de hombre intocable y protegido por la Cuarta Transformación, puede caer y es ahí donde peligra su continuidad en algún puesto gubernamental en el futuro, y peor aún, que exista la posibilidad de que lo llamen a rendir cuentas.
En varias entregas se ha puesto en evidencia la forma en que opera Sabines y la forma que utiliza los puestos públicos para deshacerse de los recursos, propiedad de las arcas de la hacienda estatal. En suma, se ha evidenciado la poca vergüenza en la que actúa el malqueriente exgobernador.
Sin embargo, parece que no entienden o no les importa. Ebrard, de llegar a ser el elegido, sabrá de propia mano de lo que se le ha hablado constantemente.
Esto por el lado del canciller y por el lado del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, debe tener mucho cuidado para evaluar al tipo de persona que le quiere encaramar Sabines a su campaña, o por lo menos, quien le hace guiños para que lo incluya en su equipo de trabajo.
Lo decimos porque el Cónsul de ingratos recuerdos para Chiapas le ha encaramado a su ahijado, el corrupto de Yassir Vázquez, el tristemente recordado alcalde que dejó un vómito el centro de Tuxtla Gutiérrez -y que a la postre se exhibieron los fraudes cometidos-, para que lo incorpore a su equipo de trabajo.
En una gira reciente por el estado de Jalisco, al funcionario de Gobernación se le pegó como chinche el otrora imberbe que lastimó a los tuxtlecos con su proyecto “Que viva el centro”. Yassir difundió con bombo y platillo que lo acompañó a dicha entidad del occidente del país.
“Tuve el gusto de acompañar a Adán Augusto al estado de Jalisco… me queda claro que cuando hay voluntad de superar los desafíos y se encuentran las coincidencias, el dialogo siempre será el camino”, cita parte de lo que escribió Yassir.
Quizás nadie le ha mencionado al tabasqueño que incorporar a su equipo al referido sujeto que una vez que dejó el cargo de alcalde huyó de la entidad, será lo peor que pueda hacer. En realidad, en lugar de sumar le causará restas.
La jugada de Sabines es aprovecharse de las circunstancias y subirse al tren que conducirá Ebrard, y si no llegase a ser el nominado, pues ahí está su ahijado en las filas de Adán Augusto. El propósito es amarrar llegar a la grande. La tirada para el exgobernador es jugar dos cartas en lugar de una.
Con Claudia Sheinbaum cree que Zoé Robledo será su as bajo la manga, pero de este lado son palabras mayores y habrá qué papel desempeña en este juego de intereses el actual director general del Seguro Social.
