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Intentan timar a usuarios del transporte; la Secretaría ni sus luces

El reciente enfrentamiento entre transportistas concesionados y los llamados “piratas del servicio público en la zona norte del estado, es una muestra de la pudrición que existe al interior de la Secretaría de Movilidad y Transporte, pues la instancia que en teoría y en la práctica, debería tener el control de las rutas y de la operatividad sólo para quienes cumplen con lo que dictamina la ley, en lugar de trabajar en ello, es parte del problema porque se aboca a venderse al mejor postor

En las inmediaciones de Chapultenango e Ixtacomitán, hubo quema de unidades y algunos golpeados. Culpan de los desmanes al delegado de Gobierno porque simplemente no ha combatido el pirataje y, al contrario, hace nexos con ellos.

Esta situación es en realidad un espejo de lo que sucede en todo el estado. Desde los tiempos “memorables” de Aquiles Espinosa García, la corrupción ha sido el sello de la casa. El problema es que se fue este funcionario de cuarta, pero la corrupción de fondo quedó operando, de ahí que no se vea factible que en corto tiempo se resuelva este problema.

Esto es una radiografía general que también se acentúa en plena capital del estado, donde se manifiesta que la Secretaría de Movilidad, desde los tiempos de Aquiles Espinosa, no ha cambiado su política de ser un cero a la izquierda.

El ejemplo más claro es el que un grupo de nueve líderes de las casi 200 rutas que hay en Tuxtla, se atreven a circular un oficio en las paradas de los colectivos y pegado al interior de las unidades, donde “ordenan” que el costo de la tarifa del transporte público subirá de ocho a 10 pesos.

El documento es una simple hoja blanca, con nueve firmas, no hay nombres de los supuestos líderes, y un texto que hace referencia, de manera verbal y provisional, que el ajuste a la tarifa entraría en vigor el primero de marzo. Argumentan la necesidad de estabilizar la economía y dar un mejor servicio del transporte.

Sin duda que el tema está a discusión, porque los tuxtlecos vaya que requieren de unidades nuevas, de choferes que ofrezcan el servicio con educación, que no sean groseros, que no carrereen, que respeten los derechos y la vida de los usuarios. Por dos pesos, si esto fuera una realidad, claro que la ciudadanía no pondría ningún pretexto.

Pero las cosas no son así, pues bajo el anonimato, quién responde por el seguro de vida de los usuarios que han sufrido percances en las unidades en las que viajan. El más reciente ejemplo es el del colectivo que se estrelló contra un camión de volteo, en el Libramiento Sur Oriente. La unidad se ve a kilómetros que requiere cambiarse por una nueva. Afortunadamente no hubo lesionados de gravedad, pero el mensaje de que hace falta unidades recientes es una realidad.

El anuncio del incremento no fue aplicado, afortunadamente, en la mayoría de las unidades que circulan en la capital. Del hecho que inundó las redes sociales, no hubo una posición oficial de la Secretaría de Movilidad, pero sí acarreó una infinidad de comentarios de los usuarios que opinaban en grupos de WhatsApp que la primera que debe dar la cara por el sector es la secretaria que reemplazó a Aquiles y que, hasta hoy en día, ni siquiera los mismos transportistas la conocen.

Claro que no hace falta que la conozcan, se trata de que ordene se investiguen las corruptelas en las que se encuentran los líderes de pacotilla, de que ponga mano firme para poner en su lugar a los concesionarios que al tener 30, 40, 100 o demás concesiones, les vale un comino lo que la ciudadanía opine. 

De acuerdo a la propia versión de los choferes, en ocasiones los propietarios de las placas y de la unidad, no tienen seguro de vida, operan al ahí se va y es ahí donde la Secretaría debería trabajar. Si la ciudad está llena de bloqueos por los trabajaos que realiza el gobierno del estado otro más no hace daño si verifican en campo que colectiveros y taxistas cumplan con la normatividad.

Por tanto, el incremento a la tarifa del transporte público que circuló en redes sociales debería ser, por educación, motivo para que la Secretaría de Movilidad saque la cabeza y emita una postura de que se sancionará a quienes pretenden timar a la población.

Si continúan dormidos, los funcionarios de cuarta -no de la cuarta transformación-, es hora de que salgan de la comodidad de su escritorio para constatar en campo qué es lo que está pasando con el sector, uno de los más cuestionados por su desempeño gris.

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