Destinados a morir achicharronados
La situación actual que se vive con el medio ambiente ha generado incertidumbre derivado de los riesgos que se podrían tener en el mundo entero ante un actuar deplorable por parte del ser humano al no cuidar su entorno.
Esto se puede observar principalmente con el incremento de las temperaturas por la escasez de agua y en contraparte, las bajas temperaturas en las zonas frías de este planeta que se traducen también en situaciones de afectaciones en el ambiente en México y en Chiapas.
La organización de las Naciones Unidas ha dado a conocer a través de diversos informes que el año 2023 fue el año más cálido registrado con una temperatura media global cercana a la superficie de 1.45 grados por encima de los niveles preindustriales.
Este dato debe poner en contexto del riesgo que se tiene en caso de que las prácticas y conciencia de la sociedad no cambien ante un daño inminente que se tiene en el planeta entero. No hace muchos años, acaso un lustro, Chiapas destacaba por ser un estado verde, que cuidaba sus ecosistemas, situación que ha tenido una decadencia importante y esto se debe principalmente ante la poca conciencia que se ha tenido por autoridades y la sociedad misma.
Uno de los factores que más ha generado daño en el ecosistema es el de los incendios que ha tenido de forma considerable afectaciones en varias de las regiones que integran la entidad. Eso lo refleja un informe que se mantiene por parte de la coordinación general de Conservación y Restauración Gerencia de Manejo de Fuego en donde detalla que, del 2020 al último día de 2023, se han tenido más de mil 200 incendios forestales.
Sólo en el imaginario colectivo tal cantidad de conflagraciones pueden interpretarse como dejar como campo minado a la superficie de varios municipios chiapanecos. Aunado a esto en cuanto incendios de pastizales se han tenido en este mismo periodo 3900 incendios en cuanto a incendios urbanos han sido más de 3000 los registrados.
Con un recuento del 2023 Chiapas destaca al mantenerse en el top ten de entidades con mayor afectación en cuanto a incendios posicionándolo en el séptimo lugar con 414 incendios forestales y con por lo menos 52 mil hectáreas dañadas.
Con esto podemos dar cuenta de los daños que se han tenido a los entornos y diversos sectores en el estado de Chiapas que deberían de ser cuidado tanto por las autoridades, pero, sobre todo, por la sociedad misma que ha omitido los llamados de alertamiento por instancias nacionales e internacionales para cuidar y conservar diversos espacios que hoy amenazan dichos entornos.
Lamentablemente más del 99% de incendios o incidentes en espacios abiertos terrenos baldíos se deben principalmente a malas prácticas del ser humano, lo que refleja la poca conciencia y también el poco compromiso en cuanto al cuidado de los entornos que en un momento serían parte del futuro de las nuevas generaciones.
Es necesario comprender la importancia de la acción del hombre y que por lo menos en Chiapas existen alternativas que permiten recuperar diversas zonas que aún se mantienen vivas, sin embargo, ni la autoridad ni la sociedad han sido conscientes de esta situación, lo que se avizora una catástrofe ambiental, y hoy, con el calorón que se siente en las calles de la capital Tuxtla Gutiérrez, el mensaje es que, si no se aplican políticas correctivas, estamos destinados a morir achicharronados.
