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¡el peso de las cuatro estrellas!

Editorial

¡el peso de las cuatro estrellas!

Cualquiera en México o en el extranjero, se hubiera puesto a pensar que el ejército mexicano ya tenía funciones distintas a la defensa de la soberanía nacional, establecidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La Cuarta Transformación dispone de entrada que, en su momento, sea la Secretaría de la Defensa Nacional, la que se encargue de atender un problema de gran envergadura, en el que las instituciones de seguridad habían fracasado: el combate al crimen organizado. Creando para ello, como respaldo, a la Guardia Nacional.

Luego el presidente Andrés Manuel López Obrador acordó y dio instrucciones precisas al general secretario, Luís Crescencio Sandoval González para que fuera la SEDENA la que se encargara de construir el Aeropuerto de Santa Lucía, un proyecto que requería de un respaldo del tamaño que solamente le podía proporcionar el ejército en esos momentos.

También sería el encargado de construir el aeropuerto de Tulum, una terminal que fue licitada en 2010, durante el sexenio de Felipe Calderón entre el sector privado, pero que no obtuvo ganador.

Informó el presidente López Obrador del inicio de la construcción de 2 mil 700 sucursales del Banco de Bienestar, obras que serán realizadas por ingenieros militares y cuya inversión para su construcción oscila en los 10 mil millones de pesos.

El mandatario dijo que la idea es acercar lo más posible el dinero que se dispersa de programas sociales a los adultos mayores, personas con discapacidad, becarios, los jóvenes del programa construyendo el futuro, y a quienes son parte del programa sembrando vida.

Por lo pronto para 2020 proyectan la construcción de la mitad de las sucursales, y para 2021 los 1350 restantes. La intención de construir las sucursales del Banco del Bienestar es llegar a cerca de 2500 municipios de México, de los cuales unos 1500 no cuenta con una sucursal bancaria por lo que las personas tienen que viajar a otras ciudades para movimientos bancarios.

Con estas y otras instrucciones presidenciales, los mexicanos y analistas internacionales construyeron una versión equivocada del ejército mexicano: que dedicaría al servicio de seguridad pública y a la construcción de la obra pública

Por eso nunca imaginaron una reacción de tal magnitud, al recibir la noticia de la detención del general ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, uno de los suyos.

El peso de las Cuatro Estrellas se hizo sentir al convertirse en una razón de Estado hasta conseguir que el tema diera un giro de 180 grados.

La fuerza y la dignidad del ejército mexicano se hizo sentir, pero elevada a todo su potencial. Los generales hicieron sentir su molestia, los oficiales seguramente hicieron se sintieron vejados y los soldados humillados.

Es posible que se sintieron exhibidos al extremo como narcotraficantes, como vendedores de droga, como protectores de capos, como ladrones, y hasta como lavadores de dinero. Todo sin existir más pruebas que una intercepción telefónica un delator, como ya se hizo costumbre allá en los Estados Unidos.

Primero detienen y luego investigan los norteamericanos, es el principio de culpabilidad el que impera.

En el gabinete presidencial nadie se percato del gran impacto que se estaba produciendo en la imagen del ejército mexicano este tipo de transformaciones, en sus nuevas funciones meta constitucionales.

Se aceptaban como parte de la gran transformación nacional, y llegaron a olvidar el Ppel de las fuerzas armadas y la dignidad de las cuatro estrellas.

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