Marco Alvarado / Diario de Chiapas
La Reserva de la Biosfera El Triunfo, nuestra gran productora de agua, cumple hoy 31 años de haber sido declarada área natural protegida por el gobierno mexicano, mediante un decreto firmado en 1990.
Aunque dependemos tanto de esta reserva, no somos conscientes de su fragilidad; protegerla del fuego es prioritario, o todos sufriremos las consecuencias del daño.
Como lo destaca el biólogo y director de esta reserva, gracias al bosque de niebla esta reserva natural hace posible que 400 mil chiapanecos y chiapanecas tengan agua en sus casas. La infiltración en el subsuelo también hace posible las actividades agrícolas en La Frailesca, Mapastepec, Pijijiapan o Escuintla, solo por mencionar algunos.
Esto es posible porque solo una hectárea de bosque capta cada año nueve mil 853 metros cúbicos de agua, de ahí la importancia de mantenerla protegida, destacó Vázquez Vázquez.
Si protegemos esta reserva los chiapanecos continuaremos disfrutando de sus beneficios: la producción de agua seguirá y con ello la producción de nuestro café y maíz, así como toda una variedad de servicios ecosistémicos que son posibles gracias a la existencia de este territorio que actualmente abarca una superficie de 19 mil 177 hectáreas.
El Triunfo es una reserva enclavada en el territorio de ocho municipios, y de acuerdo con el especialista, la convivencia entre los habitantes de estas regiones y la reserva natural es posible, si aprendemos a cuidar lo que tenemos, a procurar que su legado continúe las próximas décadas, que es uno de los objetivos del trabajo que realiza la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) con los habitantes de las poblaciones cercanas.
Pero si no la cuidamos y dejamos que los incendios ocurran, el fuego arrasará más que el bosque y los animales; dejará el suelo desnudo y cuando la lluvia llegue se podrían crear peligrosos deslaves que provoquen la muerte de cientos de personas.
El Triunfo no solo es importante para Chiapas, es una reserva fundamental para el mundo, y por eso desde el año 2006 fue incorporada a una red mundial de reservas del programa “El Hombre y la Biosfera”, de la Unesco, que busca procurar a partir de estos espacios protegidos polos de desarrollo para las comunidades que viven cerca, que sean áreas de logística y el punto de partida de programas para la conservación, en los que se involucren los habitantes, conscientes del patrimonio invaluable que tienen.
