Marco Alvarado / Diario de Chiapas
La expedición de registros de validez oficial en la educación superior de forma indiscriminada, es parte del problema que enfrentan los egresados de las universidades privadas en Chiapas.
Al incremento de la matrícula en las “carreras tradicionales”, que también afecta a las universidades públicas, se suma el hecho de que la institución encargada de aplicar la normatividad, carece de la supervisión adecuada, lo que ha dejado espacio para que haya plagios en los planes y programas de estudio, y con ello un baja en la calidad educativa que ofrecen muchas de las universidades privadas en la entidad.
En los últimos 19 años, en Chiapas aumentó de forma desmesurada el número de universidades privadas, algunas incluso atendiendo en domicilios particulares y otras sin oficinas conocidas, al pasar de 30 instituciones en el año 2000 a 350 en 2019.
Y pese a que son más las instituciones de educación superior privadas, esto no ha tenido impacto en la investigación o innovación de nuevas carreras profesionales que atiendan las necesidades de desarrollo, porque como sucede con la escuela pública, las carreras de siempre continúan siendo las más solicitadas.
Situación que no es privativa de Chiapas, porque a nivel nacional de las más de dos mil universidades privadas, solo 110 están acreditadas ante la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), y de éstas cinco están en el estado.
No obstante, si en el año 2011 se registró el egreso de siete mil 262 egresados de universidades privadas, para el año 2018 esta cifra alcanzaba ya los 26 mil 425 nuevos profesionistas, que deben enfrentarse a un mercado laboral escaso y mal pagado, en la mayoría de las profesiones.
