Aroma de política
Rita Balboa
La biodiversidad de Chiapas es reconocida mundialmente por la gran riqueza, pero también por las grandes tragedias.
De acuerdo con la organización mundial «The Nature Conservancy» y la USAID (Agencia Internacional de los Estados Unidos para el Desarrollo): Chiapas es el segundo estado con mayor deforestación en el país. Entre el 2001 y el 2016 se perdieron 470 mil hectáreas de cobertura forestal, con una tendencia al alza: solamente en 2016 se perdieron más de 68 mil hectáreas de bosque, en comparación con 32 mil hectáreas en el 2015.
En su informe «Chiapas Visión 2030», los organismos mundiales apuntan que «la principal causa de la deforestación en Chiapas son la ganadería y la agricultura. Chiapas es el tercer productor de ganado más importante del país y la ganadería actualmente ocupa casi 3 millones de hectáreas o el 33% de la superficie del estado. Debido a que el 90% de las unidades ganaderas son extensivas, esta actividad es de gran impacto ambiental, pues contribuye a la deforestación, degradación de suelos y pérdida de la biodiversidad.
Lo ocurrido en Guerrero esta semana con la tragedia ocasionada por el huracán «Otis», que destruyó el 90 por ciento de la infraestructura turística, nos da una lección y un alertamiento de lo que puede ocurrirnos si no ponemos nuestras barbas a remojar.
De hecho, en este informe las agencias mundiales de los Estados Unidos ponen énfasis en el binomio explotación de los recursos naturales y la producción de alimentos, como la balanza que debemos usar para poder encaminarnos a mejores escenarios ambientales y económicos.
Esto debido a que la producción de productos obtenidos de la tierra tiene un rendimiento muy bajo.
Por ejemplo -dice el estudio-, solamente se producen 0.8 litros de leche por hectárea al día y en promedio se tienen 0.8 unidades animal por hectárea, mientras que en otros estados de la República se han logrado rendimientos de hasta 95 litros al día por hectárea cuando se aumenta la cantidad de vacas por hectárea y se implementan sistemas más tecnificados.
El escenario óptimo de este estudio, propone como metas para el año 2030 que Chiapas sea un estado con comunidades resilientes, donde la conservación de los ecosistemas naturales y a la intensificación sostenible de las actividades productivas mantengan estándares de mejor aprovechamiento de nuestros recursos; esto, tomando en cuenta que el estado de Chiapas cuenta con 7.5 millones de hectáreas.
1.- Que las Áreas Naturales Protegidas se incrementen de 1.5 millones de hectáreas a 1.77 millones.
2.- Que los Bosques, que actualmente ocupan 1.8 millones de hectáreas, se eleven a 2.53 millones.
3.- De igual forma, que los pastizales tengan un mejor manejo, al descender de 2.9 millones de hectáreas en manejo extensivo, a 2 millones en manejo sustentable
4.- Esto permitiría, señala el estudio, que el rendimiento de leche pasara de 0.8 litros por hectárea, a 7 litros de leche.
5.- De Igual forma se propone pasar de 1.3 toneladas de maíz por hectárea a 1.9 en el 2030.
Vaya desafío que tenemos para los próximos años, pues es necesario que los actores políticos, sociedad civil y Gobierno incrementen su disponibilidad y capacidad para poder enfrentar los desafíos que no impone nuestro tiempo.
