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Desde mi Trinchera

Diego Victorio

Chiapas: ¿germina el PRIAN?

Mi columna de ayer generó cualquier cantidad de reacciones. La clase política asintió lo escrito.

Un ala de la cofradía del poder contrastó la primicia, pero al final no halló argumentos para entablar un debate de altura.

La elección extraordinaria de finales de mayo de 2019 en Puebla, los acorrala y a la vez los limita a resignarse. Fue bajo esa metodología electoral que, Miguel Barbosa Huerta, a la sazón gobernador de la Angelópolis, obtuvo una pírrica victoria, pero al fin victoria, yendo guindas y verdes coaligados.

La inminente alianza Morena-Partido Verde Ecologista en elecciones federales intermedias de 2021, va porque va. Será total.

Y, podría replicarse en su totalidad en el cuadrante de congreso local.

Dónde sufriría modificaciones sería en ayuntamientos, aquí se aplicaría en modo parcial. Es decir, en no más de diez o quince municipios chiapanecos.

Ayer fui generoso al rubricar que era inminente; la ecuación va, es un hecho.

Con mi análisis de ayer, la oposición disfrutó refrescarle la memoria a esa exacerbada especie dogmática de Morena que, en la jornada comicial de 2018, se pitorreó del PVEM. Tres años después la aritmética los obliga a aliarse.

A su vez, en paralelo, es el partido gobernante el que marca la pauta a la oposición a romper con reglas de urbanidad electoral, como la coalición que a finales de 2020 harán oficial con el partido del tucán.

Abre el telón a una prospectiva que aquí plasmé el 5 de junio de 2019, y que vale la pena traer a colación: la necesidad de construir un PRIAN, mote en sorna atribuido a la alianza Partido Revolucionario Institucional y Acción Nacional.

Ya no en sentido figurado, sino real, cuantitativa.

Una ecuación a la que le vi posibilidad de germinar en Chiapas.

Análisis que transcribo textual:

“En Chiapas es el Partido Revolucionario Institucional el de mayor estructura y de acuerdo a los históricos sabe traducirla a voto cautivo”, dije.

Sostuve que, “la numeralia de la elección de 2018 es contundente, pese a que el PRI cayó al tercer lugar, los resultados que obtuvo Roberto Albores Gleason fueron cercanos al medio millón de sufragios, votación que el Revolucionario Institucional presume controlar desde hace varios años”.

“Bajo esa premisa, de consumarse la sociedad política-electoral Morena-Partido Verde en Chiapas, el PRI se asume, defacto, la oposición real”, destaqué.

Añadí que, “varios factores meramente tropicales nos sirven de indicadores respecto a que, en los comicios de 2021, la contienda puede tornarse sumamente equilibrada”.

Formulé la interrogante, “¿qué ocurriría si el PRI y Acción Nacional y sus bisagras el Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, deciden signar una alianza, ya no tácita, sino real?

“Si por fin se consuma ese acrónimo PRIAN, que tanto fustigó el Presidente de México”, comenté.

Escribí que, “ese conjunto de imponderables que, pueden ocurrir, son quizá las razones de porque en Chiapas se fortalece un plan B”.

“Se tiene registros del robo hormiga de votantes y, precisamente, son a las estructuras priistas a las que están disminuyendo, cabeza por cabeza”, destaqué.

Agregué que, “las unidades no son canalizadas a Morena, sino a los partidos locales Mover a Chiapas y Chiapas Unido que en el siguiente evento electoral serán sucursales del Movimiento de Regeneración Nacional”.

“Mover a Chiapas y Chiapas Unido, son pues el as bajo la manga de quienes operan el tema electoral en Chiapas”, acoté.

Finalicé la entrega de junio del año pasado con la siguiente hipótesis “pulverizar el voto y apuntalar a Morena será el objetivo de MCH y PCHU. Pero aclaro, el PRI y PAN deben generar que suceda lo impensable, coaligarse. De no darse, entonces sí el 2021 será un día de recreación”.

Quizá a ese escenario, de junio de 2019, que pinté en este mismo espacio, faltó agregarle como método endémico que, los partidos locales también apuntalarán y harán alianzas con el Partido Verde, en los cuadrantes de ayuntamientos y congreso local.

Con ello, un segmento de lo “impensable” está en el horno: la fusión Morena-Verde. Falta la segunda parte, la confirmación del génesis del PRIAN aldeano.

Detesto decirlo, pero aquí va, ya ve, se lo dije. Al Tiempo.

Comentarios Atrincherados

*** En conocido escritorio del Penthouse de palacio estatal están ya los nombres de personajes políticos de San Cristóbal de las Casas que serán encuestados, en cuanto superemos la pandemia por coronavirus.

Juan Salvador Camacho, Miguel de los Santos, Jerónima Toledo Villalobos, Valeria Santiago Barrientos, Ana Elisa López Coello, Hugo Pérez Moreno, Mariano Díaz Ochoa y Marco Cancino González.

De esos nombres, intuyo habrá de salir el candidato a diputado local, federal y alcalde. Es el preferiti coleto, vaya.

*** En Tuxtla Gutiérrez, un grupo de empresarios e ideólogos acuerpan a la agrupación política, que a la postre será, el Partido México Libre.

Un perfil natural, de ese instituto político, a la alcaldía coneja sería Juan Carlos Cal y Mayor Franco.

Lo siento por Francisco Rojas Toledo que, tendría en Cal y Mayor, un contendiente que le bajaría la clientela. HASTA PRONTO.

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