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Canadá: El desbordado júbilo por la Navidad

Jesús Martínez Soriano

Toronto, Canadá. En las sociedades occidentales en general, pero también en otras que no lo son, parece haber una proclividad por acrecentar cada vez más la temporada navideña y Canadá es, sin duda, uno de los países en los que esa tendencia es todavía más acentuada. Aquí desde mediados de agosto comienzan a exhibirse todo tipo de artículos navideños en supermercados, plazas y establecimientos comerciales. Y desde el inicio del otoño empiezan a iluminarse y decorarse diversas calles, avenidas, parques y otros espacios públicos. Ya para el inicio de noviembre se respira por doquier y con mucha intensidad el ambiente navideño. Pero ¿A qué se debe esa propensión por alargar cada vez más la época navideña? y ¿Cómo se vive el ambiente navideño en Canadá?

Las personas que decoran de manera anticipada suelen ser más felices

Para el mundo cristiano la Navidad es la festividad más importante del año y, por lo mismo, su celebración tiene una duración mucho más prolongada que cualquier otra, la cual busca prolongarse cada vez más. La explicación de lo anterior ha sido atribuida a la excesiva comercialización que se hace de ella, creencia que se ha mantenido a lo largo de mucho tiempo. Sin embargo, en años recientes han surgido otras explicaciones bastante interesantes y no muy conocidas. De acuerdo con el sitio británico Unilad, “las personas que decoran sus casas (con motivos navideños) de manera anticipada a la época en que lo hace el resto de la gente “simplemente aprovechan la emoción de las fiestas antes que el resto de nosotros, lo que las hace ser más felices.” (Latest People Who Put Up Christmas Decorations Early Are Happier News, Stories & Headlines | UNILAD).

La psicóloga Deborah Serani, profesora de la Universidad de Adelphi, Nueva York, ha confirmado esa teoría al señalar que “la decoración (navideña) definitivamente puede mejorar el estado de ánimo” de los individuos, creando “ese cambio neurológico que puede producir felicidad.” Asevera que “cualquier cosa que nos saque de nuestra rutina normal envía señales a nuestros sentidos y éstos miden si es placentero o no” y agrega que en general en la mayoría de las personas “las decoraciones navideñas aumentan la dopamina, una hormona que nos hace sentir bien.” Las luces y los colores brillantes, sostiene, “aumentan los niveles de energía” y, consecuentemente, la sensación de felicidad en los seres humanos, aunque también puede ser simplemente “el ambiente en general.” Pero según el sitio Today.com, investigaciones recientes han demostrado que “existe otro posible beneficio para la gente que suele tener la costumbre de decorar de manera anticipada: los vecinos tienden a pensar que esas personas son más amigables, más sociables.” (https://www.today.com/health/decorating-christmas-early-makes-you-happier-science-says-t119186). Y esto es justo lo que parece ocurrir con la mayoría de los canadienses.

La iluminación “anticipada” de calles, avenidas y espacios públicos

En muchos de los vecindarios, pueblos y ciudades, las calles, avenidas, parques y comercios empezaron a iluminarse desde el inicio del otoño. En Toronto desde el pasado 22 de octubre empezaron a instalarse diversos corredores luminosos como el de Danforth Avenue, que abarca un poco más de cinco kilómetros de largo, con figuras navideñas multicolor en forma de árboles en espiral invertidos, así como con estrellas blanquiazules. Cuatro semanas después le siguió el de Bloor Street, en el centro, de más de dos kilómetros de largo, integrado por árboles artificiales que irradian gran luminosidad, los cuales permanecen encendidos las 24 horas del día y de la noche, alegrando el trayecto de los transeúntes por esa zona. Casi al mismo tiempo, también fue instalada la luminaria de Bloor Street oeste, a la altura de Runnymade y High Park, un vecindario muy tradicional, con figuras en forma de estrellas y una franja ondeando simulada en la parte superior, color cálido.

El encendido de árboles y luminarias navideñas

El encendido de árboles de Navidad en centros comerciales y en lugares públicos es otra de las tradiciones navideñas en Canadá. El pasado 15 de noviembre fue encendido el de Eaton Centre, la plaza comercial más importante de Toronto, congregando a centenares de personas, con un gigantesco árbol color rojo que acapara la mirada de los visitantes. Lo anterior en el marco de una ceremonia que tuvo una duración de alrededor de media hora en la que fueron interpretados algunos de los villancicos más populares y que culminó con el conteo para el encendido del árbol. Un día después se realizó el encendido del árbol y de la luminaria de la Villa Navideña de la Destilería, en donde también fue instalado el mercado navideño más grande de la ciudad, el cual permanecerá abierto al público hasta el 31 de diciembre. Sin duda, es uno de los lugares al aire libre más atractivos y concurrido en estas fechas, a pesar de los intensos fríos que suelen registrarse en esta región de nuestro continente. Ya para el 25 de noviembre tuvo lugar la inauguración de la Cabalgata de luces en la icónica explanada de la Alcaldía de la ciudad, denominada Nathan Phillips Square, en una de las ceremonias más esperadas por los canadienses, en donde además fue inaugurada una gigantesca pista de hielo.

La algarabía de los desfiles navideños

Tanto en las grandes ciudades como en las pequeñas localidades, cada año se realiza el tradicional desfile de Santa Claus, siendo el más grande y antiguo el que tiene lugar en Toronto. Este año se continuó con la tradición que data de 1905, de acuerdo con el sitio thesantaclausparade.com, en un impresionante desfile realizado el pasado 26 de noviembre, que inició en el Parque de Christie, al oeste de la ciudad, y concluyó en el famoso mercado de San Lorenzo, congregando a miles de personas, en un recorrido de casi tres horas de duración. (https://thesantaclausparade.com/). El evento fue patrocinado por las grandes firmas comerciales, como las cadenas de comida rápida Tim Hortons y McDonals, los supermercados Metro y Canadian Tire, así como la cadena de televisión CTV, entre otros.

El desbordado gusto por la música de Navidad

Hace poco más de una década y media, en 2007, me encontraba yo radicando temporalmente en esta misma Ciudad, Toronto. Recuerdo que entonces una de las estaciones de radio 97.3, FM, EZ Rock, hoy convertida en Boom, solía transmitir solo música de navidad a partir del 15 de diciembre y hasta el día de la Navidad, 25 del mismo mes. Dos años después adelantaron esa transmisión al 12 de diciembre, lo cual fue anticipándose cada vez más debido a las peticiones del público. Hoy en día, esa tradición se mantiene viva, pero ahora en la estación de radio 98.1 CHFI de FM, que en este 2023 inició sus transmisiones de solo música de Navidad a partir del 17 de noviembre, mismas que se mantendrán hasta el próximo día 31 de diciembre. Lo anterior no obstante la aparente menor relevancia de la radio y de los medios electrónicos tradicionales en general. Pero además aquí cada vez es más común escuchar música de Navidad por todos lados, no solo en el interior de establecimientos y centros comerciales, sino también en los exteriores de plazas comerciales, calles y hasta en parques públicos. En Ottawa suelen colocarse bocinas de largo alcance en la calle Rideau, una de las más importantes; en Toronto en los exteriores de la plaza pública Dundas Square, y en Niagara Falls en el parque que se localiza enfrente de las gigantescas cascadas de agua.

Así se ha vivido el ambiente navideño en Canadá desde prácticamente la entrada del otoño, en un entorno de gran luminosidad y en una atmósfera cada vez más impregnada de festividad, cuyo inicio parece demasiado prematuro, pero si, como aseguran los expertos, ello hace sentir felices a las personas, no importa que tan anticipado pueda parecer o resultar. Porque, por si no nos hemos dado cuenta, el ferrocarril en el que viajamos continúa a toda velocidad su efímero recorrido por las vías del camino que llamamos vida, en un trayecto sin retorno y sin segundas oportunidades, para buscar aquello que llamamos felicidad. Y eso nos lo parecen recordar los canadienses en la proximidad de la Navidad. Feliz Navidad a todos los lectores.

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