Opinión y Propuesta
Mtro. Andrés Vázquez López
Se ha cumplido un mes desde la salvaje y cobarde incursión de terroristas del grupo Hamas a territorio israelí, en la que también civiles indefensos fueron atacados inmisericordemente. Nadie en su sano juicio, podría no condenar sin cortapisas, esos actos de barbarie.
Como consecuencia de ello, Israel ha reaccionado con gran fuerza, desplegando sus tropas sobre el pequeño enclave que es la franja de Gaza, donde persigue a los militantes de Hamas, a quienes busca eliminar.
Y en medio de toda la barbarie, la población civil de dichos pueblos, experimenta un profundo sufrimiento, destacada pero no únicamente el palestino, ya que es su pequeño territorio, el escenario de los combates.
Por si no fuera suficiente. Yemen le ha declarado la guerra a Israel y ha lanzado algunos misiles, mismos que fueron interceptados por la marina estadounidense. Unidos contra Israel, está también Irán y Hezbolá, desde el territorio del Líbano. Pareciera una rara mezcla de Gobiernos y organizaciones en ambos bandos, que buscan enfrentarse.
Más al norte, contando ya 21 meses de combate, la guerra que enfrenta a Rusia contra Ucrania y detrás de ésta, con la OTAN; sigue su curso. Ambos bandos se enfrentan de diferentes maneras. Unos, proveyéndole armas a Ucrania, otros, desplegando su poder militar y presionando a Europa con cortarle el suministro de valiosas materias primas, como el gas natural. Y aunque ha perdido atención mediática por lo que sucede en Medio Oriente, los combates y bombardeos, continúan con la consecuente destrucción y el consabido sufrimiento, nuevamente de los civiles.
Otro foco rojo, tiene que ver con la isla de Taiwán, de la cual China reclama su soberanía. Los taiwaneses cuentan con el apoyo estadounidense para mantenerse independientes pero la República Popular no está dispuesta a negociar y el límite que se ha puesto para resolver esta cuestión, está próximo a vencerse. En los últimos años, cada vez con más frecuencia, se han presentado peligrosos acercamientos de las fuerzas armadas chinas al territorio taiwanés. Para terminar de complicar el escenario en esa región del mundo, está Corea del Norte, cuyo régimen no para de realizar ensayos balísticos y de desarrollar su programa de armas nucleares, pese a la precaria situación de su pueblo. Todo lo anterior, pone en alerta roja a Japón, a Corea del Sur y a EUA.
¿Y qué tienen en común estos tres conflictos?
Que detrás de las naciones beligerantes, se encuentran las grandes potencias del mundo, enfrentándose en una especie de nueva Guerra Fría. Y esto de suyo ya es preocupante, pero si revisamos la Historia, y sin entrar en paranoias, justamente escenarios como éste, fueron los que precedieron las dos anteriores conflagraciones mundiales.
La única diferencia que encontramos, aunque francamente no da demasiadas esperanzas, es la ONU. Muchas veces criticada por su inutilidad práctica en muchos conflictos donde se necesita; actualmente está encabezada por un Secretario General, António Guterres, con talento para el análisis, la acción política y negociadora; y con el valor para hacer los señalamientos que considere necesarios.
Hagamos votos porque los liderazgos del mundo, cobren consciencia del riesgo y tengan la fortaleza suficiente para gestionarlo de mejor forma.
Ojalá que sí.
Además, opino que es necesario e importante, generar políticas públicas educativas, en relación al cuidado, protección y preservación del ambiente.
