Reflexiones
Fernando Álvarez Simán
“Son nuestras decisiones las que muestran quiénes somos realmente”
J.K. Rowling
Hija de una ama de casa y de un profesor de educación básica que además es el líder de su tribu en una región de Nigeria; todo indica que Ngozi Okonjo-Iweala será dentro de poco tiempo, una de las mujeres más poderosas del mundo. Está propuesta para ocupar el cargo de Directora General de la Organización Mundial de Comercio (OMC), donde el 70 por ciento de los países miembros le han dado ya el aval a su candidatura única.
Okongo será la primera mujer en dirigir esta organización internacional y la primera mujer en su historia, la primera persona nacida en África y la primera mujer de ese continente. Su candidatura es la única que queda de siete aspirantes que se han ido retirando luego de tres rondas de propuestas. Apenas esta semana Estados Unidos, aprobó su candidatura y se espera que solo sea cuestión de semanas para que Okongo asuma el cargo.
Fundada el primer día de enero de 1995 sobre el antiguo “Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio” (GATT); la OMC tiene como miembros a 154 países de 193 que forman el mundo. Irán y Argelia, son las dos economías más visibles del mundo que no forman parte de esta organización. Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo aportan el 20 por ciento del presupuesto total para su funcionamiento
Hoy la OMC es la organización económica internacional más grande del mundo. Se ocupa de la regulación del comercio de bienes, servicios y de la propiedad intelectual entre los países participantes, proporcionando un marco para la negociación de acuerdos comerciales y un proceso de resolución de disputas.
Su director general es el responsable de supervisar y dirigir las operaciones administrativas de la organización además de garantizar la solución de las disputas entre sus miembros, sobre las cuestiones comerciales. No es su función impulsar una política comercial global, sino que su actuación es de ser un intermediario neutral cuando existen controversias ente países.
Actualmente, los textos jurídicos y comerciales que tienen rango de “tratados internacionales de comercio” son 60 y van desde acuerdos de comercio agrícolas, de propiedad intelectual hasta el funcionamiento de las aduanas internacionales.
A diferencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM) en donde sus máximos dirigentes son americanos o europeos; en la OMC los candidatos pueden ser propuestos o proceder de cualquier otro país del mundo. Fue precisamente el gobierno de Nigeria quien propuso a Okongo como candidata a dirigir la organización.
Los retos actuales de la OMC son enormes e inéditos. En lo general se refieren a darle un nuevo cauce al desarrollo del comercio electrónico que ha crecido luego de la pandemia del Coronavirus que ha reducido el comercio internacional en el 2020 en un 9.2 por ciento respecto al 2019. Para este 2021 el comercio internacional, repuntará muy poco dicen los expertos.
En lo específico, los retos se refieren a los saldos de las disputas comerciales entre China y Estados Unidos, así como el papel de la transparencia, las redes de comunicaciones 5G, el software y la ciberseguridad. En ese sentido, la OMC ha resentido las políticas proteccionistas del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo que ha alterado el comercio mundial, razón de ser de la OMC. Incluso, Trump había descrito a la OMC como una organización, “rota y horrible”.
De Nigeria para el mundo
Ngozi Okonjo-Iweala tenía 15 años cambio un hecho cambió su vida. Durante una guerra civil en su país, con hambre y en medio de un calor intenso, sin sus padres presentes; vio a su hermana de tres años enferma, con fiebre y delirando. No esperó ayuda y caminó diez kilómetros con su hermana atada a la espalda hacia la clínica de salud más cercana. Esa decisión tomada justo a tiempo, salvó de la malaria a su hermana quien es hoy, es una médico exitosa.
Nacida en 1954, precisamente, la guerra cambió la vida de Okonjo que tuvo una infancia y primera juventud privilegiadas estudiando en las mejores escuelas de uno de los países del continente más pobre del mundo. Su familia casi lo pierde toda una guerra civil que dejó un millón de fallecidos, la mayoría de ellos por falta de alimentos. Pero Okonjo logra a los 18 años emigrar hacia Estados Unidos para estudiar una carrera universitaria.
En Estados Unidos Okonjo rápidamente se matricula en la Universidad de Harvard escogiendo la carrera de Economía. Universidad en donde también estudia su posgrado también en economía. Es en el Instituto Tecnológico de Massachussets en donde Okonjo obtiene su doctorado en economía regional y desarrollo. Desde el 2019, Okonjo es ciudadana americana. Manteniendo actualmente, también su nacionalidad nigeriana.
Al término de su carrera universitaria, Okonjo trabaja para el Banco Mundial, institución financiera en donde acumuló 25 años escalando puestos directivos hasta llegar a ser la Directora Gerente, es decir, ocupó el segundo puesto en importancia en la organización e incluso fue candidata a dirigirla. En el Banco Mundial, su función principal era supervisar la correcta aplicación de 81 mil millones de dólares en proyectos del banco especialmente en África y Asia.
En su país, fue dos veces ministra de finanzas y en una ocasión ministra de relaciones exteriores. Fue la primera mujer en ocupar ambos puestos. Durante sus periodos al frente de esas carteras de gobierno, Okonjo redujo las prácticas de corrupción, promovió el uso de plataformas tecnológicas, redujo la deuda de su país e impulsó que los ingresos de su país, que dependen en gran medida de la exportación de petróleo, generaran un ahorro a partir de que se cumpliera un esquema de ahorro si el precio de venta petrolera excedía un precio de referencia ya predeterminado.
Actualmente Okonjo es miembro de la junta directiva de cuatro grandes empresas mundiales incluida la junta de la red social Twitter. Es también consejera de 20 de las organizaciones sociales sin fines de lucro más grandes del mundo y es asesora externa del Banco Mundial, del FMI y de otras organizaciones financieras internacionales. Incluido el banco internacional del gobierno chino.
Crece la presencia de los países emergentes
Desde que se fundaron las instituciones financieras internacionales al término de la II Guerra Mundial, el Banco Mundial siempre ha sido dirigido por un estadounidense y el Fondo Monetario Internacional por un europeo. La sede de esas dos organizaciones es Washington, DC. Estados Unidos.
Sin embargo, a medida que las economías emergentes, incluidas China, India y Rusia, han ganado mayor influencia global, ha habido un coro creciente de naciones del mundo que piden un candidato de fuera de Occidente o que por lo menos exista mayor transparencia y consenso en la designación de sus directivos.
Okonjo es una economista convencida de que el libre comercio es esencial para que los productos vitales lleguen a quien más lo necesita. También reconoce los obstáculos para que esto pueda ser una situación efectiva y mundial porque actualmente, los países desarrollados están más interesados en lograr que sus competidores derriben barreras comerciales y no ellos mismos.
Por ejemplo, mientras el mundo sufre la pandemia del Coronavirus, la India y Sudáfrica han lanzado una propuesta mundial de suspender la protección de la propiedad intelectual para productos médicos que podrían prevenir, contener o tratar la enfermedad y que estos puedan ser fabricados por cualquier industria local. Esta propuesta hasta el momento, no ha tenido eco entre los países desarrollados.
Okonjo ha dicho que entre sus tareas prioritarias al frente de la OMC está la de explorar nuevas reglas comerciales globales, nuevos esquemas de derechos de propiedad intelectual y nuevas estrategias para la fabricación de medicamentos. También ha prometido ayudar a los países más pobres de la OMC promoviendo una mayor influencia en la toma de decisiones.
Otro reto es lograr revitalizar a la OMC con nuevos esquemas de trabajo. Actualmente sus países actúan como bloques, siempre de acuerdo a la afinidad geográfica. Por ejemplo, los países africanos con grupos de trabajo entre ellos, lo mismo los latinoamericanos y asiáticos pero pocas veces juntándose para intereses afines con otros países.
El comercio internacional actual
El comercio internacional no pasaba por su mejor momento antes del coronavirus, pero ha agravado su crisis. Esencialmente, está obstaculizado por la rivalidad comercial entre China y Estados Unidos. Peo también por el brexit británico. Es decir, las dos potencias mundiales se encuentran enfrentadas y Europa resentirá la crisis de la salida de Gran Bretaña del acuerdo comercial del viejo continente.
La pandemia interrumpió gran parte de las actividades productivas, primero en Asia y posteriormente en Europa, América del Norte y el resto del mundo y a partir de ello ha habido cierres generalizados de fronteras y de las actividades productivas afectando la cadena de intercambio comercial.
El efecto más evidente de esta interrupción comercial es la pérdida del empleo que ocurre porque se reduce la demanda de bienes y de servicios. En este contexto, en el 2020 el PIB mundial registró la mayor disminución de su historia. Los mayores exportadores del mundo, es decir, China, Estados Unidos, Japón y Europa; que además son los países y la región más rica del mundo vieron como su economía global se contraía. América Latina y el Caribe es la región en desarrollo más afectada.
La situación actual requiere entonces más cooperación internacional porque la pandemia es global y se requiere que esta cooperación sea con mayor equidad entre las naciones. La recuperación económica entonces también tendrá que ser global. Sin embargo, el escenario es complicado debido la disputa China con Estados Unidos y a la sacudida del Brexit británico en el viejo continente.
El reto para Okonjo al frente de la OMC será enorme e histórico. Porque se requiere que el comercio mundial se someta a nuevas reglas internacionales para devolverle la fluidez. Sin embargo, es esencial que esas nuevas reglas reconozcan la nueva realidad mundial de mayor protagonismo de las potencias emergentes y regionales.
La candidata Okonjo es experta en impulsar grandes cambios. Lo demostró en Nigeria. Hoy su país a pesar de sus todavía notorias desigualdades es ya un serio competidor de Sudáfrica por el liderazgo económico africano. Ello en mucho se debe a Okonjo y su profundo conocimiento económico y del contexto actual del mundo.
*Docente-Investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas
