José Cancino/ Tapachula
Elementos de la Guardia Nacional (GN) y del Instituto Nacional de Migración (INM), abandonaron la ribera del río Suchiate, en el paso fronterizo Talismán – El Carmen, en las primeras horas de ayer.
Los militares levantaron casas de campaña improvisadas y abordaron los vehículos oficiales para dirigirse a Tapachula.
Lo mismo hicieron los agentes migratorios, que en conjunto con la GN mantenían un fuerte dispositivo de seguridad en este punto del municipio de Tuxtla Chico, colindante con Malacatán, Guatemala, por donde también se registra paso de personas migrantes aunque en menor escala a diferencia de Ciudad Hidalgo.
La retirada de los oficiales ha propiciado una oportunidad para que migrantes que esperan del lado guatemalteco pueda adentrarse a territorio mexicano por este puerto fronterizo, que es paso también de mercancías para evitar la aduana y el pago de traslado.
Josué, un migrante guatemalteco que no cuenta con papeles en regla, ha cruzado a Chiapas por una de las cámaras para llegar a municipios fronterizos a trabajar en tareas de albañilería.
“No hay vigilancia, así que yo aprovecho a pasar porque no había podido hacerlo porque había militares cuidando debajo del Río”, señala.
Los mismos cargadores de mercancías que pasan por debajo del puente que da acceso de un país a otro, informaron que la presencia de la Guardia Nacional era notoria y realizaron varios aseguramientos de extranjeros de distintas nacionalidades, la mayoría centroamericanos.
Ahora los osos de extravío han quedado libres para el paso de personas y mercancías, sin la presencia de un solo elemento militar o migratorio en esta parte de la frontera con Guatemala, mientras toda la atención se concentra en Suchiate, donde en enero se suscitaron dos enfrentamientos entre autoridades y migrantes.
