• La historia de Paola Chavarría Moguel, timada con su rancho
Karla Nassar / Diario de Chiapas
El flagelo del “Cartel Inmobiliario” sigue cobrando víctimas en la ciudad, dejando a su paso historias de desesperación y despojo.
En este contexto, surge el caso de Paola Chavarría Moguel, quien, por herencia, recibió un extenso rancho en un enclave estratégico en Rivera de Cupía, en Chiapa de Corzo. Este terreno, colindante con el río Grijalva y la carretera hacia el aeropuerto, representaba el futuro patrimonio de su hijo. O al menos, así fue hasta que cruzó su camino con el grupo de individuos dedicados a la estafa.
La historia de Paola comienza con un letrero que anunciaba la venta de su propiedad. Fue a través de este medio que los estafadores la contactaron, haciéndose pasar por interesados genuinos. Luego de obtener información sobre el precio y los detalles de la propiedad, Erick Romero Peimberth, un nombre que ha surgido en múltiples reportajes sobre este tema, hizo su jugada. Prometió pagar una parte del monto en efectivo y ofreció una casa que supuestamente equivaldría al valor total. El escenario era común en estas artimañas: la promesa de una entrega futura que nunca llegaba.
Con ilusión y confianza, Paola aceptó la oferta, sin imaginar que estaba siendo conducida hacia una trampa mortal para su patrimonio. Cuando la fecha de entrega acordada llegó, los estafadores no cumplieron su promesa. Con el tiempo, pidieron prórrogas y ofrecieron propiedades alternativas, como una casa en el fraccionamiento Ámbar. Sin embargo, esta nueva propiedad resultó ser una farsa, con escrituras apócrifas y múltiples dueños.
A lo largo de los años, Paola luchó por recuperar lo que le habían arrebatado, pero cada intento parecía empujarla más hacia la desesperación. Finalmente, decidió tomar acciones legales y presentó una demanda. Sin embargo, el camino hacia la justicia se ha visto obstaculizado por la negligencia del sistema judicial, según las propias palabras de Paola.
Hoy, Paola Chavarría Moguel se encuentra desposeída del patrimonio para su hijo. La promesa de una casa y la seguridad de un futuro estable se desvanecieron en manos de estafadores sin escrúpulos. Lo que queda es solo una demanda pendiente, una lucha continua en busca de justicia en un sistema que parece estar en deuda con las víctimas del “Cartel Inmobiliario”.
