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Janet Hernández / Chenalhó
Este domingo arrancó el carnaval en el municipio de Chenalhó, el cual comienza cada año exactamente en el tercer domingo de febrero, con un ritual donde se acostumbra a matar dos guajolotes, los cuales se cuelgan para que personas a caballo pasen a toda velocidad, les quiten las plumas y luego lo coloquen en sus turbantes como trofeo de la carrera.
Después de que los participantes han pasado un determinado número de veces, los “negros” decapitan a los guajolotes y con las cabezas corren por las calles para espantar a la gente, es así como dio inicio este tradicional carnaval en ese pueblo tzotzil.
Habitantes del lugar, señalaron que durante esta festividad se juega con un torito de petate, hay música de tambor, flauta y trompeta, además de arpa, guitarra y violín y no faltan los cantos que son un elemento vital de expresión y comunicación con las deidades.
Las festividades tienes una duración de cuatro días donde los mayas tzotziles se dan un respiro de todas las calamidades que les aconteció durante un año; cuatro días que se permiten reír y hacer bromas para luego iniciar el ciclo de la agricultura según el Candelario maya.

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