La pandemia mundial de COVID-19 llegó a México cuando la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador estaba camino abajo.
De acuerdo con datos de Consulta Mitofsky, el mandatario terminó 2019 con una aprobación de 58.6 por ciento, que bajó desde 62.6 por ciento, cuando inició su mandato en noviembre de 2018.
La popularidad de López Obrador ya había sufrido desgaste antes de que se confirmara el primer caso de COVID-19 el 28 de febrero, luego de una serie de feminicidios que conmocionaron al país, ocurridos cerca del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo.
La crisis generada por el nuevo coronavirus ha representado una dura prueba para los gobiernos del mundo. En México, la contingencia también ha dañado la aprobación del Gobierno de México de cara a las elecciones de 2021.
Muchas oposiciones están caminando con un solo objetivo: quitar a Morena la mayoría en el Congreso”, comentó a El País David Gómez-Álvarez, director del think tank Transversal.
De ocurrir esto en las urnas, sería el quinto sexenio consecutivo en que el partido en el poder pierde la mayoría en las cámaras para la segunda mitad.
Esta semana, de acuerdo con Consulta Mitofsky, el promedio de aprobación fue de 47.2 por ciento, lo que representa una caída del 7 por ciento en comparación con el 1 de marzo, cuando la aprobación de López Obrador era de 54.2 por ciento.
La caída en la aprobación del presidente se deriva de la respuesta inicial que tuvo su administración ante la aparición de casos importados de COVID-19: la ausencia de pruebas, falta de seriedad ante pandemia y la falta de previsión pese a que Estados Unidos presentó su primer caso desde el 21 de enero.
De igual manera, las medidas económicas anunciadas por el gobierno de López Obrador ante la crisis por el COVID-19 no ofrecieron solución a millones de pequeñas y medianas empresas que enfrentan múltiples dificultades por la contingencia.
Con información de López-Dóriga Digital
