- De acuerdo a un monitoreo realizado por El Poder del Consumidor y REDIM el 79% de las escuelas venden refrescos, el 98% venden golosinas, dulces, frituras y/o helados. Solo el 19% tienen acceso a frutas, verduras y agua potable para consumo
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- En el marco del Día de la Niñez, El Poder del Consumidor, la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y destacadas instituciones académicas han unido sus voces para exhortar a las autoridades a priorizar el bienestar de niñas, niños y adolescentes (NNA) mediante la transformación de los entornos alimentarios escolares en espacios saludables.
México enfrenta una crisis de salud pública debido a las epidemias de diabetes, sobrepeso y obesidad, particularmente entre la población infantil, que presenta tasas alarmantes de aumento. Con un costo de atención anual de $650 mil millones de pesos para el Estado, 1 de cada 4 NNA vive con sobrepeso u obesidad, y 1 de cada 2 enfrentará la diabetes en algún momento de su vida. La inacción frente a esta problemática podría significar que vivan cuatro años menos que sus padres y con una calidad de vida considerablemente reducida.
La exposición a un entorno obesogénico es uno de los principales factores que contribuyen a la obesidad infantil. Los NNA tienen acceso y consumen productos chatarra con regularidad, incluso dentro de las escuelas, donde se estima que cada día consumen 550 calorías provenientes de estos alimentos, lo que puede resultar en un aumento de hasta 7 kilogramos de peso al año. Este entorno escolar contribuye directamente a la epidemia de obesidad infantil, causante de diversos trastornos de salud en la infancia.
En este contexto, el panorama alimentario en las escuelas del país, según el monitoreo realizado por El Poder del Consumidor y REDIM a través de la plataforma Mi Escuela Saludable durante el ciclo escolar 2023-2024, se ha evidenciado que la mayoría de las escuelas a nivel nacional no cumplen con la regulación obligatoria y sancionable:
El 79% de las escuelas venden refrescos, el 98% venden golosinas, dulces, frituras y/o helados. Solo el 19% tienen acceso a frutas, verduras y agua potable para consumo. Apenas el 4% cuentan con un comité que vigila el cumplimiento de la ley.
Liliana Bahena, coordinadora de la campaña Mi Escuela Saludable, expresó su preocupación ante esta situación, destacando que el panorama en las escuelas es cada vez más grave, con la mayoría de los NNA sin acceso a alimentos saludables y agua potable, mientras que los productos chatarra se venden de manera ilimitada, afectando su salud, nutrición y aprendizaje.
Si bien se ha dado un primer paso importante con la reforma a la Ley General de Educación, la cual establece que la Secretaría de Educación Pública debe emitir nuevos lineamientos para prohibir totalmente los productos chatarra en todas las escuelas del país para junio de 2024, es crucial que estas regulaciones se publiquen y apliquen efectivamente, destacan.
Ana Abreu, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), enfatizó que la implementación efectiva de estas regulaciones podría reducir la prevalencia de obesidad infantil hasta un 7% anual, pero para lograrlo se requieren lineamientos claros, fácilmente implementables y un monitoreo continuo, incluyendo sanciones cuando sea necesario.
Es responsabilidad del Estado mexicano defender, proteger y garantizar el derecho a una alimentación adecuada y acceso a agua potable en todas las escuelas del país. Las voces de los NNA deben ser escuchadas y sus propuestas deben ser aplicadas en las acciones escolares y de política pública. Hacen un llamado urgente a las autoridades, incluyendo a las candidatas y candidatos a la Presidencia, así como a la Secretaría de Educación Pública, para que tomen medidas concretas y coordinadas que aseguren entornos educativos dignos, seguros y saludables para los NNA de México.
