Dr. Jorge Alberto Rincón Acebo Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Escuchar el mismo tema fastidia, se busca lo novedoso. La producción de factores liberadores e inhibidores a nivel neuronal, decrece ante un estímulo sostenido, repetitivo. ¡Acaeció con el Covid-19! ¡Deja de ser novedad, noticia!
¡No atrae atención, no se vende! Disminuyen las medidas preventivas y se incrementan enfermos y muertos. ¿Para qué llegar a necesitar servicios médicos especializados, si se puede evitar llegar a la fase inflamatoria?
La enfermedad afectó a muchos en una región (epidemia) cuando se extiende en todo el mundo se le llama pandemia y quedará permanentemente en todo el mundo: se torna en endémica. Cotidianamente interactuará el sistema inmune con el virus, así lo hace siempre con todos los microorganismos. Si se toca cara y mucosas se introducirá, romperá las barreras, invadiendo al organismo. Si la cantidad viral es excesiva, afectará todos los órganos. El minus valorizado sistema inmune, evita que se llegue a ese extremo cotidianamente, en el SARS Cov-2 en un 20% sucede.
Pretenden ignorar, reiterativamente cuestionan: ¿por qué sucede? Es fácil culpar a los gobiernos de la falta de autocuidado, autodestructividad. La humanidad se embelesa en demostrar su ignorancia.
¡La educación ha fallado para la especie! Cuatro mil años de historia enseñan el deber permanente hasta la muerte de reeenseñar lo elemental.
¿Existe la duda al abrazar a los seres queridos después de sufrir la enfermedad se puede transmitir? La experiencia milenaria demuestra que la enfermedad no se transmite de nuevo hasta que cambia la composición viral infectante. Si tuvo la enfermedad y está en contacto con una persona enferma, ¿puede contagiarlo? Si es la misma cepa viral, ¡no! Si mutó, ¡sí puede contagiarlo! La intensidad de la enfermedad dependerá de la cantidad viral que penetre al organismo (inoculo) y la magnitud de la infección anterior que haya desencadenado memoria inmunológica celular y humoral. En siete meses no están documentadas reinfecciones.
Continuará
