María Elena Rovirosa
Contamos con dos hemisferios: mente errada y mente correcta, como así lo afirma este maravilloso manual dirigido a todo aquél quien desee autoconocerse. Traducido a muchos idiomas y lenguas autóctonas, te motiva para emprender un entrenamiento mental y hacer camino para aislar pensamientos no creativos que han perpetuado una condición de vida no amorosa. La obra completa de la segunda edición cuenta con varias secciones, entre ellas el Texto, que trata de una percepción que hemos tenido muy lejos de la verdad. Hemos utilizado la culpa como una forma de escape a nuestro Ser Interno Santo.
Todos contamos con un ego y su propósito es infundir miedo, porque solo quienes tienen miedo pueden señalar para limpiar su error, su personalidad, pero en realidad no se soluciona absolutamente nada, pues la culpabilidad siempre altera, resta la estabilidad y logra un propósito para estar titubeando ante lo que en realidad eres.
El ego es literalmente un pensamiento aterrador, cree que eso es lo que tú hiciste porque cree que tú eres él, si te identificas no podrás sino percibirte a ti mismo como culpable, siempre que le hagas caso experimentarás y temerás el castigo.
Ahora, la mente que está libre de culpa no puede sufrir, por el contrario: puede tener otras experiencias de luz eclipsada, es decir, la mente lúcida congruente es de pensamiento, no de acercamiento, no necesita ver físicamente, porque a través de su mente envía los buenos deseos y el principio activo la respalda.
El pensamiento errado es pensamiento desordenado. Dios mismo pone orden únicamente deseándolo, pues fuiste creado por Él. Los sentimientos de culpabilidad son siempre señal de que desconoces esto. El sentimiento de malestar te hace vibrar comunicándote que puedes estar separado de Dios y que hasta deseas hacerlo. Uno de los propósitos de este estudio de Un Curso de Milagros, es hacer uso de la Expiación para ti mismo y te aseguro que ya lo has logrado. Su objetivo es conservar del pasado únicamente aquello que ha sido purificado y te hace tan feliz, que lo recuerdas muy bien al compartirlo.
Cualquier decisión de la mente, afecta tanto al comportamiento como a la experiencia. Lo que tú deseas, esperas que tenga lugar. Tu forma de pensar forja tu futuro y se lo devolverá a la creación plena en cualquier momento si primero aceptas la Expiación con mayúscula. Expiar significa deshacer, enviar al botecito de basura todo aquello que te hace sentir inestable. Acuérdate siempre del Reino y recuerda que tú formas parte de él y que jamás te puedes perder. Yo Soy.
