No se embriaguen de poder, la advertencia de Eduardo Ramírez
Dentro de su discurso político, social y humanista que el gobernador electo, Eduardo Ramírez Aguilar, dio a los chiapanecos este domingo, luego de recibir su constancia de mayoría como ganador indiscutible en la jornada del pasado 2 de junio, resalta uno, de la infinidad de temas que son prioritarios en Chiapas atender en esta nueva administración pública que empezará el próximo 8 de diciembre: la llamada de atención que les hizo a los futuros alcaldes, alcaldesas, así como a quienes integrarán la próxima Legislatura del Congreso del Estado.
A la mayoría de Morena y el partido Verde, presentes en el acto político, embriagados, como dijo que están por la victoria electoral, les pidió no quedarse estacionados y desde ya empezar a trabajar para aterrizar lo que recogieron durante sus recorridos por sus distritos, en las campañas.
Y vaya que tiene razón el gobernador electo de que su principal triunfo no estará en las urnas, sino en los resultados que entreguen para cumplir con los requerimientos de la población. Se entiende y se ha dado cuenta, que las legislaturas han estado siempre bajo la sombra del Ejecutivo, que no se alinean a trabajar a favor del pueblo, sino a vivir una cómoda estancia como legislador.
Si los nuevos diputados y diputadas son entreguistas como sus coterráneos que ya van de salida e incluso algunos de ellos regresan a ocupar una curul, entonces, suponemos, no le ayudarán en nada a la ambiciosa política social que ha prometido el jaguar” encabezar en su gobierno, y, por consiguiente, quedará sin efecto el llamado acuerdo de fraternidad política y social para Chiapas que se prometió poner en práctica desde el primero minuto de la administración 2024-2030.
El dardo que Ramírez Aguilar lanzó a la nueva Legislatura local ojalá lo hayan cachado quienes estuvieron arriba del templete, con su sonrisa a flor de piel, disfrutando de su triunfo que en su mayoría lo obtuvieron por el voto dominó que provocó el arrastre de ERA y no por sus méritos propios. Lo saben, pero se engañan haciendo creer que “arrastran simpatía” entre sus seguidores.
La LXIX Legislatura debe crear diferencia, debe asumir el rol que le corresponde como el que equilibra los postulados de la población. Sin duda que los diputados y diputadas no deben tomar su llegada al Congreso del Estado como un día de campo, como si fuera una beca por sus relaciones de compadrazgo con quienes se encuentren en el poder, al contrario, así sean mayoría, deben priorizar lo que más le conviene al ciudadano que votó por ellos.
A los diputados y diputadas les corresponde sacar la Agenda legislativa, pero no aquella que viene desde Palacio de Gobierno y se aprueba ipso facto, no, sino aquella que beneficie a los intereses del pueblo. Legislar no quiere decir levantar el dedo y con ello recibir bonificaciones, eso tiene que acabar.
Ojalá que hayan entendido el mensaje que les dijo el candidato electo al gobierno de Chiapas, no porque se quiera meter en un poder que no le corresponde, sino que ambos, tanto el Legislativo como el Ejecutivo, deben trabajar de la mano, en la misma sintonía.
Hoy Chiapas requiere de hombres y mujeres que estén comprometidos con su pueblo, con su gente, que sientan en la sangre que debe hacerse hasta lo imposible por sacar adelante un trabajo productito, pensante.
Cuando Ramírez Aguilar les sugirió a los alcaldes que no se “emborrachen” de poder, se refirió a que deben asumir con responsabilidad su nueva encomienda. Chiapas añora paz, tranquilidad en su colonia, en su barrio, en su municipio, en su estado. Si la violencia ya alcanzó a la entidad, es hora de unir fuerzas para erradicarla, no para que los “valientes” ediles se alíen con el sector delictivo.
Cuando se refiero a la necesidad de hacer historia y no de hacer política, Ramírez Aguilar despega todas las dudas y se abre de capa por la obligación de entregar buenas cuentas. Desde ahora, les dijo, le ocupará no cómo llega sino cómo se va y en ese sentido, prepara que este gobierno sea el de mejor resultados en la historia política de Chiapas.
