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  • El odio y coraje del rector al origen e historia universitaria
  • La comunidad universitaria de las escuelas no son parte del Consejo Universitario
  • ¡Qué ruindad del rector!  

Agustín López Cuevas 

Segunda de tres partes 

En la primera parte de este artículo, publicado en este mismo rotativo el pasado 08 de agosto, puntualizamos que la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), en sus casi cincuenta años de vida, ha tenido tres leyes orgánicas, ordenamiento jurídico que tiene por objeto precisar las bases de organización y de funcionamiento de nuestra institución universitaria; la primera en octubre de 1974, la segunda en agosto de 1989 y la tercera con vigencia a partir de febrero de 2020. También afirmamos que esta última Ley orgánica, o sea la actual y vigente, es un desaseado instrumento jurídico que elaboró y propuso el propio rector, Faustino Natarén Nandayapa, al titular del ejecutivo estatal, cuya iniciativa -debido a su supina ignorancia jurídica- firmó conjuntamente con el Gobernador del Estado antes de ser enviada al Congreso del Estado, cuando es bien sabido que el rector de la UNACH carece de facultades de iniciativa legislativa; no obstante, una vez aprobado “su” ordenamiento normativo, lo ha violado reiterada y sistemáticamente sin empacho alguno. Así también, se analizó el artículo 13 de la nueva Ley, el cual hace referencia a la estructura del gobierno universitario, concluyéndose que el “autor” de la nueva ley confundió dos temas torales: “gobierno” y “jerarquía”. Y también se destacó que el espíritu tiranuelo de Faustino le hizo proponer y lograr, con deslealtad institucional en aras de su propio beneficio, que en el artículo 16 se estableciera, de forma indebida e incorrecta, que la rectoría esté jerárquicamente por encima de la Junta de Gobierno e incluso del Consejo Universitario.

El comentario de hoy versa sobre el odio y el coraje que el actual rector demuestra y exhibe a la historia de la universidad chiapaneca, al dejar fuera de la integración del Consejo Universitario a la comunidad universitaria de las escuelas de la UNACH, constituida por directores, profesores y estudiantes, no obstante que éstas constituyen el origen primigenio de la UNACH.  Veamos, en 1974 la Universidad nace sobre la base de los pilares de cuatro escuelas que le dieron cobijo y resguardo para que emergiera como institución de educación superior. Me refiero a la antañona Escuela de Derecho (hoy Facultad de Derecho, campus III) ubicada en San Cristóbal de las Casas; a la Escuela de Ingeniería Civil (hoy Facultad de Ingeniería, campus I); a la Escuela Superior de Comercio y Administración (hoy Facultad de Contaduría y Administración, campus I); y a la Escuela de Medicina (Hoy Facultad de Medicina Humana “Dr. Manuel Velasco Suárez, campus II), las tres últimas instaladas en Tuxtla Gutiérrez. Sin la existencia de estas cuatro insignes escuelas, la universidad habría nacido de la nada y el decreto fundacional hubiera sido solamente eso, un papel sin sustento real.

Pues bien, y para continuar con el análisis de la actual Ley Orgánica, el artículo 14 demuestra fehacientemente lo que afirmamos en el párrafo anterior: el odio y coraje que el rector Faustino le tiene al origen y a la historia de la universidad que ahora “dirige”, cuyo encargo está a punto de concluir. Este numeral dice textualmente:

Artículo 14. El Consejo Universitario está integrado por:

  1. La persona titular de Rectoría, quien lo preside.
  2. Las personas que ocupen las Direcciones de Facultades e Institutos.
  3. Dos profesores y un investigador representantes de cada Facultad o Instituto; los profesores serán uno de carrera y uno de asignatura.
  4. Una alumna o alumno regular representante de cada programa de licenciatura, quien deberá haber cursado el 50% de los créditos académicos y ostentar un promedio igual o superior a 8.
  5. Una persona representante del personal administrativo de la Universidad.” (sic)

En las fracciones II y III de este artículo el rector perversamente omitió incluira las Escuelas de la Universidad como integrantes del Consejo Universitario, no obstante queéstas son el origen de su creación. Derivado de esta perversa negligencia del “docto” del derecho, legalmente las Escuelas de la UNACH no integran el Consejo Universitario, máximo órgano colegiado de autoridad y fiscalizador de la Universidad, por haber sido injustificadamente excluidas.

La comunidad universitaria y la sociedad chiapaneca, asombrada y estupefacta, se pregunta ¿Y en dónde quedaron las comunidades universitarias de las Escuelas de la UNACH?, ¿Por qué no son parte del Consejo Universitario?, ¿Por qué Faustino Natarén les negó representación a los directores, profesores y estudiantes de las Escuelas de la UNACH?, o qué, ¿acaso no son parte de la Universidad?

De golpe y porrazo, Faustino Natarén les borró a los directores de las Escuelas de la UNACH el carácter de autoridad universitaria y, peor aún, les negó representación y participación en el Consejo Universitario a sus directores, profesores y estudiantes, no obstante que son la célula universitaria y origen primigenio de la máxima casa de estudios de Chiapas.

Derivado de este grave error jurídico del actual rector, las Escuelas carecen de representación y legitimidad en las sesiones de Consejo Universitario; por ello, los directores, profesores y estudiantes no pueden legalmente asistir y participar en calidad de consejeros representativos de sus unidades académicas; y si asisten, serán convidados de piedra y, por lo mismo, no pueden votar los acuerdos ni tampoco firmar las actas de consejo, ya que, si realizaren ambas acciones, estarían violentando su propia Ley Orgánica e incurriendo en una irregularidad jurídica que, como consecuencia, podría fincárseles responsabilidad administrativa tanto a ellos como a quienes lo estén permitiendo.

¿Qué papel estarán haciendo los directores, profesores y estudiantes consejeros de las Escuelas de Lenguas Tapachula, campus IV y San Cristóbal, campus III; de la Escuela de Humanidades, campus IV ubicada en Tapachula; de la Escuela Contaduría y Administración, campus VII, ubicada en Pichucalco; de la Escuela de Ciencias Administrativas, campus IX, ubicada en Arriaga; de la Escuela de Ciencias Administrativas Istmo-Costa, Campus IX, ubicada en Tonalá; de la Escuela de Ciencias y Procesos Agropecuarios Industriales Istmo-Costa, Campus IX, ubicada en Arriaga; de la Escuela de Estudios Agropecuarios, ubicada en Mezcalapa;  de la Escuela de Humanidades, campus IX, ubicada en Pijijiapan; de la Escuela de Ciencias Químicas ubicada en Ocozocoautla-Cintalapa y de la Escuela de Gestión y Autodesarrollo Indígena, campus III, ubicada en San Cristóbal, cuando son convocados a sesiones de Consejo Universitario?

Insistimos, ¿por qué desconocer, omitir y violentar los orígenes universitarios?; y más sabiendo que el ex Gobernador Dr. Manuel Velasco Suárez fundó a la UNACH, precisamente sobre la base de estas instituciones educativas primigenias, ¿qué odios ancestrales tiene el rector Faustino Natarén en contra de la obra educativa del fundador de la universidad chiapaneca?, ¡qué ruindad del actual rector!

Ante los justificados reclamos de la comunidad, el rector Faustino Natarén, como si se tratara de una gracejada más de las que acostumbra realizar, ha dejado correr la voz que este gazapo se corregirá con otro adefesio jurídico: En el Estatuto de la UNACH incluirá a los directores, profesores y estudiantes de las diversas Escuelas de la UNACH como integrantes del Consejo Universitario, instrumento aprobado apenas el 13 de julio de 2022, en una ilegal sesión extraordinaria del Consejo Universitario, y digo ilegal porque esta reunión de trabajo no llenó los requisitos normativos que establece el propio Estatuto y el Reglamento Interno de Consejo Universitario, además de que la sesión en la que se votó el Estatuto General tampoco fue realizada en el recinto oficial de este órgano colegiado de gobierno universitario, pues dicha sesión se efectuó en periodo vacacional, sin el consenso de su contenido a debatir y a espaldas de la comunidad universitaria. El Estatuto referido aun no es vigente ni obligatorio, toda vez que no ha sido publicado en la Gaceta UNACH, órgano oficial informativo de la Universidad Autónoma de Chiapas. La UNACH, pues, está en la nada jurídica respecto a su reglamentación secundaria.

Repito, se ha insistido que, a través del Estatuto General, se corregirá este error cometido por “los doctores de la ley” de la UNACH; pero hacer esto, sería cometer otra pifia aún peor, ya que la función de un Reglamento derivado de una Ley es, precisamente, reglamentar lo que el legislador aprobó, no modificar lo hecho por éstos, ya que, como se dice en la jerga jurídica, “donde nace el error nace la solución”; esto es, debe ser el propio Congreso del Estado quien realice la modificación a la actual Ley Orgánica para enmendar las fallas del “brillante jurisconsulto” que resultó ser el “iluminado” Carlos Faustino Natarén Nandayapa.

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1 Comentario

  • Dignidad universitaria 22 de agosto de 2022

    Desde un inicio violento la ley acomodandolo a sus perversos intereses hoy la comunidad unachense esta harto de los atropellos a los derechos humanos que a cometido de manera sistematica con los humildes trabajadores unachense.
    No vamos a permitir la reeleccion de este pequeño dictadorsillo, demasiado daño le causado a la UNACH, como para seguir aguantandoles sus mezquinas corruptelas…

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