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La UNACH convertida en arena política 

  • Desde dos frentes desafían al gobernador 
  • El recuento de los medios 
  • Dinero público para la provocación social 

Agustín López Cuevas 

Este fin de semana de agosto del presente año, fueron días de mucha actividad y de coincidencia política, aunque bien sabemos que en política no hay coincidencias. Dos personajes, el senador chiapaneco Eduardo Ramírez Aguilar rindió su informe legislativo y el rector de la UNACH, Carlos Faustino Natarén Nandayapa, organizó una concentración forzada de trabajadores universitarios para recolectar firmas de apoyo a su “reelección” y enviarle un mensaje directo al Gobernador del Estado de que debe continuar en el cargo. Llama la atención la concomitancia de estos eventos, pues en los medios de comunicación y en las redes sociales se ha reiterado que, el primero desea ser gobernador de Chiapas, y el segundo anhela aferrarse al puesto que ostenta y cuyo periodo está por concluir. Para lograr sus obsesivos propósitos, unen fuerzas, se alían y se lanzan a la arena política desafiando al ejecutivo estatal. 

Lo cierto es que ambas pretensiones no tienen nada de ilegal, ya que son aspiraciones legítimas de todo ciudadano chiapaneco y la ley los ampara en ese deseo; sin embargo, hay tiempos, hay formas y también circunstancias. Lo que sí es reprochable y condenable es que se utilicen los recursos públicos para fines personales, así como llevar a cabo concentraciones de personas cuando, como sociedad y gobierno, estamos afrontando una emergencia sanitaria que no ha sido declarada como concluida; mucho menos distraer de sus actividades al personal académico, administrativo y a los estudiantes para fines ajenos a las funciones sustantivas universitarias.  

La concentración realizada este pasado viernes por mandato del rector Natarén, sin duda, fue mínima, si se considera el tamaño de la comunidad universitaria unachense, hecho notorio que refleja una clara idea de la debilidad del rector, así como del desprecio que existe a su persona y a su gestión rectoral. Uno de los oradores que participó en el montaje organizado por Natarén Nandayapa, uno de esos panegiristas de ocasión, dijo que es un logro de esta administración que ahora la UNACH tenga cerca de 30 mil estudiantes; otro, afirmó que entregaba 1,460 firmas de apoyo de los profesores, y uno más, aseguró que depositaba las adhesiones de todos los agremiados a su organización para el mismo fin. Luego entonces, ¿en dónde está toda esa comunidad de más de treinta mil personas? No, no llegaron, prefirieron despreciar al rector con su ausencia y desdén. 

Desde las redes sociales se supo del traslado, de la movilización forzada para asistir a esa concentración que nada tuvo de académica, nada de proyectos de investigación, de difusión de la cultura, salvo que, ahora, esta administración del rector Nandayapa haya convertido el acarreo y el uso del dinero público en una nueva función sustantiva universitaria. 

Las redes sociales narraron puntualmente los hechos de ese día: hotel de lujo para el alojamiento de los movilizados de los campus foráneos; autobuses de transporte público, taxis, combis, para el traslado de los asistentes y, al final, taquiza con el consabido frutsi, como en los viejos tiempos del PRI. Las redes sociales de inmediato manifestaron su hartazgo a estas nocivas prácticas políticas y al uso faccioso de la infraestructura universitaria para satisfacer la desmedida ambición política de Carlos Faustino. 

En la columna de opinión denominada “A Fuego Lento” de este 26 de agosto, escrita por el reconocido periodista Alberto Ramos García, se lee lo siguiente:  

“…Grupos de acarreados de distintas escuelas y facultades, presionados por los directores están participando en la marcha, en eso se gasta el dinero en rector, en acarrear personas para que lo apoyen en su reelección, como en los viejos tiempos de prianismo, que la sociedad sepa en qué se gasta el dinero el rector. Dinero que es para la educación de sus hijos los usa con perversos fines políticos, el presupuesto universitario usado para movilizar a las personas obligadas a pedir la reelección del rector. 

Duele ver a una juventud que ha perdido la crítica y sin sentido de libertad; hoy miles de universitarias y universitarios de la máxima Casa de Estudios fueron acarreados y utilizados para legitimar una reelección, a la que parece que solo se opone el verdadero pensamiento crítico y académico. 

Duele ver a una Universidad que se ha convertido en un botín de un grupo que había permanecido ajeno a todo lo que ocurría en la Unach. 

Duele ver que se ha dejado de lado a la investigación, a la cultura, a la tecnología y fomento a la calidad académica…” 

Por su parte, el leído periodista Ruperto Portela Alvarado, en su estupenda columna denominada INDICE, este 25 de agosto dice: 

“…Todos aquellos que se disputan el poder y el dinero destinado a la educación para satisfacer fines personales, son unos criminales; matan el futuro de la juventud y obstaculizan el desarrollo regional y del país. Me viene a la mente esta reflexión por lo que está sucediendo en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) desde que subió a la “Colina Universitaria” de Rectoría, el “pequeño dictador”, CARLOS FAUSTINO NATARÉN NANDAYAPA a quien le urge la reelección. 

 Una vergüenza para la juventud es el que haya llegado a la Rectoría de la llamada “Máxima Casa de Estudios de Chiapas”, un personaje joven, de imagen tan obscura y mediocre en su actuar académico como éste que ahora se quiere reelegir, después de cuatro años de infausta administración iniciada el 4 de diciembre de 2018…” 

Así también, el valiente comunicador Vinicio Portela, en su página de Facebook, subió un video de la movilización organizada por el rector Calos Faustino y escribe:  

“Cuando una sociedad piensa en un universitario se imagina a una persona inteligente y analítica, con un pensamiento crítico y libre. 

Ver estas imágenes duelen, que en la Universidad Autónoma de Chiapas los universitarios son acarreados y utilizados por un sátrapa como porra, que deben doblegarse y adular a un Rector autoritario para no ser despedidos. 

Qué triste es que no exista libertad en la UNACH, libertad de manifestación, libertad de expresión, que Faustino, un mediocre y microscópico aspirante a dictador, los controle con un fin político de reelección…” 

Así mismo, Alberto González Martínez, este 27 de agosto, en Facebook escribe: 

“Para que Andrés Manuel López Obrador se diera cuenta cómo se cuecen las habas en Chiapas, Carlos Faustino Natarén Nandayapa tuvo la genial ocurrencia de organizar una romería en Tuxtla Gutiérrez para que los marchantes le suplicaran, casi de rodillas, que acepte ser reelecto como rector de la universidad autónoma de Chiapas. 

Borrados por completo los ejercicios de inteligencia en la mínima casa de estudios de Chiapas, solo es cuestión de tiempo para que la ignominiosa reelección de Faustino Natarén sea consumada.” 

 Por su parte, los alfiles oficiales de la rectoría, a manera de amenaza a los adversarios políticos del rector, reenviaron un twitter de Santiago Nieto, uno de los padrinos políticos de Carlos Natarén, en donde se lee: “Les puedo afirmar que no me he ido. Seguiré apoyando la 4ta transformación del país, combatiendo la corrupción y la impunidad”. 

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