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Con Amadeo no llegarán ni a la esquina

Letras Desnudas

Mario Caballero

Recibí el correo de un amigo que a menudo se queja de los políticos en México. Le indigna la corrupción. Le da rabia la gran vida que se dan los gobernantes mientras él trabaja de sol a sol para sacar adelante a su familia.

En esta ocasión su enojo es con la agrupación de representantes de maestros que está decidida a construir una planilla de base en la próxima elección del relevo en la Sección 7 del SNTE, con la intención de recuperar su credibilidad, que ha sido pisoteada por la perversidad y corrupción del todavía dirigente magisterial, Pedro Gómez Bámaca.

Su enojo contra este grupo no es por los objetivos que busca alcanzar, que incluso aplaude pues está convencido de que la etapa de Bámaca ha sido la peor por la que ha atravesado dicho gremio en muchos años, sino porque incluyeron a Amadeo Espinosa Ramos para tratar de lograr su cometido, al que describe como un “pillo de siete suelas” y que considera como un “grillero de lo peor”, al que “no le basta ser dueño del PT”, sino que ahora “también quiere extender sus tentáculos para tener más espacio de maniobra, traficar influencias y hacer negocio con la educación de los chiapanecos”.

Y remata: “está bien que los maestros se unan para acabar con el imperio de corrupción de Bámaca, pero con Amadeo entre sus filas, ya ni la joden”.

¿Qué le puedo decir? ¿Acaso no podría tener razón?

LOS OBJETIVOS SON BUENOS

El correo de mi amigo, confieso, me dejó preocupado. No es posible que una agrupación de maestros, que en muchos casos son buenos educadores, de comprobada reputación frente al aula, que cuando les tocó dirigir las riendas de la Sección 7 se pusieron la camiseta y sacaron no con poco esfuerzo los retos del magisterio y alcanzaron grandes conquistas en beneficio de los docentes, admita un negrito en el arroz: un personaje de pésima credibilidad pública como Amadeo Espinosa.

Sin embargo, también festejo que estos maestros hayan tomado la firme decisión de defenestrar la dictadura del oaxaqueño Pedro Gómez Bámaca. Corregir el mal camino que ha tomado este gremio no sólo traerá tranquilidad y la transformación del magisterio chiapaneco, que tanto ha sido saqueado y utilizado con perversos fines políticos como ha perdido su imagen frente a la sociedad, sino a la vez abonará para la buena educación de nuestros niños y jóvenes estudiantes, que al final de cuentas han sido los mayormente afectados por los abusos de poder de este tiranillo disfrazado de maestro.

Pues resulta imposible soslayar que el bajo rendimiento escolar de los alumnos es también producto de los cientos de días que no tuvieron clases, ya que Bámaca obligó a los docentes durante varios años consecutivos a abandonar las escuelas para salir a marchar, bloquear carreteras, secuestrar las autopistas para quedarse con el cobro de peaje y realizar plantones que duraron meses.

Reconozco, por otra parte, que este grupo tenga el interés de democratizar los procesos y los derechos de la sección sindical, así como transparentar el ejercicio del presupuesto interno.

No está demás recalcar que Bámaca y compañía se enriquecieron con el control de la Sección 7, ya no del SNTE sino de la CNTE.

Se supo que, durante las protestas y plantones de 2015, siendo Bámaca secretario de Trabajos y Conflictos, recibió su buena tajada de los más de 140 millones de pesos que recibieron por parte del Gobierno del Estado para levantar el plantón que mantuvieron los de la Coordinadora durante varios meses en la explanada del Parque Central de Tuxtla Gutiérrez.

Y que durante ese tiempo cobraba 30 mil pesos mensuales por una plaza de bajo rango como maestro de primaria, que no ejercía.

No es todo. Mediante la presión política que la CNTE generó durante esas protestas, logró colocar a su hijo Luis Ramón Gómez Cerqueda en la Subjefatura Jurídica de la Dirección de Educación Primaria Federal, puesto que fue creado ex profeso, ya que no existía en el organigrama. Prueba de ello es el oficio de comisión número SE/SEF/DEP/SP/03272.

Por si fuera poco, en ese entonces también obtuvo puestos en distintas dependencias del gobierno estatal para otros miembros de su familia, amigos y compadres, quienes cobraban sin trabajar.

De todas esas movilizaciones magisteriales, los maestros no obtuvieron ningún beneficio directo, pero sí Bámaca y sus compinches.

En cuanto a la Caja de Ahorro, Bámaca condicionó los beneficios a los profesores y se habla de un gravísimo desfalco millonario.

Y aparte existe la carpeta de investigación número 217-101-1301-2019, integrada por la Auditoría Superior del Estado, que detectó que 278 cheques destinados a docentes homologados y jubilados fueron cobrados mediante falsificación de firmas, cuyo monto de 3 millones 742 mil 939 pesos fue presuntamente percibido por gente de Bámaca.

¿AMADEO? ¿ES EN SERIO?

Por todas estas razones (que no son todas), entendidas como fraude, corrupción, abuso de poder y despotismo, y por los daños causados a la educción de los chiapanecos, es indiscutible que Pedro Gómez Bámaca y su camilla tienen que dejar el control de la Sección 7 del SNTE. Y qué bueno que esta agrupación, encabezada por Víctor Ancheyta, pretenda construir una planilla competitiva para alcanzar el liderazgo sindical. Además que sus propuestas son buenas y las mejores para que esta sección del magisterio recobre su función fundamental de abanderar las demandas más sentidas de los maestros.

Pero es un error que estén incluyendo en la planilla a Amadeo Espinosa, quien ha de estar frotándose las manos por meter las dos manos en los recursos y ejercer control político sobre el gremio.

La pregunta es, ¿qué imagen quiere mostrar la agrupación ante el profesorado?

Porque Amadeo es un tipo que en su momento se aprovechó de la Sección 7 para catapultarse a la política, que no se sabe si alguna vez estuvo frente a un aula, que está señalado de corrupción, tráfico de influencias, desvío de recursos públicos y hasta de defender a criminales.

Hace algunos años, inclusive, quiso negociar la venta de un cargo plurinominal al Senado de la República por 50 millones de pesos, por el PT, franquicia del que es dueño, para que su amigo el exgobernador Pablo Salazar obtuviera fuero y no terminara en la cárcel. Obvio, al que le quiso vender el puesto fue al mismo Salazar.

Por tanto, si lo que Ancheyta y su grupo pretenden es hacer realidad su lema “Rescatar el movimiento magisterial para ponerlo al servicio de los trabajadores de la educación y de la sociedad”, no lo lograrán llevando como aliado a Amadeo Espinosa. Todo lo contrario, lo que conseguirán es que los maestros los vean como los autores de que la Sección 7 del SNTE se convierta en un apéndice del Partido del Trabajo.

Pues ¿qué otra cosa querría Amadeo al tener injerencia sobre la comunidad magisterial? Utilizarla para su beneficio político.

@_MarioCaballero

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