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El llamado a respetar las elecciones

Letras Desnudas

Mario Caballero

Algo que todos deberíamos tener muy en cuenta, sobre todo los que estamos interesados en el predomino de la democracia, es que en cualquier ejercicio democrático no sólo importa quién gana sino también cómo gana.

Un anhelo compartido por los países bajo regímenes democráticos, es tener elecciones ejemplares. Para ello, sin embargo, es necesario la conjugación de diversos factores. Como la credibilidad del árbitro electoral, civilidad política, equidad en la competencia, respeto a las reglas que rigen el juego democrático y la no intervención del gobierno. Es en esto último en lo que casi siempre se falla.

Por eso cobra una mayor relevancia el llamado del gobernador Rutilio Escandón Cadenas a respetar las elecciones. Durante la reciente Reunión de Gabinete Legal y Ampliado, se puso de pie y les exigió a todos los funcionarios de su gobierno que no metieran su cuchara en las campañas políticas y que mostraran obediencia a las leyes electorales. De lo contrario, habría consecuencias.

No me cabe la menor duda de que si en verdad se quiere lograr la Cuarta Transformación de la vida política del país, ésta tiene que pasar irremediablemente por un cambio en la calidad de vida de los mexicanos, en el estado de bienestar y, por supuesto, en la recuperación de la seguridad. Pero también debe reflejarse en las formas en cómo se ejerce el poder.

Por tanto, el llamado del gobernador es un paso al frente en este proceso de transformación. Pues si no hay respeto por la ley electoral, no hay democracia; si no hay democracia, tampoco puede haber cambio, progreso, gobernabilidad y menos Cuarta Transformación.

TESTIGOS

Los chiapanecos estamos hartos de que los gobernantes abusen de su poder para influir en las elecciones, ya sea metiendo dinero sucio a las campañas, manipulando las instituciones electorales, favoreciendo con todo tipo de privilegios a sus candidatos, o bien, desprestigiando a los abanderados de la oposición.

Lo que queremos son elecciones en las que el pueblo pueda elegir con libertad y su decisión sea acatada. Que el gobernador Escandón se haya inclinado por garantizar unos comicios limpios y transparentes importa mucho porque ahora mismo la democracia está amenazada por políticos que se han brincado los frenos de la ley antes de que arranquen los debidos tiempos de campaña.

Ojalá que este llamado sea atendido a pie juntillas por todos los servidores públicos para evitar que vuelva a repetirse la reprobable compra de votos, el lucro político con la pobreza de la gente, el mapachismo electoral, el acarreo, el relleno de urnas, la falsificación de actas y todas esas trampas de las que muchos gobernantes se valieron para llegar, retener o heredar el poder y de las que los chiapanecos fuimos testigos.

ALGUNOS EPISODIOS

Como me hubiera gustado que los anteriores gobernadores hubieran hecho un compromiso similar por la protección de la democracia. Quizá hoy las instituciones electorales gozarían de mayor credibilidad; quizá muchos de los que alcanzaron cargos públicos hubieran sido legítimos; quizá el abstencionismo pudo haber sido menor; quizá cientos de millones de pesos hubieran sido utilizados para lo que fueron originalmente destinados y no para financiar campañas políticas; quizá –y sólo quizá- los fraudes electorales hubieran recibido el castigo que merecían.

Digámoslo con todas sus palabras: la falta de un pacto por garantizar la legalidad de las elecciones provocó fraudes y el surgimiento de malos gobiernos.

Pablo Salazar, por ejemplo, fue denunciado por ser el principal desestabilizador del proceso electoral de 2006. Lo acusaron de haber utilizado a las instancias electorales como el entonces Instituto Estatal Electoral y la Contraloría de la Legalidad Electoral, por las que validó la operación fraudulenta con la que logró imponer a Juan Sabines Guerrero como su sucesor.

Durante ese proceso electoral se supo que Pablo había dispuesto de dinero del erario, personal de la burocracia, vehículos oficiales y hasta del helicóptero del gobierno para que Sabines hiciera campaña, ya que fue el candidato oficial.

Memorable serán las imágenes de Mariano Herrán Salvatti captado en una bodega rellenando y cambiando urnas con votos a favor de Juan Sabines. Lo que resultó de ese fraude fue un gobernador corrupto, vicioso, que hipotecó la vida de los chiapanecos, que agravó la pobreza y que estuvo presuntamente ligado a un cártel del narcotráfico.

Cuando Sabines estuvo en el poder también utilizó las instituciones para imponer a presidentes municipales y conformar un Congreso a modo, del que se valió para que le autorizaran todo tipo de iniciativas de ley y los préstamos que le dio la gana.

En 2010, intentó promover una reforma electoral con la que pretendía cancelar las elecciones de ese año, pero que también le daba la facultad para designar a todos los alcaldes y permitir que los diputados del Congreso del Estado continuaran por otros dos años en los cargos. Sabines Guerrero se quería convertir en un monarca. Gracias a las impugnaciones de diversos actores políticos, dicha modificación a la ley fue desechada.

Antes, en 2007, uno de los candidatos a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez denunció fraude y señaló como el principal ejecutor a Amador Rodríguez Lozano, entonces asesor político de Sabines Guerrero y la persona que operó el fraude que lo llevó a la gubernatura.

Por esas denuncias se supo que Rodríguez Lozano también había coaccionado a los miembros de las cámaras empresariales a firmar un documento en el que le pedían al PRI y a su candidato reconocer el triunfo del candidato sabinista. Sin duda, esa elección fue una burla en contra de los ciudadanos y un portentoso atentado en contra de la democracia y las instituciones democráticas.

En 2015, se eligieron 41 diputados locales y 122 presidentes municipales. En esos comicios se cometió uno de los atropellos más deleznables contra la voluntad popular, pues tres de los entonces consejeros electorales del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) de Chiapas, en presunta complicidad con varios funcionarios del gobierno de Manuel Velasco Coello, excluyeron a miles de chiapanecos del listado nominal y los hicieron pasar como residentes de Uganda, Croacia, Eslovaquia, Cabo Verde, Suiza, entre otros, con tal de que sus votos fueran a favor del candidato migrante, que era del Partido Verde.

¡ALBRICIAS, CHIAPANECOS!

Por todo esto, es de reconocer el espíritu democrático del gobernador Rutilio Escandón y su compromiso con la legalidad de las elecciones. Como nunca antes tenemos un gobernante decidido a no declinar ante la exigencia de democracia y mayor equidad social en las que serán las elecciones más grandes en la historia de nuestro país. Al final, lo que habrá de prevalecer y lo que habrá de triunfar tras esta encomiable decisión será la institucionalidad.

¡Albricias, chiapanecos!

yomariocaballero@gmail.com

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