Opinión y propuesta
Mtro. Andrés Vázquez López
A finales de abril, el presidente presentó su propuesta de Reforma Electoral. Hay que reconocer que ésta no pasará en el Congreso, ya que, al ser una reforma constitucional, requiere de dos terceras partes de los votos; y Morena y sus aliados, no los tienen. Esperemos que como en cualquier democracia, Gobierno y Partidos, tengan la habilidad y generosidad suficientes para negociar y darle a los mexicanos un mejor marco jurídico electoral.
¿Cuáles son los puntos más destacados de la reforma?
Reducción al financiamiento a Partidos Políticos, especialmente en años no electorales. Según los datos ofrecidos, el gasto anual ordinario ronda los 11 mmdp y a eso hay que sumarle los recursos para campañas. Sin duda es una buena idea por los ahorros que conllevaría, pero deja sin resolver de qué van a vivir los Partidos. La propuesta traslada su financiamiento a los pagos de la militancia. Esto ya se había hecho en nuestro país, pero se abandonó porque existía la posibilidad de que dinero sucio financiara a los Partidos. Valdría la pena acompañar la reforma, con ajustes legales a las leyes en materia de financiamiento ilegal y/o lavado de dinero. El recorte presupuestal va por alrededor de 66%.
Otro aspecto, es el acceso de las autoridades electorales y los Partidos a tiempos oficiales en radio y televisión; pasando de los actuales 48 minutos diarios por estación o canal a sólo 30. Los mexicanos recordamos haber recibido una tremenda “espotiza”, que termina por desinformar, más que lo contrario. Habría que incorporar criterios de calidad comunicacional, para que los recursos estatales, sean bien aprovechados.
El aspecto más disparatado de la propuesta es que consejeros y magistrados electorales sean elegidos por voto popular. La propuesta es mala, porque ambos cargos requieren de un perfil profesional muy específico y tendría que garantizarse que todos los nominados lo cumplieran. Por otro lado, una elección abierta es por definición un acto político, pero lo que se pretende es garantizar que ninguno de los elegidos, tenga compromisos políticos ¿? Habrá que ser muy creativo para crear un mecanismo que garantice imparcialidad y permita elegir a los mejores candidatos, por mejores medios. Otra parte buena es la reducción de consejeros electorales, que pasarían de 11 a 7, lo cual generaría importantes ahorros, ya que actualmente, sus salarios son por decir lo menos, dispendiosos.
Otras dos reducciones, tienen que ver, la primera con legisladores, ya que, de 500 diputados, pasaríamos a 300, desapareciendo los plurinominales; y en el Senado quedarían 96 miembros en vez de los 128 actuales. La segunda se relaciona con convertir al actual INE en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas y que éste absorba a los organismos electorales estatales. Lo mismo pasaría con los tribunales electorales locales respecto del federal. Todo esto igualmente nos parece un acierto, no sólo en materia de ahorro presupuestal, sino de lógica administrativa, ya que no tiene caso tener varios organismos que se dedican a lo mismo, multiplicando varias veces los recursos que se les destinan.
Además, opino que es necesario e importante, generar políticas públicas educativas, en relación al cuidado, protección y preservación del ambiente. Adicionalmente, expreso mi solidaridad con las familias de las mujeres que han sido violentadas en nuestro país y me uno a su exigencia de justicia para ellas.
