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Paulina Vargas

2024

Termina enero y para mí parece que apenas empieza el año. Este cierre de 2023 fue muy movido y creo que para muchos fue igual. Podría ser por Plutón que empieza su proceso de movimiento por Acuario y nos va a traer una larga, muuuuy larga temporada de cambios y transformaciones. Pero también se lo adjudico a que seguimos con muchas ganas de retomar los festejos, eventos y tradiciones que han cambiado en estos años post pandemia. Ya sé que muchas personas dicen que ya la pandemia es cosa del pasado, pero realmente es que seguimos en el acomodo post pandémico y está bien tomarnos tiempo para ajustar e integrar los cambios que se gestaron.

Para mí fue tal el maratón navideño que me dejó exhausta y sumado a temas personales, el entrar de lleno a este 2024, apenas empezó. O sea que enero fue como una introducción, una tregua, un lapso de tolerancia para poder poner mi vida en orden y entonces sí, estar con todo mi ser presente para dar inicio al 2024.

Empecé planeando mi año con rituales, meditaciones, una agenda en blanco, muchas ilusiones, proyectos y metas. Pero siento la prisa a mi alrededor. A ver, normalmente tengo un delay (retraso) interno que me ayuda a bajar la ansiedad del fomo (fear of missing out en inglés miedo a perderme de los eventos) porque tuve una temporada que corría para llegar a todo y mi lista de propósitos para el año nuevo era extenuantemente larga e imposible de alcanzar. Así que este año me hice amiga de ir a destiempo, abrazo ese lapso de retraso con las cosas que hago y que quiero, me puse metas más alcanzables y estoy aprendiendo a tener más paciencia. Gracias a las hormigas que abundan en esta biomasa selvática y que me encuentro cada día, de tantos tipos de especies con tamaños inimaginables, que me recuerdan que su mensaje medicina es tener paciencia.

Hoy en día ya no sufro por encontrar una galleta llena de hormigas, realmente si quiero comérmela sacudo la mayor cantidad de hormigas que puedo y pienso que si me trago alguna es proteína de insectos. Aprendí a poner la comida con trampas de agua anti hormigas y a usar el microondas como alacena de pan dulce. Obviamente en Ciudad de México no tenemos la cantidad de hormigas que hay acá, así que para mí todo este tema es nuevo, pero me ha hecho reflexionar en mi propia necesidad de paciencia y en lo necesario que ha sido desacelerar para poder entrar en un 2024 más pleno y consciente.

Deseo que todos estén ya viviendo este año en plena consciencia porque es un gran año, lleno de transformaciones que nos ofrece las posibilidades infinitas. Y no lo digo solamente como eslogan motivacional, en numerología este año es: 2+0+2+4= 8 que en horizontal es un infinito. Un infinito de oportunidades y posibilidades para que las tomemos y hagamos nuestra la vida que nos espera.

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