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Chilanga en Chiapas

Paulina Vargas

Nubes: agua flotando en el cielo. Básicamente son pequeñas gotas suspendidas. Técnicamente las nubes son una masa de gotas de agua, cristales de hielo o ambas a la vez que se mantienen suspendidas en la atmosfera y cuya formación se debe a la condensación del vapor de agua en el cielo como parte del ciclo del agua.

Pero si lo llevamos al plano más poético, las nubes son un dibujo blanco sobre un lienzo azul que nos hace ver diferentes figuras dando salida a lo que tenemos en nuestro catálogo visual personal. ¿Cuántas veces no hemos jugado a descubrir formas en las nubes? Los niños son expertos en este juego.

Empezando este mes de marzo, en el que nos despedimos del invierno y empezamos a dar paso al cambio hacia la primavera, podemos ver al cielo y observar cómo se empiezan a saturar los colores ofreciendo unos tonos de azul más intensos y nubes mas blancas. Ya no son las nubes grises que amenazan con lluvias frías, a mí me parece que son nubes más esponjosas, podría decir que hasta más alegres. Sin duda el tono de luz de la primavera es una luz intensa que refleja los colores de otra forma. Obviamente también el paisaje que empieza a pintarse de colores por las flores y las hojas verdes que surgen en esta época pre primavera ayudan a que se vea más alegre, pero a mí me encanta ver el espectáculo del cielo que nos brinda nubes de todas las formas posibles independiente de la flora alrededor.

Sabemos que existen diferentes tipos de nubes como las cúmulus y las cumulunimbus que son orgánicas, esponjosas, densas y nos hacen pensar en un algodón de azúcar. O existen también las cirrus que son pinceladas como brochazos en el cielo. Ya sea que usemos nuestra imaginación al ver el cielo y activemos sensaciones de azúcar en la boca que se derrite en cuanto toca nuestra lengua o pensemos en un pintor que decora el cielo desde la distancia para nosotros, o que veamos figuras de animales o imágenes chuscas, lo importante será, en momentos, levantar la mirada, subir la vista para ver al cielo y sentirnos mejor con el regalo que nos da la naturaleza.

¿Será que las mismas nubes atraviesan desde Ciudad de México hasta Chiapas? Seguramente podría contestar esa pregunta con información científica, pero a prefiero pensar que si soy chilanga y chiapaneca tengo las mismas nubes encima de mí, cuidando, abrazando y guiando mi camino. Espero que todos nos demos la oportunidad de alcanzar el cielo con la mirada y sentirnos mejor, aunque sea solo por un momento.

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