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¿Qué presupuesto merecemos los mexicanos?

¿Qué presupuesto merecemos los mexicanos?

Mtro. Esdras E. Cruz y Cruz.

No se trata de gastar más, sino saber distribuir con eficiencia y efectividad los subestimados recursos para el 2021

A días de que la actual administración federal presente la iniciativa del presupuesto de egresos para el ejercicio 2021 este ya arranca con un pronóstico subestimado, reducido y menor al del 2020; El secretario de hacienda Arturo Herrera anunció en reciente reunión plenaria con los diputados de morena que habrá nuevos recortes al gasto público; el panorama económico para el 2021 no es nada positivo, es decir, este presupuesto distará mucho de ser una herramienta financiera que compense la pérdida económica del presente año. Remata el secretario Arturo diciendo que la mayor parte de los fondos de estabilización de los ingresos presupuestales y el de estabilización de los ingresos de las entidades federativas fueron usados casi en su totalidad en el presente ejercicio.

De la estructura de la clasificación del gasto público dependerá del gobierno cumplir con la meta de los programas establecidos en su programa nacional de desarrollo, ya que constituye el instrumento operativo básico que define y fija las decisiones en la política económica y de planeación; a través del presupuesto destinado al gasto, este gobierno muestra sus prioridades y objetivos de la política pública para un periodo determinado.

El actual gobierno ha rebelado en su plan nacional de desarrollo, que para 2024 20 millones de personas hayan salido de la situación en pobreza y cinco millones de la pobreza extrema; anunciando una serie de medidas y programas sociales para apoyar a sectores con menos recursos. En los dos años que van del sexenio no ha existido reducción alguna de la pobreza, así como también en los otros objetivos del plan en comento, entre ellos los de prevención y combate de manera efectiva a la corrupción e impunidad, taza que hoy sigue creciendo, así como también el de inseguridad que sigue siendo superior a otros sexenios y la pretensión de disminuir la carencia de acceso a los servicios de salud no se han podido cumplir.

Al arranque del tercer año de gobierno, con una crisis económica mundial y local que como bien sabemos ha generado más de doce millones de desempleos, una creciente población en pobreza, así como también aumento en la inseguridad traducida en el mayor número de asesinatos protagonizados por la delincuencia organizada y para la tormenta perfecta: la pérdida de confianza de los inversionistas mexicanos y extranjeros.

Para ello es crucial reducir estos negativos de la administración actual, ya que la mayoría de las estrategias, compromisos y desafíos a los que se comprometió este gobierno no han sido exitosos, no se trata de gastar más, sino de buscar una distribución de los pocos recursos que el secretario de hacienda anticipa como uno de los peores escenarios presupuestarios para el próximo ejercicio; un proyecto de presupuestación rebela la capacidad de explicitar, discutir y acordar las prioridades en el gobierno y define prioridades sectoriales.

Buena faena tiene el secretario de hacienda y crédito público de la federación: adecuar los escasos recursos públicos a las necesidades prioritarias de México, tales como pobreza creciente, desplome de la economía, pérdida de empleos, inseguridad y desabastos para la atención de la salud; racionalizar de manera eficiente la asignación de los recursos, constituirá la función principal que debe reflejarse en el presupuesto de egresos del 2021.

Para poder hacer frente a la creciente demanda de la población mexicana; el titular del ejecutivo debe proponer sin titubeos de manera inteligente e instruir a su secretario de hacienda la implementación realista con responsabilidades claramente definidas para buscar alcanzar los objetivos centrales para acelerar el crecimiento económico, la reducción real de la pobreza y construir con el presupuesto una palanca de desarrollo económico que genere confianza y seguridad al empresariado mexicano, mantener la coherencia entre el contexto del actual México y las posibilidades de éxito, para tal efecto es determinante el modelo de presupuesto.

Los presupuestos han evolucionado conforme lo han hecho las doctrinas económicas con el objeto de lograr mejor distribución y vigilancia del presupuesto. El presupuesto tradicional: que se utilizó durante el periodo 1930-1976 está basado más en la intuición que en la razón; el presupuesto incremental: que toma como base el presupuesto del año anterior y a partir de este se estima un incremento porcentual para el año siguiente, es decir, un presupuesto inercial; presupuesto análisis costo/ beneficio: es una técnica que se basa en el principio de obtener los mayores y mejores resultados al mejor costo; presupuesto por programa: es un sistema que le presta particular atención a las cosas que un gobierno realiza más, que a las cosas que adquiere, surge a principio de los años 60, vinculado el costo de los programas con sus resultados; presupuesto basado en el desempeño: se valúa el desempeño del gobierno y los recursos que se destinan y los costos para producirlas; el criterio es la eficiencia con que cada dependencia define el gasto dejando a un lado la evaluación sobre los resultados del gasto; presupuesto orientado a resultados: se incorporan como parte de este enfoque técnicas modernas de gestión con el fin de vincular el proceso presupuestario, a la eficiencia, efectividad y calidad logrando mejores en la medición del desempeño; presupuesto base cero: es un proceso que detalla la totalidad de necesidades y peticiones presupuestarias, con la finalidad de seleccionar las mejores opciones en cuanto al paquete de decisiones, reduciendo gastos sin afectar las actividades prioritarias.

Y por último el presupuesto participativo: es el proceso sobre el cual los ciudadanos o por medio de organizaciones cívicas, participan de forma voluntaria y constante en la toma de decisiones del presupuesto público, a través de reuniones anuales, implica deliberación y busca con gran interés la redistribución del gasto, este presupuesto incrementa la transparencia y rendición de cuentas, reduce el clientelismo y crece la representación democrática de los ciudadanos excluidos, para el éxito o el fracaso de aplicar este presupuesto es importante el diseño institucional y condiciones previas favorables, me permito destacar algunas condiciones previas para su éxito: la voluntad política del gobierno para implementar el presupuesto participativo, para permitir la participación ciudadana, empoderando la toma de decisión de la ciudadanía en el proceso presupuestario; deliberación los participantes deben contar con poder de decisión acerca del proceso de presupuesto al menos en cuanto a priorizar las inversiones.

En la actualidad en México se han fomentado la creación de comités y observatorios ciudadanos, los cuales han recogido propuestas y sugerencias de las diversas necesidades y demandas, de obras y servicios, de infraestructura urbana, de prevención del delito, de crecimientos regionales, de actividades recreativas, culturales y deportivas, de infraestructura de salud, etc. En consecuencia, conocen con precisión cada una de las necesidades regionales en materia de infraestructura, desarrollo social y seguridad pública, en ese sentido un presupuesto con participación ciudadana activa permitiría certeza, confianza y fortaleza al gasto público que impulsa el gobierno federal sin clientelismo político y seguramente ante la situación tan crítica del presupuesto para el ejercicio 2021 el presupuesto participativo con enfoque participativo será una oportunidad para la atención de prioridades ciudadanas, de grupos históricamente discriminados, mediante acciones que permitan reducir las brechas de desigualdad sociales y territoriales; garantizar las inversiones en infraestructura necesarias con énfasis a promover el acceso a un trabajo digno, con seguridad social, asociada a una política de recuperación de salarios y empleo, así como también asegurar el acceso efectivo universal y gratuito de la población a los servicios de salud la asistencia social y los medicamentos; todo esto se podría lograr bajo los principios del presupuesto de participación ciudadana con competencia técnica y calidad.

Comienza la batalla entre presupuestos: neoliberal Vs participación ciudadana.

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