Silvano Bautista I. /Bruno Hernández/ Diario de Chiapas
Se entiende por nepotismo la preferencia que tienen algunos funcionarios públicos para dar empleo a familiares o amigos, sin importar el mérito para ocupar el cargo, sino su lealtad y alianza. De acuerdo con el Código Penal Federal esto se castiga con dos a seis años de prisión.
Sin embargo, ello parece tenerle sin cuidado al alcalde de Ocozocoautla, Alfonso Estrada Pérez, quien ha hecho de su administración la práctica recurrente del nepotismo, corrupción y exceso de uso de atribuciones al colocar a familiares directos en puestos claves.
Corto de miras para entender la actividad política y capaz de generar acuerdos y consensos, ha impuesto por ‘sus pistolas’ como funcionarios a familiares.
A escasos días de iniciar su periodo, Silvia Gordillo Chacón, quien era la síndico propietaria, renunció al cargo, situación que fue aprovechada para colocar a Silvia Hernández Díaz, hermana de su esposa en el cargo.
En este nombramiento, llama la atención que el Congreso estatal haya avalado este nombramiento, pues debió haber advertido que era su cuñada y por lo tanto no podría ostentar el cargo.
A pesar de este detalle tuvo el atrevimiento de nombrar a Rosenberg Hernández Díaz, quien es también hermano de su esposa como tesorero. Sin embargo, renunció ante la presión por nepotismo y las malas decisiones tomadas a principios del presente año.
En Ocozocoautla hubo un triángulo familiar y financiero que manejó durante un buen tiempo un presupuesto estimado en 300 millones de pesos al año. Las tres firmas más importantes para el pago de cheques superiores a los 5 mil pesos.
OBRAS MAL PLANEADAS
Por otro lado, vecinos de Barrio Nuevo afirmaron que la obra que lleva a cabo el Ayuntamiento en la zona del cerro terminó por afectar directamente a sus viviendas, pues las precipitaciones dejaron encharcamientos en varias casas.
Los afectados señalaron que la obra pública no fue bien planteada y ayer se pudieron ver las consecuencias de realizar un proyecto sin visión, pues el agua que se filtraba en la zona del cerro ahora corre hacia la ciudad y crea fuertes corrientes, como es el caso de lo que pasó en Barrio Nuevo, donde hubo encharcamientos.
La tarde de este domingo, varios ciudadanos estuvieron retirando el agua que se metió a sus casas para evitar que sus muebles se dañaran, por ello exigieron al gobierno municipal que intervenga para corregir este problema.
Lamentaron que las obras no sean bien planeadas y se hagan por caprichos del actual gobierno, a quien se les advirtió que traería consecuencias, situación que no les importó.
