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“La Popular”, reino de corrupción que solapa el edil Carlos Morales

M de R / Diario de Chiapas

“La Popular” es un reino de corrupción que el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez solapa, donde el juez Raúl Grajales Castillejo, y el Alcaide Anastacio Sánchez Ruiz, aplican multas que violan el Bando de Policía y Buen Gobierno de la capital chiapaneca.

Este Centro de Cumplimiento de Sanciones Administrativas, mejor conocido como “La Popular”, a donde son llevadas las personas que, por ejemplo, orinan en las calles o alteran el orden público en estado de ebriedad, está siendo utilizado por los funcionarios antes mencionados para obtener ganancias, violentando incluso los derechos de las personas que son llevadas ahí.

Como lo han denunciado anteriormente, desde que una persona es detenida hasta que pisa “La Popular”, ocurren toda una serie de vejaciones en manos de los policías: les quitan sus objetos de valor y dinero, que ya no vuelven a ver.

Todo eso con el conocimiento de William Alexis Velázquez Cruz, coordinador de este lugar, que más bien parece una aduana de robo coordinada entre policías y funcionarios, operando sin pudor alguno.

Jueces y Alcaides cobran en este lugar un “hospedaje” de dos mil a tres mil pesos, sin entregar ningún recibo ni documento oficial, contraviniendo lo que ordena el Bando de Policía y Buen Gobierno, que claramente señala el límite de una multa administrativa de hasta 10 salarios mínimos, es decir, mil 200 pesos.

Además, realizan detenciones arbitrarias por cualquier motivo, como le ocurrió recientemente a un joven, que fue llevado ahí porque “estaba en posesión de droga”; sin embargo, cuando sus familiares dieron con su paradero en este lugar, cuestionaron que no lo hayan presentado ante las autoridades competentes, a lo que el personal de “La Popular” respondió que era “para echarle una mano”, ayuda que les costó dos mil 500 pesos.

¿Qué hacen la Contraloría Municipal y la Fiscalía de Combate a la Corrupción? Nada. En “La Popular” se tolera este negocio redondo porque claramente los beneficiados gozan del visto bueno de Carlos Morales Vázquez, ¿O es que tampoco sabe lo que sucede en este lugar paupérrimo?

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