- Queda un par de unidades para el uso exclusivo de personas con discapacidad, mientras que el resto de la población usuaria volvió a las “irremplazables” combis
- El Conejobús enfrentó muchos problemas desde el primer día, incluso nació con el pronóstico de terminar en un fracaso rotundo
Marco Alvarado/Diario de Chiapas
Los usuarios del transporte público en las rutas que cubría el Sistema de Transportes Urbanos de Tuxtla S.A de C.V. (Situtsa) piden que vuelvan las unidades del Conejobús, aquellos autobuses que comenzaron a circular un 4 de enero del año 2010, y que hoy son un recuerdo.
Presentados como el reemplazo “definitivo” del transporte colectivo en las rutas 1 y 2, que recorren las principales calles de la capital, hoy quedan un par de unidades para el uso exclusivo de personas con discapacidad, mientras que el resto de la población usuaria volvió a las “irremplazables” combis.
Un paso atrás que evidencia el destino de proyectos fantasiosos, como en este caso, que se mintió a la población asegurando que las unidades circulaban con biodiésel; pero también, una muestra de la carencia en movilidad pública que tiene la capital de Chiapas.
¿Qué extrañan los usuarios del Conejobús? La mayoría coincidió: el servicio de unidades climatizadas y la posibilidad de una transportación más cómoda, aunque la distribución de los pasajeros fue un aspecto que poco tiempo respetaron los conductores, que optaron por llevar a pasajeros de pie.
Sin embargo, pese a los problemas que el Situtsa mostró poco tiempo después de haber sido presentado, que las unidades se descompusieron más pronto de lo esperado, y que muchas unidades fueron vandalizadas e incluso quemadas por estudiantes normalistas, los usuarios de estas rutas piden que vuelva una transportación así, en autobuses, para desahogar las calles de las llamadas ‘combis’, donde deben viajar apretujados, sin aire acondicionado y, en varias ocasiones, transportados por un conductor que maneja imprudentemente.
La ausencia del Conejobús se siente especialmente entre los que necesitan trasladarse de oriente a poniente y viceversa, ya que la ruta conectaba con centros comerciales, escuelas, áreas habitacionales y de esparcimiento.
“El gobierno nos tiene peor porque volvimos a las ‘combis’, a esperar si tienen espacio, si te quieren subir y que te acomodes como puedas”, se queja uno de los usuarios que recuerda haber sido de los primeros en “estrenar” un Conejobús.
El Conejobús enfrentó muchos problemas desde el primer día, incluso nació con el pronóstico de terminar en un fracaso rotundo, sin embargo, logró disminuir la concentración de vehículos en las rutas 1 y 2, y con ello desahogar el tránsito vehícular en horas clave.
Aunque no resultaron lo que se prometió, y tampoco el manejo financiero fue ejemplo para los sistemas de transportes urbanos, pese a ello, los usuarios coinciden en que la transportación pública en Tuxtla Gutiérrez dio un enorme paso hacia atrás.
