• Atípico fenómeno registrado en la capital chiapaneca
• Arroyo Blanco, Paulino Aguilar Paniagua, Loma Bonita y San Pedro Progresivo, las afectadas
• 100 casas afectadas, el reporte preliminar; PC de Tuxtla no emite saldo de daños
Alberto Ferral/ Diario de Chiapas
Lo atípico se vuelve una realidad en territorio chiapaneco. Ayer por la tarde, un “socavón” en forma de remolino se divisaba en lo alto del cielo, allá por la zona norte oriente de Tuxtla Gutiérrez. Nadie sospechaba que se trataba de un tornado y que, en minutos, arrasó con lo que encontró a su paso. Las colonias Arroyo Blanco, Paulino Aguilar Paniagua, Loma Bonita y San Pedro Progresivo, fueron el centro del desastre.
Sus moradores, dijeron, vivieron momentos de angustia y terror y más de una familia veía como láminas, botes y hasta tinacos –vacíos por falta de agua—surcaban el cielo, a ras del torbellino, cuya imagen se viralizó en las redes sociales.
Manuela Suárez narró que, desde un rincón de su casa, casi bajo la cama, veía cómo la fuerza de los vientos estrujaba su vivienda y los zumbidos parecidos a los que hacen las abejas, atormentaban a su familia.
De acuerdo con Protección Civil, los vientos fueron catalogados categoría 5 en la escala Saffir-Simpson. La tromba o también conocida como “serpiente de agua” o “culebrilla” afectó a un centenar de viviendas.
Era tanta la fuerza del fenómeno natural que arrancó techos de láminas y derribó árboles. En la colonia Paulino Aguilar fueron por lo menos 40 hogares los que resultaron afectados. En Arroyo Blanco otras 50.
Los daños oficiales, producto de esta pesadilla hecha realidad, no se pudieron contabilizar ante la lentitud de Protección Civil municipal para informar sobre el saldo final.
Los cuerpos de emergencias arribaron 40 minutos después del suceso.
