La enorme operación política del presidente Donald Trump recaudó más de 1.000 millones de dólares desde que el magnate llegó a la Casa Blanca en 2017, y malgastó buena parte de ese dinero.
Trump pagó 10 millones de dólares por un anuncio en el Super Bowl cuando los demócratas aún no tenían candidato. Encargó a su organización política cubrir las exorbitantes cuotas legales relacionadas con su juicio político. Sus asesores presumieron su nueva abundancia, incluyendo una flota de vehículos de lujo adquirida por Brad Parscale, su exdirector de campaña.
Mike Murphy, un veterano asesor republicano, afirmó que Donald Trump ha gastado el dinero en anuncios vanidosos, publicidad en televisión y radio, la cual es innecesaria; pero reconoce que siempre ha llevado una campaña con un estilo rico y famoso.
En 2016, la candidata demócrata Hillary Clinton le superó ampliamente en recaudaciones, pero se las ingenió para concretar una sorpresiva victoria. En esta ocasión, sin embargo, Trump apostaba en su enorme ventaja de fondos para desprestigiar a Biden y defender su presidencia.
El ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, gastó 176 millones de dólares en una campaña publicitaria de tres meses, pero no tuvo los resultados que esperaban, pues pese a la gran inversión, Biden sigue con una ligera ventaja. Por su parte, el despacho Medium Buying reportó que Trump estaba cancelando anuncios en Wisconsin, en Minnesota.
Con información de Excelsior.
