Desarrollo integral de la niñez: la música y la narrativa
Lilia Ma. Calderón/Las Margaritas, Chiapas lcalderón2009@hotmail.com
La música es el arte de transformar sonidos, como la voz humana o los instrumentos, o combinados al mismo tiempo, de manera que produzcan goce al oído, alterando la sensibilidad de emociones y sentimientos, ya sean alegres, tristes, etc. Por ende, la música no es ruido, ya que se disfruta, es placentera y es agradable a los sentidos. En el ámbito educativo, la música ayuda a la formación y desarrollo personal de los alumnos con dificultades de aprendizaje, discapacidad psíquica y problemas de conducta (hiperactividad, dislexia, síndrome de Down, autismo, adolescentes conflictivos, etc.).
Al utilizarla, se consigue educar de manera íntegra y armónica a los alumnos. Es de suma importancia que el niño consiga relacionar el aspecto corporal, mental y emocional con la música, para que consiga expresar de manera abierta y cariñosa las sensaciones musicales. La música es el camino a seguir para que el niño precise su atención. Es por eso que unir a la misma al aspecto físico del niño puede favorecer la motricidad, que es la vivencia de la corporeidad para expresar acciones que implican desarrollo del ser humano y presenta la corporeidad como el modo de ser del hombre, conformándose desde que se nace a través de las acciones en general, motrices o no motrices, todo esto en un contexto de relación interpersonal saludable.
Es necesario recordar que en el desarrollo físico de los niños, mientras más elementos de construcción se les proporcionen (cognitiva, físico, emocional), crecerán con mayores y mejores habilidades y destrezas enfocando sus capacidades a todos los ámbitos de la vida, dotándolos de experiencia y permitiéndoles alcanzar las metas que se propongan.
Por otro lado, la actividad de narrar cuentos a los niños puede traerles muchos beneficios en su desarrollo psíquico. Al aplicar el modelo psicoanalítico de la personalidad humana, los cuentos aportan importantes mensajes al consciente, preconsciente e inconsciente, sea cual sea el nivel de funcionamiento de cada uno en aquel instante. Al hacer referencia a los problemas humanos universales -especialmente aquellos que preocupan a la mente del niño- estas historias hablan al Yo en formación y estimulan su desarrollo, mientras que, al mismo tiempo, liberan al preconsciente y al inconsciente de sus pulsiones.
Mediante el cuento de hadas, el niño resuelve el conflicto, la liberación de las pulsiones y puede otorgar un sentido a su vida, que lo llevan a la identificación con los personajes principales y la resolución del conflicto existencial. Además de la función formativa, el cuento tiene una segunda virtud en la vida psíquica infantil, más sencilla pero primordial. El cuento favorece al apego con las figuras parentales y el niño. El vínculo que los seres humanos forman con la madre o con el cuidador principal, tiene consecuencias profundas en la personalidad del individuo, definiendo el apego como la necesidad que tienen los seres humanos de formar fuertes vínculos emocionales con otros, en particular con la madre.
