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A cuatro décadas, erupción del Chichonal no se olvida

Ayer se cumplieron cuarenta años de uno de los eventos naturales más impactantes en la historia de Chiapas: la erupción del volcán Chichonal, suceso que obligó a que miles de personas dejaran

Ainer González / Diario de Chiapas
La noche del 28 de marzo de 1982 un suceso extraordinario cambió la vida de miles de familias zoques: la erupción del volcán Chichón, también conocido como el Chichonal.
El “guardián” de las montañas del norte de Chiapas desató su furia y afectó a decenas de comunidades de Francisco León, Chapultenango y Pichucalco, principalmente. Más de 20 mil familias zoques lo perdieron todo y aunque no existe un dato oficial, los sobrevivientes presumen que más de 2 mil personas perdieron la vida.
Antonio Gómez González, quien es coordinador del Programa de Apoyo Académico a Estudiantes Indígenas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), es sobreviviente de este hecho histórico y relata lo que sucedió la noche del 28 de marzo de 1982.
“El volcán empieza su furia, empieza a tirar piedras. La actividad del volcán eran letales… íbamos a agarrar camino sin retornar… las cenizas taparon todo, fue como un desierto, caían cenizas, habían manantiales, animales muertos”, recuerda.
Y aunque la familia de Gómez González, emprendió un largo trayecto de horas caminando, rumbo a Copainalá, cientos de personas se tuvieron que dispersar a diversas comunidades, pero lamentablemente muchos más ya no lograron sobrevivir a la trágica noche del 28 de marzo de aquel año.
“Hay mucha gente que quedó enterrada ahí, mucha gente, yo recuerdo un poco dentro de mi somnolencia, cuando caminábamos se escuchaban gritos en el camino, en barrancos, que pedían ayuda que ahí quedaban porque los golpeó una piedra o se cayeron y ahí se quedaron”, lamenta.
Quienes lograron sobrevivir, expone que padecieron las secuelas durante muchos meses, no pudieron retornar nunca a sus viviendas y después de haber estado de albergue tras albergue, finalmente fueron reubicados a la comunidad que hoy lleva por nombre Nuevo Carmen Tonapac, sin embargo, tuvieron que transcurrir muchos años para recuperar su economía familiar, mientras que otros más, a pesar de haber transcurrido 40 años, nunca pudieron hacerlo.
“Todavía hay secuelas del asunto porque no se recuperan totalmente… mucha gente sufrió y recuerda cómo me hubiera gustado regresar a mi tierra, porque las tierras aquí sólo se siembra una vez al año y es temporal”, señala.

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