Paulina Vargas
Literatura infantil
¿Qué tan seriamente nos tomamos las cosas que son “para niños”? Probablemente en algún momento de nuestras vidas hayamos pensado qué si algo es para niños, entonces no es tan importante, o lo dejamos en segundo plano.
El pasado jueves me invitaron a leer uno de mis libros en la librería del Fondo de Cultura Económico de la UNACH. Realmente disfruto hacer lecturas y talleres con niños. Son el público más entusiasta pero también el más honesto. Si algo no les gusta lo expresan, si algo les gusta lo disfrutan ampliamente. Sin duda son seres libres, trato de aprender de ellos y espero que ellos aprendan algo bueno de mí también. Me dejan pensando qué tan libres somos los adultos.
Cuando hago talleres y están presentes los padres y adultos, veo que ellos empatizan igual que los niños, dejan que el momento de hipnosis del cuento los adentre en el libro, se vuelven niños de nuevo. Esto es porque los cuentos infantiles apelan al niño interior de cada persona.
Cuando leemos un cuento, la niña o el niño se ve reflejado en los personajes. Es decir, que puede ver que a algún personaje le pasa algo similar a lo que él o ella experimenta, pero sin exponerse. Este sentimiento de saber que alguien más atraviesa por la misma experiencia que uno mismo es sanadora y liberadora. Muchas veces, los terapeutas utilizan el recurso del cuento infantil para sanar heridas de los pacientes.
Mi invitación es siempre proporcionar libros infantiles a los niños y que los adultos lean junto con el niño para crear un vínculo entre adultos y niños. Pero me quedo en la encrucijada de quién es el objetivo, si el adulto que compra el libro o el niño a quién le leen el libro. Muchas veces el adulto no quiere comprar libros porque son caros. Y es verdad que es más barato a nivel monetario comprar un juguete de plástico que un libro. La cultura es cara, pero la incultura lo, es más.
El dilema de crear hábito de lectura en niños o adultos, lo terminé resolviendo pensando que todos debemos empezar por el principio, y para mí la lectura empieza con el cuento infantil. No tenemos que ser niños para leer libros para niños. Estos hablan a nuestro niño interior y esa niñita está esperando adentrarse a un mundo mágico que se transforma. Tal vez tenemos que ser un poco más niños y menos adultos.
@ateleirdeletras_
