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Día de las madres, día de lucha y resistencia

  • Cientos festejarán rastreando a sus hijos desaparecidos
  • Doña Lichita busca a Lalito, desaparecido hace 10 años
  • Piden a la sociedad ser empática, “mañana puede ser cualquiera la que sufra”
  • Buscar a sus hijos las ha obligado a aprender de leyes e inmiscuirse en las redes

Jeny Pascacio / Diario de Chiapas

Este 10 mayo miles de madres en México caminarán por las calles para recordar a sus desaparecidos, otras saldrán de sus casas, incluso de sus países en busca de una mejor economía. Para estas mujeres el Día de las Madres no existe, es un día de lucha y resistencia que mueve un mismo fin: el amor a sus hijos.

Alicia Guillén, mejor conocida como doña Lichita, busca a Lalito desde hace 10 años. El 21 de enero de 2016 fue raptado en la entrada de su casa en la colonia San Francisco de Tuxtla Gutiérrez.

Desde entonces doña Lichita comenzó un largo camino en el que se encontró a más mujeres en su situación. Entonces decidió crear la Red de madres buscando a sus hijos, “para mí ha sido demasiado triste, a las autoridades de Chiapas ya no les interesa, hay muchos casos de desaparecidos rezagados hasta de 30 años”.

La falta de respuesta hizo que las fiscalías de Chiapas ahora sean las menos visitadas por las madres. Se enfocan en las fosas clandestinas, en el Servicio Médico Forense (Semefo), albergues y comedores.

“En la fiscalía no saben ni dónde están los expedientes, les di mucha evidencia y no hicieron nada. Solo busca excusas. A Lalito qué le van a inventar si sólo era un niño. Me duele hasta el tuétano, ya no siento cansancio ni las enfermedades, lo que me interesa es encontrar a mi hijo”.

Para doña Lichita existe una crisis humanitaria en todo el mundo, pero principalmente en México, por ello llamó a la sociedad a ser empática, “hoy somos nosotras mañana puede ser cualquiera”.

Lalito cumplió 16 años el pasado 21 marzo y doña Lichita sigue en la lucha. Este 10 de mayo se unirá a la marcha de las madres buscadoras que se realizará en la Ciudad de México en la que también participará Virginia Garay Cáceres, fundadora de “Guerreras en busca de nuestros tesoros”.

Vicky busca a Bryan Eduardo Arias Garay desaparecido en Tepic, Nayarit desde el 6 de febrero de 2018. Es otra madre que aprendió de leyes y creó redes ante la nula respuesta de las fiscalías en México.

Su hijo desapareció cuando Edgar Veytia fungió como Fiscal de Nayarit, en el contexto de las disputas por las plazas del crimen organizado. Ahora Veytia está detenido en Estados Unidos por sus nexos con el narcotráfico.

“Mi hijo salió a trabajar a un puesto de hamburguesas a tres calles de la casa”. Nunca llegó.

Vicky metió un amparo buscador para exigir a los jueces que investiguen, pero éstos pidieron que Brayan ratifique el amparo. Esto la llevó a interponer una queja ante la Judicatura Federal.

Vicky investiga en campo y en las calles. En vida y en muerte. Fue una de las que se pronunció tras el informe del Comité de la ONU sobre Desaparición Forzada que documentó la situación con los casi 100,000 desaparecidos y los 52,000 mil cuerpos sin identificar en los Semefos del país.

Y a pesar de la situación, las madres lamentan que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se niegue a las reuniones con las representaciones.

En cuatro años de lucha, Vicky aprendió a realizar un amparo, también sabe de leyes y conoce sus derechos. Ayuda a las madres en las fiscalías, las orienta y acompaña. Solo de Tepic son 32 madres que buscan a 33 personas, también apoyan a colectivos en Chapala y Colima, Jalisco; en Baja California y Tamaulipas.

En los hallazgos de cuerpos sin vida, las madres se comprometen con la identificación y la ubicación de las familias. Es simbólico, “hay cosas que no tienen explicación cuando pedimos permiso al cuerpo para trasladarlo; son muchos sentimientos y cada hallazgo se siente como propio”.

Para Vicky el 10 de mayo es muy diferente, “nosotros no festejamos; nosotras queremos gritar que todas esas madres que estaremos en la marcha ya no tenemos esa relación porque no están nuestros hijos, los estamos buscando. El 10 de mayo no existe, no hay nada que festejar”.

MIGRAR Y MATERNAR

Las luchas de las madres son diversas como la misma maternidad. Se necesita voluntad y empatía para comprender y solidarizarse dice Paola Barrios de 39 años. Salió de Venezuela con la intención de trabajar muy duro algunos años, reunir dinero y regresar a su país donde su hijo de 11 años, la espera.

Entró a México por Palenque, Chiapas hace 20 días. Fue víctima de extorsión y luego detenida por el Instituto Nacional de Migración, pero logró escapar y llegó a Tuxtla Gutiérrez. Ahora espera su trámite migratorio debajo de un trozo de plástico en el que se resguarda del incesante sol y a veces de la lluvia que cae a las afueras de la estación migratoria Cupapé.

“Salí de mi país para tener bien a mi hijo y siento que lo tengo bien. Voy a regresarme con él después de trabajar, pero traerlo a que pase esta travesía no. Ya es demasiado el sacrificio de estar separados”.

El Día de las Madres será un día más de espera, sin dinero, sin bañarse, con una comida al día que dona la iglesia, “estamos aquí en la lucha pidiéndole a Dios de que todo nos salga bien”.

A un costado de Paola duerme Tamara Flores Ortiz de Nicaragua que viajó hasta México acompañada de sus dos pequeños hijos, de 3 y un año de edad.

“Una madre busca qué hacer por sus hijos en cualquier momento”. A pesar de tener paso libre por los países del triángulo del norte, padeció de extorsiones por parte de las autoridades migratorias de Honduras y Guatemala.

Ahora espera que México le permita seguir avanzando a Estados Unidos. Ella no planea regresar, dice que quiere sacar a sus hijos de un país donde ya no tienen ni seguridad social y el gobierno cada vez se parece más a una dictadura.

Tamara tiene 28 años, es bilingüe y segura de sí misma, sabe que será un Día de las Madres diferente, pero confía en que su decisión será por el bienestar de sus más grandes tesoros, sus hijos.

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