¡Feliz Navidad!
Justo hoy estamos a pocas horas de celebrar una de las festividades que unen a todos los seres humanos. No importa la religión ni el credo ni la ideología, lo importante es estar rodeados de la familia, de los amigos. La magia de la Navidad nos envuelve a todos y todas de una u otra manera.
Algunos tienen lo suficiente para disfrutar de manera holgada este día, otros más, de acuerdo a sus posibilidades, harán lo propio, sin dejar de mencionar que habrá muchos más que estén en una situación precaria o que la llegada de la Navidad la reciban con lágrimas en los ojos, en la sala de un hospital o quizás hasta velando a algún familiar.
La vida es así, no hay puntos medios en esta celebración. Se está con los seres queridos y, sin duda, es la mejor oportunidad para dejar y olvidar rencores, divisiones, diferencias. Hoy, justo este día, le robaremos la trillada e inoperante frase o estrategia de gobierno del presidente Andrés Manuel López para darnos la oportunidad de darnos “abrazos no balazos”.
Hoy quisiéramos que por arte de magia los problemas desaparecieran, que todos estuviéramos en sintonía de que este es un mundo de respeto, de libertades, de caminar por las calles sin el temor de que alguien sufra un atentado o sea atacado para ser asaltado. Este día quisiéramos que fuera una copia de los restantes 364 del año.
Si no se puede, por lo menos intentemos olvidar por un momento o bajarnos por unos instantes del carrito de las desgracias. Los chiapanecos y en general los mexicanos tenemos que aprovechar este tiempo de reflexión para conciliar, para dialogar, para amar…para estar bien con uno mismo
Es una celebración religiosa que acepta y acapara a todas las creencias. No tiene importancia si a Dios se le pone cualquier nombre, lo que debe prevalecer es que hay que cambiar, trabajar, ayudar al prójimo. Ser mejores hombres y mujeres debe ser al final del túnel, lo que debe considerarse como lo más trascendente, lo que en realidad debe interesar, debe importar.
Seguramente habrá mucha luz en sus hogares, mucho amor. Es ocasión para que la familia que está desunida se acerque. Una muy buena ocasión para que el político se detenga a reflexionar qué ha hecho por su pueblo.
Es importante señalar errores y destacar logros, pero lo que debe tener ocupados a quienes tienen una encomienda pública es ser mejores funcionarios, representantes populares y principalmente sobresalientes seres humanos.
No importa dónde te encuentres, qué hagas, para quién trabajes o quienes están bajo tu mando, lo que hay que hacer como prioridad es el respeto a tus derechos y el reconocimiento a todo lo que tenga que ver con tu desarrollo.
Hoy la familia mexicana, la chiapaneca, la tuxtleca y la de todos colores en el mundo tienen que entender que en esta efímera vida hay que darle paso a la integridad como persona, a respetar creencias religiosas, políticas y a aprender de todos.
En este mundo no debe olvidarse que todos necesitamos de todos. Disfrutemos de lo que la vida nos provee. Respetemos a nuestros semejantes y más que otro día en la vida, ofrezcamos perdón a quien le hayamos ofendido. No cuesta nada nada y contrario a ello, nuestro corazón se regocijará de amor, de paz.
La ocasión sirve para empezar a pensar que tus sueños se harán realidad. Para ello hay que tener fe, y no olvidar que tener salud es lo que nos permitirá salir avante en nuestras metas. El tiempo de perdón y olvido ha llegado.
Hoy y siempre no debe terminarse la ilusión de mejorar en todos los rubros. No importa dónde estés y de qué te desempeñes. Dice una de las frases alusivas a esta festividad que la magia debe ser tu mejor traje, tu sonrisa el mejor regalo, tus ojos el mejor destino y la felicidad de todos nuestros lectores, el mejor deseo de Diario Media Group. ¡Feliz Navidad!
