Seis años sin presentar iniciativas, ¿y?
En ocasiones, la vida es injusta para quienes luchan incansablemente para salir adelante. Para otros u otras, son bendecidos para que les caiga la “paga del cielo”, así no hagan nada por contribuir al desarrollo de su entorno o de su cargo asignado.
Ejemplos en la política hay muchos, y justo en los medios de comunicación, en Chiapas hay algunos casos que han tenido la dicha de pasar por un cargo de representación popular, aunque su ascenso haya sido por dedazo o para que no se oiga muy feo, por sus relaciones políticas.
Compañeros o compañeras que tuvieron la suerte, y eso hay que destacarlo, de “trabajar” con la persona indicada, sí, aquella cuyo trabajo labrado a lo largo de los años, le recompensó con haber sido un alto funcionario o incluso, llegar a las grandes ligas. Eso ha sido lo mejor que les pudo haber pasado porque a partir de ahí, con el paso de los años, la vida se encarga de colocar a cada quien, en su lugar, aunque para algunos, ése no sea propio por las condiciones que dice tener.
En el Congreso del estado, en los últimos tres lustros, por lo menos, se ha visto llegar a diputados y diputadas sin experiencia legislativa, algunos, hay que reconocerlo, movidos, con iniciativa para agarrar el “toro por los cuernos”.
Sin embargo, salta a la vista el caso de la legisladora Elizabeth Escobedo Morales, originaria de Chicomuselo, quien cumplirá nueve años en este órgano legislativo. Sus primeros tres en la dirección de prensa, y las últimas dos legislaturas, la LXVII y LXVIII, como legisladora, la primera por el PRD y la segunda bajo la bandera del partido Podemos Mover a Chiapas, instituto creado, por cierto, por el inquieto Enoc Hernández Cruz, quien hoy ha sido relegado del PVEM.
La legisladora en mención, que deambulaba en sus inicios en el área de prensa del “Sol Azteca”, ha pasado de noche por el Poder legislativo, pues no se le conoce iniciativa alguna de su autoría, sólo participaciones en tribuna sumándose a otras propuestas. Una tarea gris, pues la única idea buena que tuvo, pero que no prosperó, fue cuando fue presidenta de la Comisión de Acuacultura y Pesca.
En estas páginas quedó asentado que propuso que a la flota pesquera de Chiapas se le colocara un chip satelital, para que en caso de que se perdieran en una tormenta o huracán, se les pudiera localizar. La propuesta no era descabellada, pero sus compañeros la batearon porque supuestamente no había recursos para estar a la altura de la tecnología sugerida.
Independiente de ello, hay que reconocer que de esta propuesta la comisión cambió de nombre a Comisión de Acuacultura y Pesca. Lo que significa que esta fue su gran aportación para el pueblo de Chiapas.
Lo que está “rebien” es que la diputada Escobedo al terminar su gestión habrá devengado, en promedio, sólo en los seis años como diputada, la nada despreciable suma de poco más de 6 millones 400 mil pesos netos.
Ello, sin contar la dieta que recibe por representar al Congreso en otras comisiones donde sólo se dedica a recibir las demandas de los diversos sectores y planteamientos que le hace la ciudadanía que acude a la sede del pueblo para que les apoyen en sus problemas.
Viéndolo desde este punto, sí que es un gran negocio luchar por llegar a ocupar una curul en el Congreso del Estado y en las cámaras de Senadores y Diputados federales. Por eso hombres y mujeres en tiempos electorales sacan lo mejor de sí para agradar a la gente, pues saben que el botín estará asegurado como legislador.
Casos como la de diputada en mención los veremos otra vez en la próxima legislatura. Para la licenciada Escobedo por el momento su “padrino” político se retira de la escena pública durante los próximos años, luego entonces, es necesario que quede bien recomendada porque eso de estar en la banca como que no cuadra.
Entre tanto, hará lo posible porque los ediles cumplan con el compromiso de rendir cuentas antes de que finalice su gestión, pues en su calidad de presidenta de la Comisión de Hacienda, cargo que heredó a la salida de Felipe Granda Pastrana, tendrá que hacer las llamadas pertinentes a los alcaldes y alcaldesas de la entidad.
Por cierto, quedó truncado su deseo de ser alcaldesa de su pueblo, pues prefirió quedarse en casita, antes que hacer frente a los graves problemas de inseguridad que prevalecen en Chicomuselo, por decir lo menos.
