Luchan contra el fuego y la precariedad

Marco Alvarado/Diario de Chiapas
Hasta el tercer trimestre del 2022 en México unas 22 mil personas estaban empleados como bomberos, 86 por ciento de ellos varones, que reportaron un ingreso promedio mensual de siete mil pesos.
Mientras que, de acuerdo con el sitio Data México, del Gobierno Federal, todavía son pocas las mujeres que se desempeñan como bomberas, menos de tres mil, y con ingresos inferiores a sus pares hombres, con un sueldo promedio reportado de dos mil 700 pesos.
Sin embargo, Chiapas está lejos del promedio nacional, y mucho más de los mejores ingresos en esta actividad, cuyo pago se ubicó en 26 mil pesos en Hidalgo, o los 17 mil pesos en Tabasco, según el sitio Data México.
Chiapas es también la entidad con menos personas empleadas como bomberos, con menos de 500 elementos, según este sitio web, comparado con estados como Jalisco y la Ciudad de México, que tienen un registro de tres mil bomberos.
Y pese a que perciben sueldos equivalentes al salario mínimo, en el caso de la capital, los bomberos apoyan en las labores de emergencia de otros 14 municipios cercanos, en donde tampoco cuentan con suficiente equipo de trabajo.
Otros aspectos destacados de esta actividad es que actualmente la edad promedio de los bomberos en México es de 44 años, trabajan unas 50 horas a la semana, y el 10 por ciento tiene un segundo empleo para aumentar sus ingresos económicos.
Actualmente los más de 20 mil bomberos y bomberas del país buscan que, a través de la Ley General de Bomberos, presentada en el Congreso de la Unión, su actividad sea reconocida no solo como un servicio de alta especialización, como ocurrió en Chiapas con el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, sino también de alto riesgo, y que tengan acceso a prestaciones.
Sobre este punto, el director del Instituto de Bomberos y presidente de la Asociación Nacional de Jefe de Bomberos, Marco Antonio Sánchez Guerrero, opinó que es momento no solo de hacer visibles las necesidades de los bomberos y bomberas, sino de tener un marco legal que dignifique su actividad en la justa medida.
“Reconocer que nuestro servicio es de alto riesgo, que se requieren mejores condiciones para realizarlo, un mejor salario, acceso a pensiones, al seguro social, a la prestaciones que tienen otros trabajadores del Estado”.
También comentó que es un reconocimiento al esfuerzo de los bomberos, que en funciones de altísimo riesgo, han perdido la vida o sufrido lesiones graves; es una ley “que anhelamos los bomberos para que se reconozca nuestra actividad”, comentó.