Neal Meyer
Durante 45 años, la revista y proyecto de organización Labor Notes ha sido el corazón y el alma de izquierda del movimiento sindical de los Estados Unidos. Durante años fue pequeño y combativo. Pero hoy es el lugar de encuentro y punto de referencia para miles de sindicalistas que están dando grandes pasos para cambiar el movimiento sindical de los Estados Unidos.
Cuando 4.500 de estos delegados sindicales, activistas sindicales, funcionarios laborales locales y organizadores de izquierda se reúnan en Chicago el pasado fin de semana, (19-21 de abril) fue un evento importante. Esto no es solo porque la energía de la militancia en los Estados Unidos se ha trasladado al movimiento sindical y la organización en el lugar de trabajo. También es debido al arduo trabajo de una generación de activistas sindicales y socialistas para fortalecer Labor Notes y desempeñar un papel clave en un período como este.
La situación de los trabajadores en los Estados Unidos
En 2024, las dos luchas de vanguardia en Estados Unidos son la campaña de solidaridad con Palestina contra la guerra genocida de Israel y el creciente movimiento sindical. Ambas están estrechamente conectadas. Un movimiento sindical mucho más fuerte, que ya se ha expresado en Estados Unidos por su petición de un alto el fuego, podría ayudar a detener la maquinaria de guerra de Estados Unidos y su apoyo al régimen de apartheid de Israel. Y un movimiento sindical fuerte en una economía globalizada es impensable sin solidaridad internacional. La lucha por Palestina y la lucha por los derechos de los trabajadores en Estados Unidos son parte de la misma lucha.
En el frente laboral es un año emocionante. Están anunciadas grandes luchas contractuales de trabajadores postales, maestros en grandes ciudades como Chicago y Filadelfia, trabajadores de cine y televisión, trabajadores portuarios y aeroespaciales, lo que significa que Estados Unidos podría verse sacudido por huelgas importantes que continuarían las de 2023. Está en marcha una importante campaña de organización de los trabajadores del automóvil no sindicados en empresas como Mercedes y Volkswagen. Miles ya se han inscrito en la United Auto Workers (UAW), que está organizando la campaña. La organización se ve impulsada por la exitosa campaña del año pasado para mejorar las condiciones de trabajo en las «Tres Grandes» empresas automovilísticas (Ford, General Motors y Stellantis) y por el nuevo liderazgo militante al frente de la UAW. (Y esperamos saber si la campaña conseguirá su primera gran victoria en Volkswagen en Tennessee este próximo fin de semana en la conferencia Labor Notes, lo que será un momento muy emocionante). Los trabajadores también se están organizando en Starbucks, Amazon y otros lugares. La nueva organización y la victoria de los nuevos liderazgos en los sindicatos nacionales y locales se están combinando de una manera realmente poderosa.
No hay duda de que el principal objetivo de la izquierda estadounidense es ayudar a impulsar esta nueva oleada sindical. Se trata de un bienvenido retorno a la política de clase, tras años en los que teóricos y activistas han minimizado la importancia de organizar a la clase trabajadora en el lugar de trabajo. La izquierda posmoderna proclamó la «muerte de la política de clase», pero las últimas décadas han demostrado que no puede haber política socialista sin líderes obreros y acción en el lugar de trabajo, y los propios trabajadores están demostrando que están dispuestos a luchar. Las huelgas, las campañas sindicales y las marchas contra la patronal vuelven a estar a la orden del día. Queda mucho camino por recorrer antes de que Estados Unidos cuente con un movimiento obrero próspero y en crecimiento, pero las señales son buenas hasta ahora. Y sería un cambio de juego si ocurriera. La extrema derecha estadounidense ha avanzado mucho desde la derrota de los sindicatos en los años setenta. Mucha gente de clase trabajadora abandonó la política y algunos se unieron a la derecha. Un movimiento obrero combativo y dinámico podría cambiar esta situación, reforzando los sindicatos y el poder político de los trabajadores. Una nueva generación de la clase trabajadora -mayoritariamente mujeres y con grandes sectores de población negra, morena, inmigrante y queer- podría cambiar fundamentalmente la política estadounidense para mejor.
Labor Notes. Una Breve Historia
Labor Notes fue fundada en 1979 por miembros de los International Socialist, un grupo con raíces en el ala heterodoxa trotskista de la izquierda estadounidense (en particular el escritor y activista de izquierda Hal Draper) y conectado a la Nueva Izquierda. La IS fue una fuerza pequeña pero importante en el movimiento de jóvenes de izquierda que abandonaron el activismo universitario para conseguir trabajo en las grandes industrias de la época, como la automovilística y la de camiones.
Sin embargo, la rebelión sindical de base en la década de 1970 se vio truncada por la drástica reorganización de las economías estadounidense y mundial. Las grandes fábricas estadounidenses cerraron, los sindicatos aceptaron concesiones y perdieron peso e influencia. Los activistas de la IS empezaron a pensar más seriamente en el trabajo a largo plazo que sería necesario para ganar a los trabajadores a la política socialista – y cómo llegar a otros de otras tradiciones políticas. Por eso fundaron Labor Notes, que iba a ser una publicación y una red no sectaria. Sería una publicación intersindical que reuniría a trabajadores organizados en sus lugares de trabajo para construir sindicatos fuertes y democráticos que lucharan contra la patronal.
No era un momento fácil para hacerlo. Los dirigentes del movimiento obrero estadounidense, muy burocrático y vertical, se encontraban en un estado de ánimo especialmente conservador y reacio al riesgo a medida que desaparecían las grandes fábricas y centros de trabajo que durante tanto tiempo habían contado como sus bases. Labor Notes no tuvo miedo de defender los desafíos de abajo arriba contra las direcciones sindicales conservadoras. Muchas direcciones renovadas de los sindicatos actuales han estado en estrecho contacto con la red de Labor Notes.
A través de una combinación de cursos prácticos sobre cómo desafiar a los jefes, organizarse en torno a las quejas, preparar una campaña de contratos, organizar un piquete y navegar por el sistema de legislación laboral estadounidense, Labor Notes dotó a una nueva generación de activistas sindicales de las herramientas necesarias para sobrevivir y empezar a luchar. Sus publicaciones y proyectos de mayor envergadura, incluido el importante libro de Jane Slaughter de 1983 Concessions and How to Beat Them (Concesiones y cómo superarlas) y la crítica sostenida del grupo a las técnicas de gestión de los años 80 conocidas como «producción ajustada» y «concepto de equipo», fueron también grandes contribuciones. A través de sus populares conferencias celebradas cada dos años, Labor Notes empezó a crear una red de activistas sindicales entre lo que denominaba el «ala problemática» del movimiento obrero. Estas conferencias, a las que solían asistir cientos de personas, reúnen ahora regularmente a miles de activistas.
Las conferencias se centran principalmente en el desarrollo de habilidades y el intercambio de lecciones: se evitan las resoluciones y los debates, y las discusiones sobre política fuera de los sindicatos y los lugares de trabajo, para bien o para mal, ocupan un lugar menos central. Esto reduce el riesgo de posturas y luchas sectarias, lo que sin duda es una de las razones de su éxito en la construcción de una gran red. Y lo que es más importante, los organizadores sindicales pueden conocerse y entablar relaciones más sólidas, y los organizadores obreros más nuevos en la política más allá del lugar de trabajo tienen la oportunidad de mezclarse con activistas de izquierdas. En los últimos años, la conferencia se ha abierto a un abanico de ideas de izquierdas que abarca desde la política progresista hasta el socialismo democrático. A medida que esta ola reformista ha barrido el movimiento obrero estadounidense, también se han ido sumando cada vez más dirigentes sindicales electos con una perspectiva más militante y democrática. En 2022, Bernie Sanders fue uno de los oradores destacados, al igual que los presidentes del Sindicato de Profesores de Chicago y de los Teamsters (camioneros). Grupos como los Democratic Socialist of America (DSA) y algunas otras organizaciones socialistas y anarquistas también celebran actos paralelos. Asisten regularmente activistas sindicales internacionales que defienden políticas radicales.
Labor Notes en 2024
La reunión de este año será la mayor conferencia hasta la fecha: 4.500 asistentes (y 1.500 más que no han podido ser admitidos porque el hotel está al límite de su capacidad). Los grandes paneles y debates se centrarán en: organizar a los trabajadores de Amazon, la campaña de la UAW para sindicalizar a la industria automovilística en los estados del sur, cómo transformar el sector sanitario, aprender de la historia de los activistas negros que trabajan en el movimiento obrero, informes sobre los progresos realizados para convertir a la UAW en un sindicato combativo y lecciones sobre cómo organizar huelgas más grandes y eficaces.
Las principales coaliciones renovadoras de los grandes sindicatos, como Teamsters for a Democratic Union y Unite All Workers for Democracy (el grupo renovador de la UAW), celebrarán actos. El alcalde progresista del Partido Demócrata de Chicago, Brandon Johnson, pronunciará un discurso de bienvenida y el presidente de la UAW, Shawn Fain, clausurará la conferencia el domingo por la tarde. Habrá más de 30 reuniones específicas para trabajadores de distintos sectores -desde las aerolíneas a la construcción, los puertos y la automoción, la sanidad y el sector público y la logística- y con enfoques específicos -desde la solidaridad con Palestina a la organización de los trabajadores negros y latinos-. Invitados internacionales de Brasil, Francia, Japón, México, Honduras, Nigeria, Corea del Sur, China y otros países asistirán a la conferencia para compartir experiencias y fomentar la solidaridad internacional.
Muchos de los socialistas presentes en la conferencia, incluidos miembros del DSA y de mi grupo, Bread & Roses (Pan y Rosas) son partidarios de lo que llamamos la estrategia de base. Para nosotros, la conferencia es un acontecimiento clave porque contribuye a reforzar las fuerzas de abajo arriba en el movimiento obrero. Al reunir a miles de delegados sindicales y activistas sindicales de todas las grandes industrias, Labor Notes nos acerca a tener una corriente real dentro del movimiento obrero de líderes y organizadores de la clase trabajadora. Es de esperar que sean el núcleo de cualquier futuro partido socialista en EEUU. Es nuestro trabajo conocerlos y aprender de ellos, y averiguar cómo construir organizaciones socialistas que se sientan relevantes, útiles e importantes para ellos.
La conferencia también será un punto de partida para los próximos dos años de lucha obrera y del movimiento. La amenaza de una segunda presidencia de Donald Trump, que podría nombrar a funcionarios de extrema derecha contrarios a los trabajadores para las juntas laborales y los tribunales y hacer que sea mucho más difícil organizar sindicatos, estará en la mente de todos. Dependerá del movimiento obrero y de las organizaciones de izquierda como DSA y otras ayudar a liderar una defensa real de los derechos de los trabajadores y los derechos de las personas de color, inmigrantes, mujeres, personas queer y más. También dependerá de estos grupos pasar de la defensiva a la ofensiva, mientras intentamos reconstruir el poder de los movimientos y el proyecto socialista en terreno hostil. Muchos de los principales organizadores y fuerzas dirigentes de estas luchas estuvieron en Chicago el pasado fin de semana.
