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Incertidumbre por la alcaldía de Tuxtla

Letras Desnudas

Mario Caballero

La semana pasada apareció la primera encuesta seria, levantada en viviendas y de manera telefónica entre el 15 y 19 de noviembre, respecto a los aspirantes a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez. Los números son contundentes. Muy reveladores. Sería un terrible error menospreciarlos. Al contrario, hay que tomarlos muy en serio. Lo digo por lo siguiente.

En la encuesta de Vision Aperture, publicada el martes pasado en las páginas del Diario de Chiapas, los resultados gozan de credibilidad debido a dos cosas fundamentales.

Primera, no vende publicidad sino presta un servicio a diferentes interesados con el fin de estimar las intenciones de voto que sirva de base para posteriores análisis políticos y toma de decisiones estratégicas. Segunda, su modelo metodológico, que sólo toma en cuenta encuestas cara a cara en vivienda y algunas telefónicas, es la más confiable en todos los sondeos de los que se consideran serios y profesionales en el país. Ahí que su nivel de confianza sea de 95 por ciento.

Bueno, el asunto es que los resultados indican algo en verdad sorprendente: a pesar de que Morena sigue posicionado como el partido con mayor preferencia entre la población tuxtleca, sus aspirantes no se la verán para nada fácil en la elección de junio del próximo año. Frente a ellos hay personajes cuyos nombres son bastante conocidos por la sociedad, con una trayectoria política que no pasa desapercibida y, no menor en importancia, con altos puntajes rumbo a la presidencia municipal.

LOS NÚMEROS

Veamos los números.

Los resultados de Morena en la encuesta de Vision Aperture confirman lo que otros ejercicios demoscópicos del país han demostrado todos estos meses, que su preferencia entre los votantes sigue siendo impresionante. No cabe la menor duda que la estrategia mediática de los líderes morenistas ha funcionado bien, tanto para mejorar la imagen del partido como para rezagar a los partidos de oposición.

Por tal razón, vemos a la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, con una diferencia considerable ante su rival Xóchitl Gálvez, del Frente Amplio por México, que aparece atascada en la carrera. Y a Eduardo Ramírez Aguilar cabalgando en caballo de hacienda, situándose como el candidato favorito al Gobierno del Estado. Pero…

En cuanto a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez las cosas son distintas. No es que las cifras de los aspirantes sean malas, ni mucho menos. Aunque su nivel de aprobación y popularidad no empata con los del partido. Juzgue usted.

De los ocho posibles candidatos de Morena a la alcaldía (6 hombres y dos mujeres), tres nada más son los que aparecen como más competitivos frente a sus adversarios de la oposición.

Uno de ellos es Ángel Torres Culebro, que de hecho despunta en todas las variables medidas en el sondeo. De cada cien encuestados, 22 lo conocen, 23 lo consideran un actor político que más ha trabajado por la capital, 23 votarían por él en el caso de que hoy fuera la elección y 20 lo tienen como un funcionario honesto.

Detrás de él, con poca diferencia, están el diputado Felipe Granda Pastrana y Jovani Salazar Ruiz, éste último con un intenso activismo político de varios años desde el partido gobernante y muy bien recibido por la comunidad. Por eso dicen que “un moreno para morena”.

Sin embargo, Torres se queda detrás de Juan Carlos Mayor Franco, al que 49% de los encuestados lo conoce, 49% dice que ha trabajado por Tuxtla, el 42 por ciento votaría por él de ser candidato por Movimiento Ciudadano y por lo menos la mitad manifestó que es una persona honesta.

En cuanto a los cinco aspirantes del Frente (2 mujeres y tres hombres), el inefable Paco Rojas gana en tres de las cuatro variables medidas. Obtuvo 30 puntos en conocimiento de nombre, 30 en la opinión de que ha trabajado por la ciudad y 29 en el porcentaje de las personas que votarían por él. Entre todos los aspirantes de la oposición, él aparece con una competencia más pareja con el secretario de Obras Públicas.

Por parte del Partido Verde sólo se ha postulado Carlos Molano Robles. Y sus números, aunque altos, son irrelevantes por el hecho de que va como aspirante único de su partido. Es decir, no se midió con nadie más, ya que la encuesta de Vision Aperture centra su estudio en la competencia entre correligionarios debido a que en este momento lo pertinente es saber cómo van los partidos en los procesos internos en la selección de sus candidatos.

No obstante, sus negativos son dignos de considerar. Por ejemplo, sabiendo que es el único aspirante, el 65 por ciento de los encuestados no lo conoce, el 68% dice que no ha trabajado por la capital, el 38% no votaría por él y el 60 por ciento lo considera un político deshonesto.

Lo mejor para Carlos Molano es que se retire de la contienda y evite el ridículo, que con estos números se ve que será descomunal. Pues con 65 por ciento de desconocimiento, es capaz que ni siquiera lo conocen en la cuadra de su casa.

Por Chiapas Unido, que lleva como candidato único a su dirigente estatal, Conrado Cifuentes, destaca que el 31% de los encuestados no lo conoce y el 60 por ciento no votaría por él.

NO CONFIARSE

Que no lo despiste el hecho de que la encuesta de Vision Aperture haya sido para estudiar las preferencias entre los mismos competidores de cada partido en lugar de entre todos los aspirantes de todos los partidos. Como mencionamos líneas antes, eso es lo que corresponde entender en este momento: quién entre todos es el mejor o la mejor para ocupar la candidatura de su propio instituto político.

¿Por qué le digo esto? Simple, porque en este instante lo que importa es saber cómo van los candidatos en reconocimiento de nombre y su saldo de opinión. Nadie vota por un candidato que no conoce y, si lo conoce, debe tener una opinión positiva de éste.

Al respecto, si Ángel Torres, entre ocho morenistas, el 23% dijo que lo conoce o ha oído hablar de él, y entre ellos, el saldo de opinión favorable es también de 23 por ciento, entonces hablamos que de casi una quinta parte del electorado estaría dispuesto a darle su confianza en el supuesto caso de que logre la postulación.

Comparando sus números, sin embargo, con los de Paco Rojas o Juan Carlos Cal y Mayor, que alcanzan altos puntajes en cuanto a reconocimiento y opinión positiva, las cosas no están fáciles para Morena y mucho menos para él y los demás precandidatos.

Desde luego, todavía falta mucho para la elección. Y en los siete meses que restan todo puede pasar. De hecho, formalmente no han comenzado las precampañas y lo que los números de Vision Aperture demuestran es que no hay nada para nadie en cuanto a la alcaldía tuxtleca.

A diferencia de la elección por la gubernatura, donde Eduardo Ramírez Aguilar se ve como el candidato morenista capaz de vencer a cualquier rival de la oposición; el partido y sus aspirantes a la alcaldía tendrán que poner todo de su parte y ser más inteligentes. Es hora de que dejen de confiarse y mejor se acompañen de un equipo profesional que los ayude a verse como auténticos agentes del obradorismo y no como simples aparecidos, igual que los colados que de repente se aparecen en la fiesta.

yomariocaballero@gmail.com

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1 Comentario

  • Arturo Ramos 28 de noviembre de 2023

    QUE SEA MUJER LA CANDIDATA A TUXTLA DE GUTIERREZ

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